Influencer pidió a turistas extranjeros en Medellín no comprar mercancía de Pablo Escobar: “Un poquito de respeto”

Un influencer colombiano, identificado como Christian Byfield Travel, ha realizado un llamado en redes sociales para que los turistas se abstengan de comprar souvenirs, o recuerdos, relacionados con el narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria en la famosa Comuna 13 de Medellín y en otros lugares turísticos.

Según ha expresado, la venta de camisetas y otros artículos que glorifican la imagen del narcotraficante resulta ofensiva para los colombianos y afecta negativamente la reputación del país.

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“Por favor, no compren nada de esto, de Pablo Escobar, ni camiseta, ni imágenes, ni de nada. Ahorita estoy en la Comuna 13 y hay mucho extranjero comprando estos souvenirs y esto no es chistoso”, es con la frase con la que este influencer inicia su video criticando a los turistas por realizar este tipo de compras.

Este influencer aprovechó su plataforma para recordar el daño que Escobar causó en Colombia y cómo la persistencia de estos souvenirs socava los esfuerzos por cambiar la percepción internacional de la región. La Comuna 13, que ha cambiado drásticamente en los últimos años, es visitada cada vez más por turistas extranjeros atraídos por su historia de transformación y arte urbano.

Sin embargo, la comercialización de productos que exaltan a Escobar puede dar una imagen equivocada, perpetuando estereotipos negativos sobre Colombia.

“... Para uno ver como un colombiano que hay en esta camiseta es una ofensa, así que, por favor, por amor a Colombia y un poquito de respeto, no compren esto, porque es la cagada ...”, expresó el influencer en un video difundido a través de sus canales.

Según explica, estos productos no solo son de mal gusto, sino que también alimentan una visión distorsionada de la realidad colombiana, una realidad que intenta dejar atrás su pasada relación con el narcotráfico.

La venta y compra de estos artículos siguen siendo un tema polémico debido a las profundas heridas que aún persisten en la sociedad colombiana.

“... A mí me da un poquito de rabia, porque ese personaje obviamente hizo mucho daño, pero la gente como por el molde de venir a la Comuna 13 de Colombia y pues siguen comprando y se siguen vendiendo estas cosas y eso, pues sigue con nuestra reputación por los suelos, así que tip no hagan chistes de Pablo Escobar y no compren estas huevonadas”, finalizó el influencer.

La posición del influencer ha sido respaldada por varios sectores que abogan por un turismo más respetuoso y educativo, promoviendo una imagen positiva de Colombia basada en su cultura, historia y las resilientes comunidades como la de la Comuna 13.

El creador de contenido mexicano Luisito Comunica visitó Colombia para investigar el impacto de estos animales. Durante su estancia, descubrió que las estrategias para mitigar la presencia de los hipopótamos han sido insuficientes. Por ejemplo, los intentos de esterilización no han logrado los resultados esperados. Comunica dialogó con residentes locales, quienes afirman que el problema ha sido negligido por el Estado durante años.

La expansión descontrolada de estos animales, considerados una especie invasora, se debe a la ausencia de depredadores naturales y de medidas estatales eficaces para su control. Los hipopótamos, que fueron traídos en tiempos de bonanza para la Hacienda Nápoles, encontraron en el ecosistema colombiano un entorno propicio para su reproducción, hecho sin precedentes fuera de África.

Por otro lado, distintas asociaciones animalistas se oponen a medidas drásticas como sacrificar a los hipopótamos, alegando que los animales no son culpables de haber nacido en Colombia. Este dilema ético se une a las dificultades económicas y logísticas de trasladar a los animales a otros países. Según Ernesto Sazueta, propietario del santuario Ostok en México, el costo de transporte, que ronda los $40,000 dólares por animal, es un obstáculo significativo.

La situación ha provocado consecuencias diversas en la región. Algunos comerciantes locales apuntan que la presencia de los hipopótamos ha incrementado el turismo, lo que beneficia la economía local. Sin embargo, varios propietarios de fincas y habitantes de áreas cercanas a los lagos donde estos animales habitan, han implementado precauciones adicionales para evitar encuentros peligrosos.

Un caso notable es el de una escuela primaria que se encuentra cerca de uno de estos lagos. Madres de los alumnos expresaron su preocupación por la cercanía de los hipopótamos, que podrían representar un riesgo para la seguridad de los niños.

Con estas variaciones de impacto social, económico y ambiental, la problemática de los hipopótamos en Colombia sigue sin resolverse de manera efectiva, enfrentando críticas tanto nacionales como internacionales.