El 13 de junio de 2005 se estrenó en la televisión colombiana una de las novelas que más recordación ha generado en las últimas décadas, pues los televidentes conocieron la historia de Los Reyes, una familia humilde que por cosas de la vida terminó viviendo en una mansión enfrentando retos y experiencias que nunca se imaginaron vivir.
A 19 años de la emisión del primer programa, son muchas las curiosidades que se han conocido sobre la producción y el trasfondo de las grabaciones que, por la peculiaridad de los actores, generaban risas. Incluso ha trascendido tanto la novela, que cortos de los capítulos se han vuelto virales en redes sociales.
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Entre los actores más destacados de Los Reyes se encuentra Enrique Carriazo, que le dio vida a Edilberto Reyes, el papá de la familia, Diego Trujillo como Emilio Iriarte, enemigo de Edilberto Reyes, Geraldine Zivic en el papel de la doctora Natalia Bernal, la actriz cubana Jackeline Arenal como la tía Yoli y quien fuera una novedad para la televisión colombiana, Endry Cardeño como la tía Laisa, entre otros grandes actores como Julián Román, Yaneth Waldman, Daniel Arenas, Tiberio Cruz o Constanza Camelo.
Curiosidades de Los Reyes
Diego Trujillo confesó que su papel de Emilio Iriarte en la telenovela tuvo un impacto significativo en su carrera actoral, pues a través de su cuenta de Facebook, compartió detalles sobre la producción, destacando que la novela es una adaptación de la producción argentina “Los Roldán”.
Trujillo explicó que al adquirir los derechos de la novela, el director Mario Rivero solicitó al Canal RCN que le permitieran “colombianizar” la trama, a lo que la compañía accedió: “Resulta que cuando el Canal RCN compró los derechos de Los Roldán, Mario Rivero, cuando recibió el proyecto, pidió como única condición para realizar la novela, que le permitieran colombianizarla por completo”.
Además, añadió que aunque la relación entre Emilio Iriarte y Laisa Reyes parecía tener una connotación amorosa en la pantalla, se trataba de una relación inocente que los espectadores interpretaron de manera diferente: “Eso que genera morbo entre los espectadores, en realidad no existe. A mí hoy en día, 18 años después de haber hecho Los Reyes, me preguntan si yo besé a Laisa, es lo único en lo que la gente piensa, y si ustedes ven la novela con atención nunca hubo un beso entre Iriarte y Laisa, de hecho, lo más bonito era que cada vez que se iban a dar un beso algo pasaba”.
Otro aspecto relevante de la producción fue la representación del personaje de Laisa Reyes, originalmente interpretado por una actriz trans en Argentina, pero según Trujillo, la versión colombiana también requería una actriz con las mismas características, lo que hizo difícil el proceso de casting. Reveló que incluso hubo un actor dispuesto a someterse a una cirugía para cumplir ese rol.
“Pero el proceso de casting fue dificilísimo, no la conseguían y buscaban y hacían pruebas, era muy difícil de localizar, incluso, y este es una especie de chisme anecdótico, hubo un actor que estuvo dispuesto a operarse y a ponerse senos para hacer el personaje de Laiza, no voy a decir el nombre, pero les puedo garantizar que así fue”, explicó Trujillo.
Otro actor que compartió detalles de lo que sucedió en las grabaciones fue Julián Román, que en una entrevista para Por La Ventana Pódcast habló sobre su experiencia interpretando a Leo Reyes. Al respecto, confesó su poca afinidad con el reguetón y cómo debió tolerarlo para su personaje, pues el hijo mayor de Edilberto Reyes es amante de los carros y de las carreras ilegales: “Marica, yo no podía con el reguetón y cuando hice esa novela me tocó escuchármelo todo”.
Por otro lado, la rivalidad de Leo Reyes con Santi Iriarte fue un tema central, especialmente por los sentimientos hacia María del Pilar Valenzuela Godoy o la Pilarica, por lo que Román destacó que preparar y cantar Mi diosa coronada, una canción muy icónica de la serie, fue un reto, debido a su desagrado por el reguetón; sin embargo, reconoció la importancia de aceptar diferentes movimientos culturales en su profesión actoral.
“Eso es lo bacano de esta profesión, por ejemplo, ahí me di cuenta de que si se las quiere dar de artista uno no puede estar negando movimientos culturales tan hijueputas como el reguetón, eso es un movimiento el malparido”, concluyó Julián Román.