Parte de los motores que encienden las motivaciones de los colombianos para alistar su maleta y descubrir el país vienen de las agencias de viaje, que se permiten hacer paquetes y, de alguna manera, facilitar las experiencias turísticas a los viajeros en cuanto a vuelos, estadías, tours y opciones de entretenimiento.
En Colombia son preferidas y fundamentales para el turismo nacional, porque más allá de brindar sus servicios, pueden ofrecer perspectivas de la situación real del turismo del país a partir de sus cifras y pueden brindar un diagnóstico acertado sobre el flujo de los viajes, niveles de ocupación hotelera y tendencias. Además, externan su trayectoria en ventas.
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Por eso, la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), emitió un estado de la industria de viajes en el país durante la temporada actual. En este, la entidad dejó ver que, por fortuna, se han reportado índices de crecimiento turístico por medio de las agencias, mientras relucieron sido los destinos más vendidos en Colombia; pero también quedó en evidencia la sorpresiva tendencia de los turistas por buscar alternativas a San Andrés, por ejemplo, que no quedó entre los cinco puntos turísticos más opcionados.
Los destinos más vendidos en la temporada
“A pocos días de iniciar la temporada de Mitad de año, según una encuesta realizada a nuestras Agencias de Viajes Anato, estas advierten un crecimiento del 17% en sus ventas de paquetes, al compararse con la misma época de 2023, lo que ratifica la relevancia que siguen teniendo estas épocas para los colombianos”, fue lo que sostuvo Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de la asociación.
En ese sentido, la agrupación afirmó que para este momento del año, protagonizado por vacaciones escolares, recesos laborales y planes de viaje familiares, “los cinco destinos nacionales más vendidos por las Agencias de Viajes para esta temporada fueron Cartagena, Santa Marta, Bogotá, Medellín y el Eje Cafetero”.
Y aunque San Andrés ha solido brillar por su prominencia en estas mediciones, ciertas dificultades como los costos de ingreso y el valor de los hospedajes —según el análisis de las autoridades del archipielago—, han podido dejar una huella en el flujo turístico de la isla. De hecho, la apertura y comercialización de paquetes de viaje a nuevos tesoros del territorio nacional han podido desviar un poco la mirada de locaciones vacacionales, aunque paradisiacas, tradicionales, hacia nuevos descubrimientos.
Dice el informe de la asociación que más allá de que los 5 destinos más vendidos fueron los mencionados, “han aparecido nuevos lugares en su comercialización tales como: Cerros de Mavecure (Guainía), Caño Cristales (Meta) y Palomino (La Guajira)”.
El difícil momento de San Andrés
Mientras parece que nuevas alternativas para viajar están desbancando a los sitios turísticos favoritos por décadas, sí es preciso destacar que existe una transformación en la predilección de parajes para descansar, al menos para dejar a los destinos de siempre para otras épocas del año.
Así lo explica la asociación: “Con el pasar de los años y con la presencia de distintas coyunturas que han impactado al sector, las dinámicas de los viajes han tenido algunas variaciones. Una de ellas se relaciona con que, si bien las personas también están adquiriendo planes para otros momentos del año, las temporadas vacacionales siguen siendo un importante incentivo para salir a conocer un destino”.
Aún así, la isla caribeña enfrenta un momento de dificulades que no se veían llegar en algún momento. De hecho, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Fontur anunciaron en la primera semana de junio que han asignado $9.360 millones a diversos proyectos turísticos en el Archipiélago, que incluye San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Esta inversión busca beneficiar a distintos sectores de la población, incluidos los afrocolombianos, raizales y continentales, al igual que a los prestadores de servicios turísticos, quienes se han visto golpeados por la baja del flujo de viajeros.
Las iniciativas se enfocan en mejorar la infraestructura y promover el turismo en la región, para incrementar oportunidades para los actores de la economía popular y los residentes locales. La distribución de estos fondos contempla proyectos de diversa índole, buscando generar un impacto positivo en la economía del territorio.