Inflación en Colombia podría dejar de bajar: alimentos y alquileres serían los responsabes

Aunque se descartan aumentos inmediatos, los precios de alimentos y arriendos podrían impedir la reducción continua de la inflación, afectando las proyecciones económicas

Guardar
De acuerdo con los expertos, el precio de loa alimentos y alquileres puede hacer que la inflación no se comporte como se esperaba. Imagen de referencia  - crédito Tomas Cuesta/Reuters
De acuerdo con los expertos, el precio de loa alimentos y alquileres puede hacer que la inflación no se comporte como se esperaba. Imagen de referencia - crédito Tomas Cuesta/Reuters

La inflación en Colombia podría parar la tendencia a la baja que ha mantenido durante los últimos meses, aseguraron expertos. Con un índice de precios al consumidor (IPC) que se ha reducido constantemente durante más de un año, se dejó atrás la temida tasa del 13,34% registrada en marzo del 2023.

Actualmente, la inflación se sitúa en 7,16% en lo que va del año, ofreciendo un respiro a los hogares colombianos.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

El Banco de la República ha desempeñado un papel crucial en este escenario. Las decisiones tomadas por esta entidad, como el aumento de la tasa de política monetaria, han sido estratégicas para desincentivar el consumo y equilibrar la demanda de productos, bienes y servicios. Este enfoque ha permitido que la inflación baje progresivamente, acercándose al rango meta del 2% al 4%.

Aunque la tendencia ha sido positiva, las presiones con respecto a los precios de los alimentos y los alquileres podrían frenar esta caída pronto. Estas áreas específicas de la economía siguen siendo puntos críticos que podrían influir en la evolución futura del IPC. Según algunos expertos, “la presión de los alimentos y el arriendo podrían frenar su caída muy pronto”.

El contexto económico está marcado por diversos factores que aún impactan las perspectivas a corto y mediano plazo. La importancia del IPC es innegable, dado que sigue siendo una base fundamental para las decisiones del Banco de la República con respecto a las tasas de interés.

Las proyecciones y las perspectivas económicas del país están intrínsecamente ligadas a estos indicadores, que aunque han dejado de ser los protagonistas principales en los últimos meses, continúan siendo monitoreados de cerca por las autoridades económicas.

Al parecer el impuesto a los alimentos ultraprocesados y el precio de los alimentos agrícolas serían los principales causantes de la situación. Imagen de referencia - crédito Juan Ignacio Roncoroni/EFE
Al parecer el impuesto a los alimentos ultraprocesados y el precio de los alimentos agrícolas serían los principales causantes de la situación. Imagen de referencia - crédito Juan Ignacio Roncoroni/EFE

Se esperan novedades

El martes 11 de junio, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) revelará el IPC correspondiente a mayo, un dato crucial para entender la evolución de la inflación en el país. Analistas advierten que la lucha contra la inflación todavía enfrenta retos y sugieren un seguimiento detallado de este indicador, ya que aún pueden presentarse sorpresas.

Camilo Herrera, fundador de Raddar, adelantó que la inflación en mayo podría ser más alta de lo anticipado. Herrera destacó que varios factores están impactando los precios de los bienes no durables.

“Si se mira la relación entre inflación total, inflación de no durables y el IPP de bienes de consumo, la relación es evidente”, sostuvo Herrera.

La implementación de impuestos a los alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas es uno de los elementos que, según Herrera, está presionando los precios de los bienes no durables. Esta medida, junto con el aumento de precios de alimentos agrícolas y los costos de insumos importados, destaca la complejidad del escenario inflacionario.

Herrera señaló que los costos de los insumos importados están siendo impulsados por el alza en los fletes internacionales. Los fletes internacionales han experimentado un aumento significativo, lo cual repercute directamente en los precios de los bienes que dependen de insumos del exterior.

Otra preocupación mencionada por Herrera es el aumento de precios en los alimentos agrícolas. Estos incrementos no solo afectan a los productores y comerciantes, también impactan directamente en el bolsillo de los consumidores. Las variaciones en los precios de estos productos básicos son un componente clave del IPC y tienen efectos significativos en la economía doméstica.

Los analistas indican que, aunque no hay motivos de alarma inmediata, el escenario no se presenta fácil. La interacción de estos factores crea una presión continua sobre los precios, lo que podría llevar al país a una inflación inesperadamente alta. Herrera enfatizó la necesidad de un seguimiento detenido del comportamiento inflacionario, particularmente en los sectores más vulnerables.

El precio de los alquileres, servicios públicos y diésel, serían factores determinantes para analizar el comportamientos del IPC. Imagen de referencia - crédito Colprensa
El precio de los alquileres, servicios públicos y diésel, serían factores determinantes para analizar el comportamientos del IPC. Imagen de referencia - crédito Colprensa

Precio al productor

El informe del Índice de Precios al Productor (IPP) del Dane muestra una variación mensual de -1,07% en mayo de 2024 comparado con abril del mismo año. Este índice, que refleja la variación en los precios de los productos desde el punto de vista del productor, registró una disminución anual de -0,58% en relación con mayo de 2023. El sector de explotación de minas y canteras fue el único que presentó una variación significativamente inferior a la media, con -6,79%, mientras que las industrias manufactureras y el sector de agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca mostraron variaciones superiores a la media, con -0,06% y 0,16%, respectivamente.

Estas variaciones en el IPP son fundamentales para entender las futuras tendencias de la inflación. Laura Peña, economista del BBVA Research para Colombia, anticipa una variación mensual de la inflación total del 0,51% para mayo, lo que llevaría a una variación anual del 7,2%. Peña señala que “el resultado estará explicado principalmente por un incremento en la inflación de alimentos que se materializará tanto en mayo como en junio y que no genera mayor preocupación, pues estará asociada a efectos base”.

Al analizar los factores de riesgo para la inflación futura, el Centro de Estudios Económicos Anif señala que uno de los elementos críticos es la categoría de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Según Anif, “buena parte se debe a los arriendos, que siguen subiendo, pues buena parte de estos están indexados a la inflación del año anterior”. Este análisis sugiere que la inflación de arriendos podría seguir presionando el índice general en los próximos meses.

Además, Anif proyecta una inflación anual de 6,98% y mensual de 0,36% para mayo. Para el resto del año, anticipan una disminución progresiva, esperando cerrar el año en un 5,62% anual. Aun así, subrayan que existen factores de riesgo que podrían ralentizar estas reducciones, como una persistencia mayor en la inflación de arriendos y un aumento superior al estimado en los precios del diésel. Anif también apunta que, aunque la inflación de alimentos fue la primera en empezar a ceder, en abril se observó un aumento en su variación anual, esperando que esta tendencia continúe hasta julio antes de estabilizarse.

El fenómeno de La Niña y los remanentes efectos del fenómeno de El Niño también podrían influir significativamente en la dinámica inflacionaria en los próximos dos meses. Las fuertes lluvias asociadas a La Niña y los estragos de El Niño serán factores determinantes en la inflación de alimentos, según los expertos.

Peña también resalta que, aunque se espera que la inflación de alimentos tenga un incremento en los próximos meses, este efecto es principalmente estadístico y no debería generar alarma.

Guardar