El Gobierno nacional decidió reunirse con el máximo líder de La Inmaculada, Andrés Felipe Marín, alias Pipe Tuluá, que venía solicitando participar en una mesa de diálogo en la que se planteen alternativas para que la estructura criminal deje de delinquir en el Valle del Cauca, departamento donde han ejecutado la mayoría de los crímenes.
Dicho encuentro se llevó a cabo el jueves 6 de junio en las instalaciones del centro penitenciario La Picota, de Bogotá, donde actualmente se encuentra recluido el delincuente, pagando una condena de 18 años por homicidio, secuestro y extorsión.
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A propósito, el ministro de Justicia y del Derecho, Néstor Osuna, reveló el propósito de estos acercamientos, al resaltar que lo que se busca inicialmente es escuchar las peticiones del cabecilla preso.
“El próximo martes me reuniré con el comisionado de Paz para ir evaluando la información que entregaron, la disposición que hay allí, para ver cómo procedemos en esa materia”, dijo el ministro a W Radio.
Del mismo modo, el jefe de cartera enfatizó en que estas conversaciones no implican impunidad por los actos cometidos por el líder de La Inmaculada, sino “garantizar el debido proceso”.
“Esto no quiere decir impunidad, sino garantizar debido proceso, reparación a las víctimas, entrega completa de verdad y delación, y por supuesto, unos beneficios punitivos dentro de lo que la ley permite”, complementó el alto funcionario.
Las propuestas del líder de La Inmaculada
Según lo conocido por el medio citado, entre las propuestas del grupo criminal al Gobierno se encuentra la de promover oportunidades educativas para los menores vulnerables en Tuluá; asimismo, fortalecer el tejido social para reincorporarlos a la sociedad, además de la creación de una cooperativa de microcréditos para familias y otros proyectos similares.
El enfoque de esta banda delincuencial, según afirmó la estructura, es priorizar la niñez y la juventud del municipio vallecaucano, debido a que dicha organización criminal está integrada principalmente por menores de edad. Por ello, proponen hacer un inventario explicando las razones por las cuales estos niños optan por la delincuencia. Adicionalmente, el cabecilla preso solicitaría la intervención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) para apoyar los procesos con los niños y jóvenes del Valle. Otra de las novedades que habría como resultado de las conversaciones, es que La Inmaculada pasará a llamarse La Paz del Norte del Valle.
Este es el prontuario criminal de alias Pipe Tuluá
Andrés Felipe Marín Silva, conocido como alias Pipe, ha sido identificado por las autoridades como uno de los líderes de la red criminal La Inmaculada. Según documentos de la Fiscalía General de la Nación, citados por El Tiempo, entre enero de 2011 y abril de 2017, Marín Silva ordenó 46 homicidios, de los cuales 39 fueron ejecutados por sus sicarios. A pesar de sus múltiples traslados de prisión, se le acusa de seguir dirigiendo actividades ilícitas dentro de la cárcel, incluyendo extorsiones, microtráfico y asesinatos por encargo. Su influencia se ha extendido a varios municipios del Valle del Cauca como Sevilla, Bugalagrande y Andalucía.
El expediente también señala que la red criminal ha sido particularmente violenta, con víctimas que incluyen guardias de prisión del Inpec, comerciantes y miembros de la propia organización considerados “soplones”. Los crímenes, a menudo brutales, involucraron desmembramientos y ejecuciones indiscriminadas. La Fiscalía General documentó el uso de armas blancas y fusiles de largo alcance para efectuar estos homicidios.
Alias Pipe Tuluá intentó consolidar su control en el centro del Valle del Cauca, utilizando el temor y la violencia para mantener su poder sobre la región. La red criminal La Inmaculada, anteriormente vinculada a grupos como los hermanos Calle Serna y Los Rastrojos, mantiene una fuerte presencia en el municipio de Tuluá. El liderazgo de Marín Silva le ha permitido dirigir una organización de aproximadamente 40 hombres armados y una red de apoyo similar en tamaño.