Conductor de Transmilenio adoptó perrita abandonada en su ruta alimentadora

La perrita fue dejada en el bus, amarrada a uno de los tubos de seguridad que utilizan los pasajeros

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Antes de que acabara el día, la "criollita2 ya tenía un nuevo hogar - crédito @TransMilenio / X
Antes de que acabara el día, la "criollita2 ya tenía un nuevo hogar - crédito @TransMilenio / X

Doce horas después de ser abandonada en un bus alimentador del Transmilenio, una “criollita” de color atigrado y pechera blanca encontró un nuevo hogar: la adoptó el conductor de la ruta en la que fue abandonada por su antigua “familia”.

Su caso fue registrado la mañana del lunes 10 de junio por la empresa Transmilenio que, a través de sus redes sociales, intentó dar con el paradero de sus supuestos cuidadores: “A la estación Banderas acaba de llegar esta amiguita, dentro de uno de nuestros servicios de alimentación, en un posible caso de abandono premeditado”.

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Germán Murcia logro congeniar con el animal, lo suficiente como para adoptarlo - @TransMilenio / X

Sin embargo, no tardaron en confirmar que sus sospechas eran ciertas y fue entones que se abrieron a la idea de encontrarle una nueva familia. Un trabajo que fue completado antes de que acabara el día, cuando el operario Germán Murcia, de la concesionaria Este es mi bus S.A.S., se acercó a la estación Banderas para saber qué había sido de ‘la Criollita’.

Al enterarse de que nadie apareció para reclamarla intentó interactuar con ella y se dio cuenta de que congeniaron lo suficiente como para adoptarla y terminar de la mejor manera con el mal día que estaba pasando el animal.

“Gracias al reporte de un usuario, atendimos a esta perrita criolla que fue abandonada hoy, 10 de junio, en una ruta alimentadora 8-3 que llegó a la estación Banderas. La perrita llegó amarrada dentro del bus y, una vez conocimos el caso, buscamos alguien que pudiera resguardarla y ofrecerle un mejor futuro”, celebraron desde la empresa de transportes, en medio de palabras de aliento y admiración hacia Germán.

La historia se repite: en abril del 2023 otro conductor adoptó al gato apodado como el “Transmichi”

El ‘Transmichi’, un gato que fue abandonado en la ruta B10 de TransMilenio en abril de 2023, encontró un nuevo hogar en cuestión de horas. La foto del felino, encerrado en un guacal y dejado en el pasillo de un articulado, generó un gran revuelo en las redes sociales, que no terminó sino hasta que la empresa de Transportes del Tercer Milenio confirmó la adopción del minino a través de su cuenta oficial.

El gato fue encontrado con todo y su bolsa de alimento, acompañado por con un letrero. “En la ruta B10 en Portal 80, está este gatito con alimento. Esperamos que no sea un caso más de abandono premeditado. Si alguien lo reconoce o desea adoptarlo, por favor enviarnos un mensaje”, informó, entonces, Transmilenio.

El conductor del articulado en el que iban decidió darle un nuevo hogar

Durante las primeras dos horas se recibieron once fotografías de personas que creían que el gato podía ser su mascota perdida, pero las manchas no coincidían con las del ‘Transmichi’, que tenía el abdomen blanco y el torso atigrado.

Sin embargo, la noche avanzaba y seguían sin obtener información sobre sus “cuidadores”. De ahí que Esteban Estupiñán, conductor del bus en el cual fue abandonado el felino, decidiera adoptarlo, interpretando el hallazgo en su vehículo como una señal del más allá.

En los primeros meses del 2023 llegaron a reportarse 30 casos de abandono animal en Transmilenio - crédito @TransMilenio / X
En los primeros meses del 2023 llegaron a reportarse 30 casos de abandono animal en Transmilenio - crédito @TransMilenio / X

“Les contamos: se verificó estado de salud, está bien. Es adulto. Comparamos 11 fotografías que llegaron, pero sus manchitas en nariz no coincidían. Esteban Estupiñán, conductor del bus donde lo dejaron, lo adoptó, acá a punto de terminar turno para llevarlo a casa ¡Gracias!”, anunció la empresa, que acompañó al gato durante todo el proceso.

Antes de ser llevado a su nuevo hogar, el minino fue examinado por un médico veterinario que confirmó que se encontraba en perfectas condiciones de salud; lo que permitió a Esteban Estupiñán, finalmente, adoptarlo, concluyendo así una historia que, según quienes la siguieron de cerca, humaniza el sistema masivo de transporte.

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