En medio de un panorama político altamente polarizado, el Congreso de la República de Colombia enfrenta un incendiario debate sobre el proyecto de ley estatutaria de educación impulsada por el Gobierno de Gustavo Petro.
El fracaso en alcanzar un acuerdo tras el paro nacional de Fecode ha llevado a la presentación de dos ponencias diferentes, generando un ambiente de tensión y expectativa.
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David Luna, senador del Partido Cambio Radical, anunció en un comunicado público que, junto con los senadores Paloma Valencia (Centro Democrático), Alfredo Deluque (Partido de la U), Germán Blanco y Juan Carlos García (Partido Conservador), se ha logrado un acuerdo multipartidista con el Gobierno y su ministra de Educación, Aurora Vergara.
Esta ponencia, que aparentemente reunió amplios consensos, incluye puntos clave como la clarificación del sistema educativo compuesto por oferta pública y privada, la autonomía financiera del Sena y la obligatoriedad de la evaluación docente. Aunque esta propuesta fue aprobada unánimemente en la Comisión Primera del Senado el 5 de junio, una importante divergencia sobre la potestad presidencial para distribuir recursos educativos condujo a desacuerdos insalvables.
Ariel Ávila, del Partido Verde, detalló el complejo proceso que llevó a la presentación de dos ponencias. La resistencia de la bancada de gobierno, compuesta por senadores del Pacto Histórico y aliados, a aceptar ciertas modificaciones impulsadas por la oposición, derivó en la decisión de radicar una ponencia independiente.
Este grupo considera crucial la financiación prioritaria de la educación pública y se opone firmemente a ciertos cambios que facilitarían la privatización educativa y modificarían los criterios de evaluación docente basándose en las pruebas Saber. Dicha disputa se acentuó al no contar con el número necesario de votos para aprobar la versión oficial del gobierno, lo que dejó la Comisión Primera literalmente paralizada.
Fecode, representando a los docentes, ha manifestado una rotunda oposición al proyecto en su forma actual. El sindicato llama a todos los sectores sociales a movilizarse para defender la educación pública como un bien común y derecho fundamental.
Denuncian que las enmiendas consensuadas en la Comisión Primera promueven la mercantilización y la privatización de la educación, calificándolas como un riesgo para el sistema educativo y la viabilidad de la corrupción. En un comunicado adicional, Fecode criticó la falta de consulta en la elaboración del proyecto, subrayando que sus propuestas fueron ignoradas sistemáticamente.
Con las dos ponencias listas para ser debatidas en la plenaria del Senado la tensión y la incertidumbre se elevan. La bancada del gobierno, liderada por senadores alternativos, enfrenta a un grupo multipartidista que ha logrado consensuar cambios significativos. Mientras tanto, el magisterio y diversos sectores sociales están preparados para tomar las calles en defensa de la educación pública. El desenlace de esta batalla legislativa y social es incierto, pero promete ser decisivo para el futuro de la educación en Colombia.
Fecode, que representa a los docentes, ha expresado un enérgico rechazo al proyecto de ley en su forma actual. El sindicato critica cuatro puntos principales:
- Creación de bonos escolares: Fecode denuncia que esta medida permite la privatización y mercantilización de la educación bajo el pretexto de mejorar la calidad.
- Educación en la primera infancia: El sindicato informa que la ley niega la obligatoriedad de los grados de transición, jardín y pre-jardín, un retroceso significativo para el desarrollo de los más pequeños.
- Clasificación de la educación como un servicio público: Según Fecode, esto tiene el trasfondo de “quebrar el espinazo de Fecode,” estigmatizando al magisterio y socavando el derecho a la movilización pacífica.
- Creación de nuevos aparatos burocráticos: La propuesta de establecer una Superintendencia de Educación es vista como innecesaria, ya que el Ministerio de Educación Nacional ya posee facultades de inspección, vigilancia y control.
El sindicato ha hecho un llamado a todos los sectores sociales a movilizarse para defender la educación pública como un bien común y derecho fundamental. En un comunicado adicional, Fecode afirmó que no fueron consultados en la elaboración del proyecto y que sus propuestas fueron ignoradas sistemáticamente.