Foto de Aurelio Cheveroni y el Frailejón Ernesto Pérez causó emoción en redes sociales: “La reunión más épica de la historia”

En medio de la celebración nacional por los 70 años de la televisión en Colombia, el Patrimonio Fílmico Colombiano, asociación encargada de preservar y conservar no solo de ese patrimonio, sino de la memoria colectiva e histórica de las imágenes del país, dio un reconocimiento al personaje y activista medioambiental Frailejón Ernesto Pérez por su influencia social en la programación televisiva.

Un hecho destacado fue que Aurerio Cheveroni, el lobo rojo del programa Club 10 de Caracol Televisión, fue quien le dio su reconocimiento, provocando que usuarios en las redes sociales se emocionaran al ver estos dos personajes compartiendo un espacio, dejando entrever el cariño nostálgico que hay aún en Colombia por el Cheveroni y el reciente por Pérez.

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Este logro de la producción de Señal Colombia se dio por su participación en la televisión educativa ambiental, a través de los últimos años “Ustedes, mi público hermoso me han convertido en un representante del cuidado del medio ambiente y gracias a eso he podido llevar mi mensaje a todos los rincones del país”, explicó el frailejón por medio de las historias en su cuenta oficial de Instagram.

“Después de del encuentro entre Bardock y Gokú, esta es la mejor reunión de la historia”, “Que vuelva Aurrelio, MeryMoon y Dino Doro a la Televisión”, “Santa loba vendida”, Esa combinación está increíble”, “Sí se encuentran con el pollo Frisby puedo morir feliz”, “tremendos personajes”, son solo algunos de los comentarios que en redes sociales los usuarios comparten.

Este encuentro se dio cuando el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) hizo su celebración por los 70 años de la televisión en Colombia con un evento en la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, el 12 de junio.

En el evento se reconoció a profesionales destacados en áreas como fotografía, escenografía, arte, maquillaje, vestuario, guion, edición, efectos especiales y animación. Estos premios buscaron rendir homenaje a la creatividad y el talento que han desarrollado la industria televisiva en Colombia.

La celebración también incluyó la presentación de fragmentos de momentos icónicos de la televisión colombiana, que han dejado una huella en la cultura del país, incluyendo el reconocimiento a la labor de ingenieros, camarógrafos, luminotécnicos, coordinadores de piso, sonidistas y electricistas, quienes han sido fundamentales en el desarrollo de este medio de comunicación.

El desarrollo de la televisión en Colombia comenzó el 13 de junio de 1954, bajo el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla. La primera transmisión se realizó gracias a un esfuerzo significativo liderado por Fernando Gómez Agudelo y la colaboración de técnicos cubanos y equipos importados. Las primeras emisiones se realizaron desde la Biblioteca Nacional de Colombia, adaptando sus instalaciones para la producción televisiva.

A lo largo de los años, la televisión se ha transformado tanto en su propósito social como en las tecnologías empleadas. Inicialmente, la cobertura se limitó a la región Andina, extendiéndose gradualmente al resto del país a medida que se superaban las barreras geográficas.

La llegada de la televisión significó el inicio de una nueva era en la comunicación y entretenimiento en Colombia, marcando transformaciones importantes en la sociedad.

Luis Alfonso Rodríguez Noratto, Jefe de Gestión Cultural de Señal Memoria, explicó que el modelo utilizado para la transmisión tenía influencias nazis, observadas por Rojas Pinilla durante un viaje a Alemania. “Este militar copió un modelo nazi, pues en su viaje a Alemania se dio cuenta el poder de su alcance y cómo por ese medio se hacía llegar la propaganda política pro gobierno”, declaró Rodríguez Noratto, según informó un reportaje reciente.

La instalación de las primeras antenas, una en el Nevado del Ruiz y otra en el Hospital Militar, se realizó contra todo pronóstico y en tiempo récord. Equipos traídos desde Alemania y Estados Unidos, personal técnico cubano y estudios improvisados en los sótanos de la Biblioteca Nacional fueron esenciales para la transmisión, a pesar de una fuerte lluvia que complicó la señal en Bogotá, agregó Rodríguez Noratto en su descripción de los desafíos técnicos enfrentados.