El ingeniero y exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández se pronunció luego de haber sido condenado a cinco años y tres meses de prisión domiciliaria por el caso de corrupción de Vitalogic. El también excandidato presidencial reafirmó a la opinión pública que es inocente del interés indebido en la celebración de contratos por el que se le acusa.
“Me condenan no por ladrón, ni por haberme robado ni un peso, simplemente me condenan porque violé dizque el derecho a la contratación, a la línea que tiene que seguir todo gobernante de no tener preferencias en la adjudicación de los contratos”, explicó el exalcalde en un video publicado en su cuenta de YouTube.
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El Juzgado Décimo Penal del Circuito de Bucaramanga con función de Conocimiento lo condenó por el escándalo de Vitalogic, ocurrido en 2016, cuando era alcalde de Bucaramanga. Pues, para entonces, Hernández buscó que el contrato de consultoría 096 de 2016, referente al manejo de desechos del relleno sanitario El Carrasco de Bucaramanga, fuera adjudicado a la empresa Vitalogic RSU.
No obstante, el exfuncionario cuestionó el fallo y los señalamientos en su contra. “¿Qué interés puedo tener yo, Rodolfo Hernández, cuando estuve de alcalde, cuando tenía más de $5 billones, incluyendo los institutos descentralizados, de favorecer a una persona con un contrato de $340 millones, y esa persona nunca la había visto en la vida?”, indicó. Esta persona sería el ingeniero químico Jorge Hernán Alarcón, que fue contratado, de manera indebida, para elaborar los pliegos para la licitación del contrato.
A pesar de las acusaciones en su contra, Hernández aseguró que, siendo condenado en primera instancia, se apelará la decisión ante el Tribunal Administrativo de Santander. Junto con su defensa, tendrá cinco días hábiles para presentar la sustentación del recurso de apelación, “con todos los argumentos”. “Hoy soy un hombre libre, como lo dijo el mismo juez, de que yo estaba libre hasta que la sentencia quedara en firme, es decir, hasta la casación, si es necesario, en la Corte Suprema de Justicia”, añadió.
Además, aseguró que no es coherente que se le acuse de ser determinados y al mismo tiempo ejecutor de las acciones delictivas, añadiendo que tampoco es posible que tuviera interés alguno en violentar las normas de adjudicación de contratos. Esto, argumentando que no se quedó con $1.192 millones recibió durante casi cuatro años de trabajo en la administración, sino que los regaló.
“No tengo de qué sonrojarme, ni tengo por qué esconderme de nada (sic). Mientras que fui alcalde, todo lo que recibí en la alcaldía de salarios, se lo entregué a los mejores 50 estudiantes de primaria y secundaria que estuvieran en escuelas públicas”, añadió. Asimismo, insistió en que en los últimos 50 años no ha celebrado ningún contrato con el Estado. “Sigo con mi presunción de inocencia, no me he robado un peso, ni me lo robaré”, precisó.
De acuerdo con sus declaraciones, este proceso penal, como muchos otros, son resultado de la lucha que ha librado para enfrentar la “maquinaria perversa de la politiquería”. De hecho, contó que, a lo largo de su carrera política, ha sido objeto de 400 demandas y denuncias administrativas, penales y fiscales. De la totalidad, indicó, más del 90% han sido archivadas.
De igual manera, se refirió al cáncer terminal que padece. “Yo tengo ya dos cánceres, uno físico, que muy seguramente fue inducido por tener una posición firme ante todo este vandalaje que está dirigiendo a Colombia”, dijo. El segundo cáncer es, según él, la corrupción de la que ha sido víctima.
Recordó entonces que en Colombia hay serios problemas de corrupción que dejan en vulnerabilidad a la ciudadanía. “Nos tienen de idiotas útiles, a mí me tienen de chivo expiatorio; tenían que mostrar a una persona, culparlo de lo que no ha hecho, para justificar que la justicia actúa”, aseveró.