Motociclista tuvo que lanzarse al río Medellín: su vehículo fue arrastrado por las fuertes lluvias

La Niña, el fenómeno climatológico que trae consigo lluvias, inundaciones y desbordamientos, parece no dar tregua a los antioqueños. Cuenta de ello, las fuertes lluvias registradas la tarde del lunes 10 de junio en Medellín.

Para la noche, algunas calles parecían ríos, como en el caso del barrio Manrique, sector de Las Granjas, en donde una pareja de motociclistas fue arrastrada por la corriente de una quebrada desbordada por las fuertes lluvias.

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“Déjala, suéltala, mijo, es una bajada”, gritaban en el fondo a algunos residentes, mientras el motociclista iba cuesta abajo, persiguiendo su vehículo. Un objetivo que no logró alcanzar, sino hasta recibir la ayuda de otras cinco personas.

“Vea, casi se mata esta gente por la moto, esto es muy peligroso, por lo que pasaron”, se escucha decir a algunos locales en las grabaciones difundidas a través de las redes sociales, en donde los paisas se mostraron críticos con el sistema de drenaje de Medellín.

“Parece que no la perdió... pero sí la perdió”, “Que dolor dejar ir algo que conseguiste con tanto esfuerzo”, “Se ve que las basuras las tiran en la calle y por eso no funcionan los desagües”, “Yo la hubiera soltado ¿Qué más da? ¿Cuántos casos no se han visto de motociclistas que se van con todo y moto?”, "

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) anunció en abril el final del fenómeno de El Niño, que se pronosticó hasta el segundo semestre del 2024. Este evento climático, caracterizado por largos periodos de sequía, generó una crisis debido a la disminución de los niveles de los embalses que abastecen de agua a Bogotá.

Sin embargo, Max Henríquez, reconocido meteorólogo en Colombia, anticipó que, de ahora en más, el año estará marcado por las lluvias. A través de sus redes sociales, Henríquez utilizó un tono jocoso al señalar, “seguimos con lluvias en todo el país. San Pedro abrió la llave”. Este comentario refleja el cambio drástico en el clima, que parecía inevitable tras los rigores del fenómeno de El Niño.

El final de El Niño marca la transición al fenómeno de La Niña, que se caracteriza por fuertes lluvias, inundaciones y desbordamientos en los ríos. Henríquez confirmó que este nuevo fenómeno climático prevalecerá por lo que resta del año. “Después de la sequía vienen las lluvias. En lo que resta de 2024 nos esperan inundaciones por todos lados. Tendremos La Niña”.

La crisis provocada por el fenómeno de El Niño afectó gravemente los embalses que alimentan a Bogotá. Las prolongadas sequías pusieron en jaque la disponibilidad de agua, obligando a la ciudad a implementar medidas de racionamiento y monitoreo constante de los niveles de agua. Aunque, según las predicciones de Henríquez y Ideam, la situación se invertirá con la llegada de La Niña, trayendo consigo precipitaciones día y noche.

Los efectos de La Niña ya se están sintiendo en varias regiones del país. Las fuertes lluvias han comenzado a causar desbordamientos en ríos y embalses, así como inundaciones en áreas urbanas y rurales. La Costa Atlántica, por ejemplo, ha reportado graves episodios de lluvia que han afectado a miles de personas y ocasionado daños estructurales significativos.

Este cambio climático es una invitación indirecta a las autoridades colombianas para que fortalezcan sus sistemas de alerta y respuesta. Los meteorólogos y expertos en clima recomiendan preparar estrategias integrales para hacer frente a las inundaciones inminentes. “Es crucial actuar con rapidez para mitigar los daños que puedan causar las lluvias torrenciales”, indicó Henríquez.

En los próximos meses, es probable que se intensifiquen las recomendaciones y medidas preventivas para proteger la infraestructura y las comunidades afectadas. El Ideam y otras entidades gubernamentales tendrán, según el pronóstico, que coordinar esfuerzos para asegurar una respuesta rápida y efectiva a los desafíos climáticos. La previsión de desbordamientos y la gestión adecuada de los recursos hídricos serán claves para evitar catástrofes mayores.

La alternancia entre El Niño y La Niña es un fenómeno natural que ha influido en el clima de Colombia a lo largo de los años. Sin embargo, los cambios extremos en los patrones climáticos han suscitado preocupaciones sobre el impacto del cambio climático global y la vulnerabilidad de las infraestructuras locales. De ahí que Henríquez insistiera en la necesidad de estar preparados: “Debemos tomar en serio estos cambios y adaptarnos para minimizar sus efectos”.