Con 126 votos a favor, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó el miércoles 12 de junio de 2024 el informe de conciliación del proyecto de ley que prohíbe en Colombia las corridas de toros, al igual que actividades como el rejoneo, las novilladas, becerradas y tientas. Además de los procedimientos utilizados en este tipo de espectáculos, tanto en el ámbito público como el privado.
De esta forma, el proyecto, que superó cuatro debates en el Legislativo, quedó listo para la firma del presidente Gustavo Petro, en pro de convertirse en ley de la República. Una idea que se había quedado, al menos 14 veces, en intenciones, antes de que pudiera ver la luz en el Capitolio, entre quienes decidieron no apoyar más las actividades relacionadas con el maltrato de estos animales.
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“Ahora sí es ley, agotamos todo el trámite en el Congreso. Logramos la abolición de las corridas de toros en Colombia. Gracias, mil gracias a todos. Triunfo para los animales”, afirmó la congresista Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico, que fue una de las promotoras de la iniciativa en la cámara baja; así como Juan Carlos Losada, del Partido Liberal, impulsó el proyecto en el Senado.
A una firma de ser ley de la República
El 28 de mayo, en una histórica jornada, la Cámara de Representantes aprobó en último debate la proposición que ponía fin a la tauromaquia, con 93 votos a favor. Una victoria que generó toda clase de repercusiones en las redes sociales, incluso la del jefe de Estado, que mostró su apoyo en relación con la iniciativa que está muy cerca de “ver la luz” tras varios intentos fallidos para su avance.
“Felicitaciones a quienes por fin lograron que no sea un espectáculo la muerte. Quienes se divierten con la muerte de animales terminarán divirtiéndose con la muerte de seres humanos; como los que queman libros terminarán quemando seres humanos”, indicó el primer mandatario tras conocer la crucial determinación que había tomado el Congreso.
Pese a la férrea oposición de alcaldes como el de Manizales, Jorge Rojas Giraldo, que se expresó en contra de esta iniciativa, toda vez que desde su perspectiva significa una “estocada” a la feria que se lleva a cabo en su ciudad, el proyecto avanzó por buen puerto. Y contó con un masivo respaldo en la Cámara, aunque hubo, al menos, dos intentos de postergar la decisión final, que a la postre fue inevitable.
“En los últimos seis años he ido a la Feria de Manizales y la mayoría de las personas que se hacen por el Parque del Agua en el centro, en los alrededores de la Plaza, no es población taurina absolutamente, el que compra a los vendedores ambulantes es el público en general, no solamente los que asisten a un evento en particular”, indicó el mandatario de los manizalitas en declaraciones replicas por La Patria.
En el documento, que fue aprobado tanto por Senado por la Cámara, se contemplan iniciativas que fomenten nuevas fuentes de empleo para quienes dependían de estas prácticas. Y que los espacios que eran utilizados para las corridas, como las plazas de toros y demás encierros en el país, se conviertan en epicentro de actividades culturales, en la transformación de estas estructuras al servicio de la sociedad.
En este proyecto también tuvo un rol activo el representante Alejandro García, del Partido Alianza Verde, que ante las críticas fue enfático en manifestar que sí se garantizará la reconversión laboral de las familias y que se hará un buen uso permanente de las plazas y demás lugares que ya no albergarán, como él mismo lo dijo, tortura, sino creatividad y diversidad.