Cuando una persona es enviada a la cárcel, en la mayoría de los casos se espera que el cumplimiento de la condena se convierta en un tiempo de reflexión y de inflexión para salir reformada y no volver a caer en malos pasos, pero nada de esto sucede con un grupo de presos en una de las cárceles de Cundinamarca, luego que la Fiscalía desmanteló un complejo entramado que se puede calificar como un estilo de call center.
Por medio de un operativo sorpresa efectuado por unidades de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, seccional Cundinamarca, los agentes llegaron hasta el centro penitenciario y carcelario El Diamante, ubicado en el municipio de Girardot. Allí encontraron varias pruebas que dan cuenta de los cobros extorsivos que se realizaban a diario por parte de algunos reos.
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El ente investigador indicó que estas acciones se desarrollan como parte del plan de priorización para fortalecer las acciones investigativas y judiciales en el departamento de Cundinamarca, especialmente en la provincia del Alto Magdalena.
Como resultado de las inspecciones hechas a los patios y celdas del centro carcelario, las autoridades incautaron 22 armas cortopunzantes, marihuana, bazuco, 15 celulares, 20 tarjetas simcard y 12 cuadernos con datos de personas que serían víctimas de extorsiones y estafas que se realizaban desde las celdas.
Gracias a una fiscal de la Unidad Especializada Estructura de Apoyo (EDA) adscrita a la seccional Cundinamarca de la Fiscalía se pudo realizar la legalización de los elementos incautados, los cuales impactan el accionar criminal que busca frenar a siete actores criminales que estarían promoviendo la comisión de delitos como extorsión, homicidio y tráfico de estupefacientes en municipios como Girardot y Ricaurte y Flandes, en el departamento del Tolima.
Cayeron Los Galleros: cobraban extorsiones en Cundinamarca
En un operativo conjunto entre el Departamento de Policía Cundinamarca, el Ejército Nacional y la Fiscalía General de la Nación, fue desmantelado el Grupo de Delincuencia Común Organizado (GDCO) conocido como Los Galleros. La estructura criminal operaba en los municipios de Tibacuy, Fusagasugá, Arbeláez y Tocaima, y se les atribuye la realización de secuestros y extorsiones en la modalidad de falso servicio.
Según investigaciones de las autoridades, esta organización delictiva solicitaba servicios en zonas rurales, haciéndose pasar por miembros de grupos al margen de la ley, y de esta forma obtenían información de sus víctimas para luego exigir dinero a cambio de su liberación. Sumado a esto, despojaban a las víctimas de sus pertenencias y robaban los vehículos utilizados para prestar dichos servicios.
Mediante los operativos desarrollados en Tocaima, Silvania, Viotá y Arbeláez, se capturaron a varios miembros clave, entre ellos: Nelson Rodrigo Zabala Rico, alias Gallero; Jhon Alexander García Montaña, alias Montaña; Wilinton Mario Guerrero, alias Will; y Ángel María Gámez Camelo, alias El Gordo. Asimismo, se incautaron dos armas de fuego, municiones, siete teléfonos celulares y cinco radios de comunicación.
Tras nueve meses de investigaciones, se estima que Los Galleros lograban ganancias ilícitas superiores a los $500 millones a partir de sus actividades criminales, hecho similar al que se conoció en el municipio de Madrid el 11 de abril, donde unidades del Gaula de la Policía detuvieron en flagrancia a dos individuos mientras cobraban una extorsión.
La intervención fue posible gracias a la denuncia de una víctima de robo de una camioneta de alta gama en un parqueadero público del barrio Centro. Los delincuentes utilizaban la modalidad de ‘jalado’ para cometer los robos y posteriormente exigían dinero a cambio de devolver los vehículos.
Según el coronel Carlos Alberto Potes Gómez, comandante de la Región Metropolitana de Policía la Sabana (Remsa), se recomienda a la ciudadanía dejar los vehículos en parqueaderos privados y denunciar cualquier extorsión a las líneas 123 o 165, o acudir a los CAIs (Comandos de Atención Inmediata) o estaciones de policía más cercanas para poner en conocimiento de las autoridades la situación.