Denuncia reveló presunto y delicado caso de acoso laboral en el Invima: estaría relacionado con intento de suicidio y otro ya efectuado

A pesar de las múltiples quejas y denuncias registradas, la dirección del Invima no ha tomado acciones efectivas contra una directiva, principal señalada de acoso

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La mujer que está en la portada sería la directiva a la que le atribuyen múltiples casos de acoso - crédito Colprensa, y Mesa ACFEC Colombia/Facebook
La mujer que está en la portada sería la directiva a la que le atribuyen múltiples casos de acoso - crédito Colprensa, y Mesa ACFEC Colombia/Facebook

La tensión en el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ha aumentado considerablemente a partir de una denuncia sobre presuntos casos de acosos laboral en la institución por parte de algunos directivos.

Este fenómeno se volvió más evidente tras el suicidio del funcionario Juan David Correales Guevara, que decidió quitarse la vida en marzo de 2024. Dicho deceso centró toda la atención en el despliegue las relaciones laborales dentro de la entidad, pues Correales Guevara estaba vinculado al Invima por más de seis años y se quitó la vida en uno de los laboratorios de la institución.

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A pesar de la gravedad de este evento, al parecer el Invima no prestó mayor atención a los frecuentes episodios de agresión y hostilidad por parte de directivos de la institución, como algunos de los trabajadores alegaron a partir de la muerte de Correales.

Según un minucioso reporte que publicó Semana sobre una de las denuncias, una de las funcionarias más señalada por este tipo de comportamientos. Se trata de la directora de Alimentos y Bebidas, Alba Rocío Jiménez Tovar, quien, según las denuncias y reportes, no ha sido objeto de ninguna medida por parte del Instituto.

De hecho, Francisco Rossi, el director general de la institución, ha mantenido a Jiménez Tovar en su cargo a pesar de que son reiteradas las denuncias de maltrato laboral en su contra. Una de las principales víctimas de estas situaciones es María Paulina González, quien intentó suicidarse debido al estrés laboral bajo la gestión de Jiménez Tovar. Con su historia clínica en mano, González ha relatado al medio de comunicación en mención el impacto negativo del mando de Jiménez en su salud mental.

Una directora aparentemente hostil

Desde que Jiménez Tovar asumió la dirección de Alimentos y Bebidas en enero de 2024, las quejas sobre su gestión se han multiplicado. Los trabajadores que están bajo su liderazgo han denunciado que las decisiones tomadas por ella se basan en “percepciones personales poco profesionales”. Estas han generado un ambiente laboral tenso que ha llevado a varios empleados a enfermarse e incluso a presentar incapacidades.

Alba Rocío Jiménez, directora un departamento del Invima y señalada por maltrato laboral - crédito Ilsi-NorAndino
Alba Rocío Jiménez, directora un departamento del Invima y señalada por maltrato laboral - crédito Ilsi-NorAndino

Según las denuncias conocidas por Semana, hay un descontento generalizado entre los empleados. Tan es así, que varios de los trabajadores decidieron enviar un documento dirigido al presidente Gustavo Petro que recoge varias denuncias en las que se pide detener el nombramiento de Jiménez. El escrito fechado el 14 de marzo de 2024, incluyó versiones del grupo de trabajadores, que expresaron su preocupación por la influencia de Jiménez Tovar en el aumento de conflictos internos.

“La llegada de Alba Rocío Jiménez a la dirección está causando muchos conflictos que estamos seguros van a repercutir en situaciones complejas. Esperamos que la muerte no sea el caso (...) Esperemos que nadie salga con represalias, enfermo o muerto, como nuestro compañero”, dijeron.

El caso de María Paulina

María Paulina González, una microbióloga industrial con más de trece años de servicio en el Invima, ha compartido su dramático testimonio con el medio de comunicación. González afirmó que su vida profesional cambió drásticamente desde que comenzó a trabajar bajo la dirección de Jiménez.

En 2018, ella había sido trasladada a la Dirección de Alimentos y Bebidas, donde Jiménez pidió que formara parte de su equipo, en el que era coordinadora. A pesar de ser advertida sobre los antecedentes de acoso de Jiménez, González aceptó la oferta. Un cambio que, según su relato, pronto se tornó problemático con comentarios personales y despectivos hacia ella. “Que era expresiva con los ojos, que tenía que dejar de hacerlo. En las auditorías preguntaba si estaban enamorados de mí, cada cosa que proponía estaba mal”, recordó.

Hacia 2022, González pidió un cambio de área debido a la persecución que enfrentaba. Terminó trabajando bajo la coordinación de Norma Soto en Vigilancia Epidemiológica, y allí encontró un entorno más favorable y reconoció sus propios talentos en actividades profesionales y recreativas. “Encontré actividades en las que era buena. Tomaba muestras, iba a capacitaciones y asistía a reuniones en el Ministerio. Era posible trabajar sin que a uno lo acosaran”, comentó, reflejando un periodo de estabilidad y satisfacción laboral.

Imagen referencial. Instalaciones del Invima - crédito Colprensa
Imagen referencial. Instalaciones del Invima - crédito Colprensa

Pero, en 2024 todo cambió, cuando el director de Alimentos y Bebidas, Carlos Alberto Robles, fue declarado insubsistente. Alba Rocío Jiménez, que ocuparía este cargo de forma interina, reorganizó varias asignaciones internas. Pese a que González expresó a Jiménez su deseo de continuar bajo la coordinación de Norma Soto, su anterior jefa, debido a la buena relación laboral, Jiménez le negó esta solicitud.

Desde entonces, el ambiente laboral para González y otros empleados se deterioró notablemente. “Estuve en urgencias en febrero por un ataque de ansiedad, con dolor en el pecho. Me diagnosticaron depresión y ansiedad. Me medicaron”, relató González. No fue la única afectada por esta situación, ya que alrededor de diez compañeros también fueron atendidos por psicólogos debido al estrés y ansiedad generados en el trabajo.

En un momento de desesperación, González intentó suicidarse en su casa el 10 de mayo, luego de que Alba Jiménez difundiera información falsa presuntamente sobre ella sobre una aparente “amenaza de muerte” en su contra. Aunque no logró quitarse la vida, porque fue detenida a tiempo y trasladada a una clínica psiquiátrica, María Paulina González decidió denunciar.

Las autoridades tienen conocimiento

Otros sectores de la misma entidad también han expresado sus quejas. La industria lechera, por ejemplo, ha cuestionado la metodología utilizada por la dirección de Alimentos y Bebidas para verificar la existencia de lactosueros y ha denunciado que las sanciones impuestas no están justificadas técnicamente.

Ella es Alba Lucía Jiménez Tovar - crédito Mesa ACFEC Colombia/Facebook
Ella es Alba Lucía Jiménez Tovar - crédito Mesa ACFEC Colombia/Facebook

Algunos piden que Jiménez “sea investigada por conflictos de interés de su familia con el manejo de contratos PAE, especialmente en Cundinamarca”, como se lee en una de las denuncias anónimas dirigidas al director general del Invima.

De hecho, un documento radicado el 29 de febrero de 2024 advierte sobre el trato “denigrante, irrespetuoso y grosero” de Jiménez hacia los empleados. También se han cuestionado las intervenciones y decisiones atribuidas a los amigos de Jiménez, una situación que ha generado desconfianza y preocupación entre los empresarios del sector.

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