En Colpensiones hay una “pirámide” que condenará a los jóvenes y que no soluciona la reforma pensional de Gustavo Petro

Jerome Sanabria tiene 18 años de edad, hace parte de un movimiento que se llama “No con mi Ahorro”, que defiende el ahorro pensional de la gente, la libertad de elección y se opone al proyecto de reforma pensional del Gobierno Petro, que se basa en un sistema de pilares (semicontributivo, contributivo, solidario y de ahorro voluntario) y que tendrá cuarto debate en el Congreso de la República a partir del 11 de junio.

Empezó a estudiar lo que son las pensiones hace tres años. Llegó a este tema por casualidad, pero cuando lo entendió se enganchó más, considerando que es consejera de juventud en la localidad de San Cristóbal, en Bogotá, y entendió la responsabilidad que tiene con ese cargo es defender a los jóvenes. Se dio cuenta de que la iniciativa afecta a su generación y a las que siguen, por lo que la califica como “grave”.

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Precisamente, para ella lo más grave de la reforma es el hecho de obligar a toda la población a cotizar en Colpensiones, teniendo en cuenta que esta funciona como un esquema piramidal, es decir, como una pirámide. Así lo deja claro en redes sociales, donde se volvió un fenómeno y explica muy bien lo que pasa.

Jerome explicó a Infobae Colombia que funciona así porque el dinero que ellos reciben de los afiliados, directamente para pagar los pensionados, que es lo que una persona cotiza con lo que le pagan la atención a un adulto mayor, es un esquema de pirámide. Además, a eso hay que sumarle que la crisis demográfica que pronostica el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) para 2050 (los colombianos no quieren tener muchos hijos), lo que significa es que esa pirámide se va a invertir y, de hecho, ya empezó a hacerlo.

“Cada vez hay menos hijos y si hay menos hijos, hay menos gente y si hay menos gente, la base va a ser muy pequeña, así que ya no van a haber muchos nietos que le paguen una pensión a la abuelita, y el problema es que los abuelitos vamos a ser nosotros los jóvenes de hoy”, advirtió.

Explicó que el problema es que del propio planteamiento de la reforma, sin tocar umbrales, obligar a los colombianos a entrar en Colpensiones es obligarlos a solucionarle al Gobierno un problema a muy corto plazo, porque les va a llenar el arca de dinero, pero condenará a las generaciones siguientes, que son jóvenes de 15 a 20 años de edad, más o menos, así como condenarlos a que no tengan pensión, porque no se sabe cómo esa pirámide invertida se va sostener y, aparte de condenarlos a no tener pensión, los condenará a pagar una deuda ajena, o sea, dejarlos sin pensión y con el pago de deudas ajenas.

Ante eso, dio detalles del principal cambio que ella le haría. Aceptó que es necesaria una reforma pensional, pero que sea totalmente diferente a esta desde el propio planteamiento, es decir, reconociendo que hay una crisis demográfica y que el país no puede obligar a nadie a tener tener hijos, pero teniendo en cuenta esto es necesario ver que el sistema pensional tiene que mirar en qué sistema de cotización la crisis demográfica afecta menos.

“Ese es el tema con el ahorro individual, y cuando digo esto último no me refiero solo a los fondos privados, sino que haría una reforma que haría que Colpensiones sea un fondo de ahorro público, pero de ahorro individual, es decir, que deje de funcionar como pirámide y empiece a funcionar como los fondos privados, pero manejado por el Estado, pero obviamente en las mismas condiciones que un fondo privado”, remarcó.

Agregó que al dejar de funcionar como una pirámide, el propio Gobierno se quita el problema de encima de la deuda que está adquiriendo para los jóvenes y empieza a invertir el dinero, sin sacar rentabilidad del dinero, o sea, para el Gobierno sería una solución y nos dejarían sin problemas a los jóvenes.

De igual manera, Jerome anotó que Colpensiones ofrece incentivos inmorales para quien cotice en esa entidad. Entre otras cosas, recordó que mucha gente dice “vamos a cotizar en Colpensiones porque las pensiones son más altas”, lo que es totalmente cierto y es una crítica que, incluso, el Gobierno y hizo.

“Las pensiones en Colpensiones actualmente tienen un mayor subsidio que las menores, es decir, que eso promueve que haya megapensiones y uno se pregunta ¿de dónde sale la plata para este subsidio, además del Presupuesto General de la Nación? y, pues esta sale es del aporte del que cotice menos”, puntualizó.

Como ejemplo, expuso que una abuelita cotizó toda su vida con un salario mínimo y una mamá lo hizo con cinco o seis salarios mínimos. Así las cosas, la abuelita, con su aporte, le dio un subsidio a la mamá, que no necesitó un subsidio, lo que deja claro que era la abuelita la que necesitaba el subsidio, es decir, funciona al revés.

Con esto, confirmó que es falso que esta reforma elimine las megapensiones, porque, por ejemplo, en el pilar semicontributivo, en el que están las personas con 300 a 1.000 semanas, fijaron un subsidio para hombres (20%) y mujeres (30%), pero es un subsidio plano. Esto significa que una mujer que haya cotizado 300 semanas va a tener 30% de subsidio, mientras que una mujer que haya cotizado 1.000 semanas tendrá 30% de subsidio, lo que hace que la mujer que tenga cotizada mucha plata tendrá un subsidio gigante, porque el 30% de eso es mucha plata, por lo que se mantienen las megapensiones.

“Un subsidio coherente es el que debería darle más a la mujer con menos semanas cotizadas y menos a la persona que haya cotizado más”, enfatizó Jerome al confirmar que por eso es que se dice que los pobres son los que subsidian las pensiones de los ricos.