El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso aterrizó en Colombia el 27 de febrero de 2024, el mismo día que se cumplían 26 años del asesinato del humanista y defensor de derechos humanos Jesús María Valle. Este evento reavivó las controversias relacionadas con el expresidente Álvaro Uribe, que fue gobernador de Antioquia en la época del asesinato del abogado y la masacre de El Aro, en el municipio de Ituango.
La atención se centró nuevamente en el expresidente debido a las recientes declaraciones de Mancuso en una entrevista con el periodista Daniel Coronell en W Radio.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Ante estas revelaciones y la solicitud del presidente Gustavo Petro para que se investiguen las declaraciones de Mancuso, el expresidente Álvaro Uribe respondió con un mensaje en la red social X. El expresidente expresó su descontento con las afirmaciones de Mancuso y las acciones del presidente, acusándolo de mentir y de acomodar los hechos a su conveniencia.
En su mensaje, Uribe escribió: “Al Presidente de Colombia no le luce mentir, tampoco sustituir 27 años de investigaciones judiciales por el acomodo de un bandido que, como muchos de ellos, están agradecidos con el Gobierno. Que el Presidente haga revisar las bitácoras de vuelo, el manejo correcto de pilotos que venían de gobiernos anteriores, todo administrado con independencia por el Servicio Aéreo de Salud de Antioquia. O será que el Presidente se siente colega de bandidos con quienes se pone de acuerdo en las falsedades que les premia”.
Uribe también negó haber tenido encuentros con los paramilitares o la guerrilla durante su mandato y destacó que su última reunión con Jesús María Valle fue a finales de 1996. El abogado fue asesinado en febrero de 1998, cuando el expresidente se encontraba en Inglaterra, después de haber terminado su ejercicio como gobernador de Antioquia el 31 de diciembre de 1997.
El exmandatario criticó a Petro por justificar una visita ilegal a los paramilitares con el argumento de que era para evitar ser asesinado, y acusó al jefe de Estado de ser “socio de sus verdugos de aquellos años”.
El expresidente finalizó su mensaje defendiendo su gestión en términos de seguridad, afirmando que esta evitó que Petro tuviera que buscar protección de criminales para estar en Colombia. Uribe enfatizó que el país sintió un alivio gracias a su política de seguridad, que, según él, fue efectiva en combatir a los grupos armados ilegales.
¿Qué dijo Mancuso de Álvaro Uribe?
El 22 de octubre de 1997, el Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) irrumpió en el corregimiento de El Aro y asesinó a 17 campesinos que se encontraban indefensos y desarmados. Semanas antes de la masacre, defensores de derechos humanos, incluido Jesús María Valle, habían advertido a Uribe, entonces gobernador de Antioquia, sobre la posibilidad de la masacre.
No obstante, no se tomaron medidas preventivas, y el abogado fue asesinado meses después, el 27 de febrero de 1998. Desde entonces, se han tejido diversas versiones sobre la posible participación de la Gobernación de Antioquia en la masacre, especialmente debido a reportes que mencionan el sobrevuelo de un helicóptero perteneciente a la entidad, durante los hechos.
En la entrevista, Mancuso aportó detalles adicionales sobre la masacre de El Aro. Según el excomandante paramilitar, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) tenían una presencia significativa en la zona, con un armamento considerable y capacidad para movilizar a 2.000 hombres en pocas horas.
Mancuso afirmó que Pedro Juan Moreno, mano derecha de Uribe en la gobernación, se reunió con él y con el comandante paramilitar Carlos Castaño, pidiéndoles que expulsaran a la guerrilla de la zona. “De esa manera organizamos la operación y efectivamente fue una barbaridad”, dijo el ex “para”, describiendo cómo los paramilitares llegaron a la zona y el ejército les proporcionó una lista con los nombres de personas supuestamente vinculadas a las Farc.
Lo anterior llevó a la ejecución de estas personas, configurando lo que Mancuso describió como un “crimen de Estado”.
El exlíder paramilitar también afirmó que durante la masacre, un helicóptero de la gobernación de Antioquia sobrevolaba la zona y que él mismo estuvo en un helicóptero varias veces para llevar municiones, atender heridos y recoger muertos. No especificó si los helicópteros en los que se movilizó pertenecían directamente a la gobernación.