Misterio en Boyacá: aumentan los casos de ovejas halladas sin vida y con signos de violencia en zona rural

Son cincuenta casos de ovejas que han aparecido con signos de violencia, y en uno de los casos más recientes una familia perdió a las nueve ovejas que les ayudaban a obtener su sustento económico

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Uno de los ataques más
Uno de los ataques más recientes se produjo la noche del lunes 3 de junio - crédito archivo Colprensa

A solo tres horas en carro de Bogotá está el municipio de Floresta, en el departamento de Boyacá, con solo cuatro mil habitantes, pero que en los últimos días ha sido noticia porque en varias fincas y zonas rurales se han registrado cincuenta ataques a ovejas.

Algunos detalles en los cuerpos tienen perturbada a la comunidad, debido a que en varios casos ni siquiera se comen la carne de los animales, pero les encuentran orificios de gran tamaño, por lo que algunos han calificado el caso como algo “no natural”, y hasta han pedido la intervención de las autoridades para saber realmente qué está pasando.

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“Esto viene ocurriendo desde hace ya varias semanas, pero se ha agudizado como problemática. Ya hemos tenido hasta el apoyo de carabineros de la Policía, pero el lío es que no se han podido identificar previamente los sectores en los que se registran los ataques, porque como son nocturnos, pues ha sido imposible”, le indicó Luis Ómar Vargas, alcalde de Floresta, al medio local Boyacá 7 Días.

Floresta, Boyaca, es un municipio
Floresta, Boyaca, es un municipio de cerca de 4.000 habitantes - crédito Situr (Sistema de Información Turística de Boyacá)

Situación sin control en Floresta

Este problema no es de hace algunos días, sino que desde mitad de mayo de 2024 se comenzaron a replicar los casos entre los propietarios de varios terrenos y animales, quienes expusieron varios de los casos, los cuales llegaron hasta el alcalde, pero en un artículo publicado por El País América se conoció que uno de los ataques más recientes se reportó la madrugada del lunes 3 de junio, dejando a una humilde familia sin las nueve ovejas con las cuales lograban parte del sustento diario.

“Se las tragaron todas”, fue lo que le dijo uno de los hijos de Rosa Linbañas, propietaria de los animales, al mismo medio, evidenciando que esta situación parece no tener control pese a que todo ha sido puesto en conocimiento por parte de las autoridades, pero solo será la Corporación autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) quien pueda determinar con su investigación lo que en realidad está ocurriendo, dado que al principio se vociferó sobre la presencia de una manada de perros salvajes, que por algunas características en las heridas que se han encontrado en las ovejas podrían apuntar a ser los presuntos responsable.

“Como si fuera algo no natural. Algo que no se conoce”, indicó Vargas al mismo medio lo que está sucediendo, y que ha dejado como consecuencias pérdidas económicas en las familias. Algunas ovejas se salvaron porque por instinto escaparon o resultaron heridas sin gravedad en los ataques.

Algunas ovejas tienen heridas certeras
Algunas ovejas tienen heridas certeras a la altura del cuello - crédito Boyacá Siete Días/Facebook

“Uno trabaja tanto pa’ poder armar el ranchito, pa’ mandar a los hijos a estudiar, y mire sumercé qué pasó. Perdimos lo que nos daba de comer”, aseguró Linbañas, quien agregó que el precio que habría que pagar para reemplazar sus nueve ovejas es de mínimo unos $2′000.000.

Tal es la situación que a pesar del ataque, que la pestilencia impregna todo a su paso por cuenta de la carne que reposa colgado en el rancho de Linbañas, se salva lo que más se pueda de carne para por lo menos alimentar con eso a los perros y con ellos ahorrarse unos pesos en la comida de sus fieles acompañantes.

Chupacabras o jauría de perros

“Por la forma, el número y las heridas de los animales, es un patrón de puma. Puede ser un adulto joven que se está dispersando, o cachorros que aún están aprendiendo a cazar, porque se ve que la han ‘embarrado’ con algunos animales”, comentó la fundación Panthera Colombia al medio español, mientras que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) añadió que si “no tienen en cuenta el buen cuidado de sus mascotas” y sumado a esto las dejan abandonadas en “sitios aledaños a bosques y parques naturales” es posible que terminen “uniéndose en jaurías, generando un comportamiento de depredación, similar al del lobo”.

Son pocas las ovejas que
Son pocas las ovejas que han sobrevivido a los feroces ataques que se registran en horas de la noche - crédito La Tanda Tanda/Facebook

Sin embargo, algunos pobladores, incluida Linbañas, aseguraron que no han visto jaurías de perros salvajes en la zona, y sigue dejando en el ambiente la zozobra por no tener certeza de saber quién esta causándole este mal a las familias en esta zona del departamento de Boyacá.

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