El secuestro ocurrido el 9 de enero de 2020 en la finca Potosí, en la vereda San Quintín, Pueblo Bello (Cesar), propiedad de Pablo Emilio Poches Romero, culminó en una severa sentencia. El Juzgado Segundo Especializado de Valledupar condenó a Jeremía Rangel Mora y Jonathan Arely Ortiz Torres, alias La Bruja, a 51 años de cárcel por los delitos de secuestro extorsivo, fabricación, tráfico o porte de arma de fuego y hurto agravado.
Ambos condenados deberán pagar una multa de 17.500 salarios mínimos mensuales legales vigentes para el 2020 y tendrán prohibido ejercer funciones públicas durante los próximos 20 años.
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De acuerdo con la investigación, en la fecha mencionada, Rangel Mora y Ortiz Torres, acompañados de Carlos Mario Marín Alzate, irrumpieron violentamente en la finca. Portando armas de fuego y objetos cortopunzantes, se identificaron como integrantes del grupo Las Águilas Negras.
Amarraron a Poches Romero, su hija Natalia Poches Vega y a varias personas que se encontraban en el lugar, incluyendo a Edilson Cáceres Montero, Édgar David Araujo, Rafael Torres, Julio Adalberto Niño, Armando Armenta, Jairo Faustino Cáceres y Numa Francisco Villazón.
Los testimonios indicaron que las víctimas fueron encerradas en diferentes habitaciones, mientras los delincuentes registraban la finca y se apropiaban de diversos bienes materiales como un anillo de oro, víveres y 700.000 pesos. La investigación también detalla que “amenazaron de muerte al señor Numa Francisco Villazón, lo obligaron a vender una fracción de café en el pueblo, apoderándose del dinero de la venta del mismo, equivalente a 900.000 pesos”.
Durante el transcurso del día, los secuestradores condujeron a la hija del propietario a una habitación, donde bajo amenaza de un machete, uno de ellos abusó sexualmente de ella, declarándose como el jefe del grupo. Mientras tanto, Pablo Emilio Poches Romero fue llevado al pueblo en busca del documento de identidad de su hija, con la excusa de que ella no lo tenía y utilizándolo como una razón para acusarla de guerrillera.
Al temer por la seguridad de su hija y las otras víctimas, Poches Romero acudió a la estación de Policía y denunció los hechos, desencadenando una operación de rescate.
La actuación de la Policía y el Ejército Nacional permitió la captura de Rangel Mora, Ortiz Torres y Marín Alzate. Posteriormente, los tres individuos fueron puestos a disposición de las autoridades y presentados ante el Juzgado Primero Penal Municipal con funciones de control de garantías, que decidió su envío a prisión.
La sentencia impuesta a Rangel Mora y Ortiz Torres, además de la multa y la prohibición de ejercer funciones públicas, deberá cumplirse en un establecimiento penitenciario de Valledupar.
¿Qué hacer ante el secuestro extorsivo?
El secuestro extorsivo es una amenaza seria, que puede afectar a personas de cualquier entorno social y económico. Detectar los indicios de este crimen a tiempo puede ser crucial para salvaguardar a las víctimas. A continuación, se ofrece un contexto para entender mejor esta problemática y algunos consejos:
- Contactar a las autoridades: la primera acción debe ser informar de inmediato a la Policía y a las autoridades competentes sobre la desaparición y cualquier comunicación de extorsión recibida.
- Mantener la comunicación: si los secuestradores establecen contacto, es fundamental mantener la calma, seguir sus instrucciones y grabar todas las conversaciones. No se debe realizar ningún pago sin la asesoría de las autoridades.
- Reunir información: recopilar toda la información posible sobre la víctima y el contexto de su desaparición, incluyendo testimonios de testigos, registros de cámaras de seguridad y cualquier dato relevante.
- Proteger la privacidad: evitar la divulgación de información sensible sobre la situación en redes sociales o a medios de comunicación, que podría complicar las operaciones de rescate.