José Raúl Mulino, presidente electo de Panamá, confirmó visita de Gustavo Petro al país centroamericano: abordarán estos temas

El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, confirmó que el presidente colombiano, Gustavo Petro, visitará el país centroamericano este domingo, 9 de junio de 2024.

Durante la visita diplomática, el mandatario electo se ha comprometido a recibir dignatario nacional para dialogar sobre diversos temas, entre ellos, la creciente migración irregular por la selva del Darién, una frontera natural y peligrosa entre ambas naciones.

De acuerdo con la información propiciada por la agencia de noticias EFE, Mulino —que asumirá el gobierno panameño el primero de julio del año en curso—, declaró ante los periodistas que atenderá a Petro el domingo, tras recibir una solicitud de reunión por parte de la embajada colombiana.

“Lo voy a atender el domingo, posiblemente. La Embajada de Colombia circuló a mi oficina una petición de una reunión el día domingo, todo se mantiene, yo le dije que con mucho gusto”, afirmó Murillo.

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De hecho, Gustavo Petro había anunciado el 1 de junio su intención de visitar la provincia panameña de Bocas del Toro para recuperar los restos de colombianos fallecidos a finales del siglo XIX. Según el primer dignatario colombiano, se trata de honrar la historia colombiana al “desenterrar esos cuerpos y traerlos porque representan nuestra historia”.

Así expresó el presidente durante la ceremonia de ascenso de subtenientes en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, el 31 de mayo, cuando comentó que en Bocas del Toro había “intelectuales, pensadores, soldados, guerreros; allí había personas que quizás hubieran podido construir un mejor país o una mejor América”. Además, subrayó que la pérdida de dicho territorio fue consecuencia de la “indignidad de quienes gobernaban en ese entonces”.

En otro segmento de sus declaraciones, Mulino se mostró dispuesto a mantener una “buena relación” con el mandatario colombiano. “Petro es un mandatario con el que pretendo tener una buena relación, nuestro vecino, además compartimos una frontera complicada y de esos temas, pues, hablaremos. Todos los temas se pueden conversar”, manifestó el presidente electo.

No obstante, el gobierno panameño actual, que está encabezado por el presidente saliente Laurentino Cortizo, aún no ha emitido una comunicación oficial que asegure la visita de Gustavo Petro a Bocas del Toro. que fue la provincia históricamente vinculada a Colombia, que fue separada en noviembre de 1903, un hecho que, como recordó Petro, sigue siendo un tema sensible y cíclicamente controversial en Panamá.

Según declaraciones publicadas por EFE, Mulino aclaró que su reunión con Petro no se dará en Bocas del Toro, ya que “no tiene nada que hacer” en esa provincia. “Él va a venir antes, yo no conozco la agenda del presidente Petro, pero sí, lo veré el domingo. Yo no lo veré antes”, dijo Mulino.

Aún así, los asuntos migratorios tan dispendiosos que suceden en la selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, persiste en ser un álgido y crucial tema de la agenda de ambos dirigentes, especialmente debido al incremento de migración irregular por esa peligrosa zona. Este asunto es uno de los muchos que Mulino y Petro están dispuestos a abordar en su próxima reunión.

Mientras tanto, las circunstancias en la selva fronteriza siguen tensas y Estados Unidos ha decidido intervenir. La administración de Joe Biden ha anunciado que se implementarán nuevas restricciones para las solicitudes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México que limitarían la entrada de migrantes y deportaría quienes no cumplan con estrictos estándares. Según se informó el 3 de abril de 2024, estas medidas entrarán en vigor cuando se superen las 2,500 detenciones diarias.

Estas restricciones han generado preocupación en torno a la crisis migratoria que ha estado presente durante años en la frontera entre Colombia y Panamá. En el área del Tapón del Darién, más de 1,000 migrantes cruzan diariamente en su ruta hacia el país norteamericano, principalmente, y se enfrentan a desafíos humanitarios. Este contexto se ha agravado en lugares como Necoclí, Acandí y Turbo, municipios en los que grandes grupos de migrantes se encuentran en situación de mendicidad y vulnerabilidad.

El impacto de estas nuevas políticas es significativo para los migrantes haitianos y de otras nacionalidades que atraviesan estas rutas peligrosas.