El coronel (r) Hugo Aguilar Naranjo es recordado en el país por hacer parte del bloque de búsqueda que se adjudicó la baja del que es considerado el narcotraficante más peligroso en la historia de Colombia: Pablo Escobar, ocurrido el 2 de diciembre de 1993. Pero, también, por ser gobernador de Santander, entre 2004 y 2007, periodo en el que emprendió grandes proyectos, pero manchó su administración con sangre.
En efecto, el exmandatario seccional confesó ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que llegó al poder en su departamento gracias a su alianza con miembros de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Y que, incluso, cogobernó con estas estructuras al margen de la ley durante sus cuatro años de mandato, a tal punto que fueron claves para la construcción de algunas de sus obras.
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Una de ellas, el Parque Nacional del Chicamocha, más conocido como Panachi, que fue inaugurado en 2006 y que, según confesó el exgobernante, fue construido con la ayuda de hombres de las autodefensas, pero también con los del Ejército de Liberación Nacional (ELN): otro de los grupos armados que opera en esta zona del territorio nacional y con los que tranzó el coronel (r).
Así confesó Hugo Aguilar que paramilitares y el ELN ayudaron a construir Panachi
En la audiencia de 23 de enero de 2024, crucial para reconocer al exgobernador ante la justicia transicional, en la que fue citado en su calidad de agente del Estado, no integrante de la Fuerza Pública, Aguilar confesó cómo fue que se dio la construcción de esta obra, una de las más atractivas del oriente colombiano. Y que se hizo un fuerte descubrimiento, gracias al entonces director del DAS, José Alexis Mahecha.
“La construcción del parque Chicamocha lo proyecté en una de las zonas más álgidas de Santander, donde había retenes de paramilitares, en municipios como Cepitá, Zapatoca y Jordán. Quería reactivar el turismo. Había guerrilleros trabajando en Panachi, los obreros eran seis guerrilleros del ELN quienes iban a activar bombas en la obra y 6 paramilitares”, confesó Aguilar Naranjo en esta comparecencia.
Según contó el exgobernador, también había más de 50 reinsertados de las AUC en la construcción del parque. Incluso Nelson Naranjo, un exrepresentante a la Cámara condenado por nexos con “paras”, estuvo vigilante con el tema contractual de los obreros. “Llevó los reinsertados para cumplir con unos compromisos porque él reconoció que consiguió la curul gracias al apoyo de Ernesto Báez”, afirmó.
Así pues, Aguilar reconoció la participación de las autodefensas en Panachi, que sería una especie de favor a miembros de estas estructuras que ya se habían desmovilizado. “Acepto la condena de la Corte, por el beneficio que recibí de las AUC y reinsertados que trabajaron en el parque. Con eso se estaba cumpliendo a la organización, pese a que ya había un proceso de paz”, agregó.
Hijo de Hugo Aguilar sacó pecho por obras en Panachi
En redes sociales se conoció en la noche del domingo 9 de junio de 2024 una publicación de Luis José Aguilar, hijo del coronel (r) Hugo Aguilar, en la que, palabras más, palabras menos, “sacó pecho” por lo que, según él, fue la obra más importante de su progenitor como gobernador de Santander. Y lo hizo con un video en el que se ve al ex alto oficial altas dignidades de la política nacional.
Entre ellas, Horacio Serpa Uribe, que fue su predecesor en el periodo 2008-2011, además del entonces presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, en un recorrido en teleférico por las instalaciones de este centro recreacional, que tiene como principal atractivo, justamente, el Cañón del Chicamocha: uno de los accidentes geográficos más impactantes del país y Latinoamérica.
“Mi padre, @CrHugoAguilar, junto al mejor presidente de Colombia, @AlvaroUribeVel, en la inauguración del teleférico de Panachi, con el entonces gobernador Horacio Serpa. Recuerdo de cuando las diferencias políticas no importaron, sino solo el desarrollo y progreso de Santander”, comentó el joven, que se describe como “intento de abogado, politólogo y piloto de avión. Santandereano y de derecha”.
El acto compartido por uno de los hijos del clan Aguilar corresponde al 24 de enero de 2009, cuando se inauguró este medio de transporte, que comprende un recorrido de seis kilómetros sobre la Mesa de los Santos y el cañón del Chicamocha, construido en 14 meses. Uribe Vélez se montó en uno de los vagones con el gobernador en ejercicio y viejo contendor político, Serpa, y con Aguilar.
Como era de esperarse, la publicación causó comentarios tanto a favor como en contra de la gestión de Aguilar, y hubo quienes recordaron el pasado oscuro que involucra a esta megaobra de infraestructura que costó, en ese entonces, 34.000 millones de pesos. Y que tardó más de dos años en construirse, en una alianza entre la Gobernación de Santander y la Cámara de Comercio de Bucaramanga.