Luego de que se conociera que la Universidad de Antioquia atraviesa una crisis financiera, que fue expuesta por las dificultades en el pago correspondiente a mayo y junio de varios docentes, desde la Gobernación del departamento se implementará una ayuda económica que será girada el jueves 13 de junio.
Por tal razón, y ante la necesidad de buscar soluciones, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, aseguró que se le inyectará presupuesto a la universidad para que cumpla con sus obligaciones financieras, aunque fue enfático en pedir austeridad en gastos.
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En una publicación en su cuenta de X, el gobernador, en compañía del secretario de Educación, Mauricio Alviar, compartió las medidas que tomará para ayudar a la institución de educación superior del departamento: “El Gobierno de Antioquia, que tengo el honor de presidir, ha tomado la decisión, en vista de los momentos complejos que atraviesan las finanzas de la Universidad de Antioquia, darle flujo de caja al Alma Mater”.
En total, de acuerdo con el anuncio, serán inyectados a la universidad 11.000 millones de pesos, los cuales, hacen parte de los aportes que hace el departamento, correspondientes a junio y julio y que serán girados el jueves 13 de junio. Por tal motivo, el gobernador Rendón pidió que los recursos sean manejados de manera responsable por las directivas de la universidad, por lo que solicitó austeridad en gastos para no continuar con estos problemas.
“Invitamos, eso sí, a las directivas universitarias para que emprendan un compromiso real de austeridad, que se vea representada, por ejemplo, en reducción de contratos de hora cátedra, viajes, viáticos y burocracia excesiva. Hay que dar ejemplo y ser coherentes con la situación financiera tan crítica de la universidad, cada peso importa”, agregó el gobernador.
Con el fin de generar flujo de caja por parte de la universidad, el gobernador Rendón compartió varias alternativas, pues recalcó en la importancia de liberar los contratos de hora cátedra, correspondientes a los docentes que no son de planta y son contratados para dictar por horas, también, propuso que los docentes de planta que cuenten con nivel de estudios de doctorado y maestría incrementen el número de horas que dictan clase.
“Si se liberara hasta el 50% de los contratos de hora cátedra, la universidad podría ahorrarse cerca de 60.000 millones por año, los profesores de la Universidad de Antioquia, aun los de doctorado con mayor razón, los que tienen maestría, deben dar clase, deberían destinar hasta el 30% de su tiempo a dar clases”, aseguró Rendón.
Otro de los anuncios que hizo el gobernador Andrés Julián Rendón estuvo relacionado con la terminación de las instalaciones deportivas de la sede de la universidad en el Bajo Cauca Antioqueño por un valor de 1.100 millones de pesos, con el fin de hacer “una apuesta real a la regionalización”.
Por último, Rendón enfatizó en la necesidad de ahorro y de hacer buen uso de los recursos económicos por parte de la universidad, dado que la educación es uno de los pilares sobre los que se construyen sociedades “justas y prósperas”.
“El mensaje a la comunidad universitaria es uno: apoyo, compromiso desde el Gobierno departamental, pero por favor, austeridad de su parte, la educación es el pilar sobre el cual se construyen las sociedades más justas y prósperas”, concluyó el gobernador.
La razón de los problemas financieros
La universidad enfrenta problemas financieros debido a una brecha entre los recursos asignados por el Estado y las necesidades reales de la institución. Esto es resultado, según el Consejo Superior Universitario (CSU), de una estructura desfasada basada en la Ley 30 de 1992, que estipula el uso del Índice de Precios al Consumidor para incrementar anualmente los fondos asignados a las universidades.
La universidad ha gestionado diversos recursos propios a lo largo de los años, sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para cerrar la brecha entre lo que necesita y lo que recibe para cumplir con sus objetivos académicos y de infraestructura.
En un comunicado oficial, la institución destacó que aunque esta situación ha producido un déficit histórico, aún es posible implementar cambios estructurales y acciones específicas para recuperar la salud financiera.
Para enfrentar los desafíos actuales, el CSU ha delineado una serie de acciones prioritarias que incluyen la optimización de los recursos disponibles y la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento que permitan asegurar la continuidad de las actividades académicas y administrativas en todos los campus.
Además, la Universidad planea fortalecer sus esfuerzos de gestión de recursos propios para reducir la dependencia de los fondos estatales y así mitigar el impacto de las deficiencias estructurales actuales. Las autoridades universitarias confían en que estas medidas contribuirán significativamente a mejorar su situación financiera a largo plazo.