Esta es la historia detrás de la colección de piezas indígenas más grande de Colombia

El Museo Arqueológico protege piezas invaluables que transmiten las costumbres de las comunidades precolombinas del país

Guardar
El Museo Arqueológico (Musa), esta ubicado en el barrio La Candelaria, de la capital del país - crédito Instagram/@museomusa
El Museo Arqueológico (Musa), esta ubicado en el barrio La Candelaria, de la capital del país - crédito Instagram/@museomusa

En el Museo Arqueológico (Musa), ubicado en el barrio La Candelaria, de la capital del país, son resguardadas cerca de 13.000 piezas precolombinas, cuyo valor histórico es invaluable para Colombia. Las reliquias elaboradas en cerámica son el reflejo de las raíces del país.

Desde hace 54 años, el museo custodia la herencia de los pueblos indígenas para conservar y reconstruir la memoria de las comunidades que habitaron el territorio antes que nosotros. La colección se encuentra en el sótano del predio a una temperatura de -3 grados centígrados y la entrada a los visitantes está restringida para evitar daños a las obras y garantizar su conservación.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

Las piezas tienen un sin numero de patrones y tamaños - crédito Instagram/ @museomusa
Las piezas tienen un sin numero de patrones y tamaños - crédito Instagram/ @museomusa

En esta área del Musa, los encargados del museo y el equipo de arqueología se dedican a conservar todos los elementos encontrados, que corresponden al periodo precolombino, antes de la conquista del Imperio Español. Esta recopilación está conformada por 16 áreas arqueológicas de distintas zonas del país como Quimbaya, Sinú, Nariño, Guayupe, San Agustín, Muisca, Corinto, Calima, Tayrona, Antioquia, Chimila, Guane, Río Magdalena, Tumaco, Tolima y Tierradentro.

La colección de piezas tiene un sin número de patrones, formas, tamaños y distintos usos que revelan cómo las comunidades indígenas de la época se adaptaron al entorno. Si bien estos grupos podían ser de diferentes zonas y épocas, compartían el detalle en la cerámica, pues cada pieza es única y se nota la finura de cada elemento.

Según explican los expertos del Museo Arqueológico de Bogotá, los indígenas utilizaron el barro desde el año 6.000 a.C para distintas tareas como cocinar o almacenar granos y otras cosas de valor. Además, encontraron que las obras de cerámica cumplían un rol fundamental durante la época precolombina, pues varias tribus las usaban en distintos rituales y ceremonias fúnebres.

Las piezas plasman la manera en la que los indígenas se relacionaban y conectaban con la naturaleza / @museomusa
Las piezas plasman la manera en la que los indígenas se relacionaban y conectaban con la naturaleza / @museomusa

Para evitar confusiones y no extraviar las obras de la época precolombina, Doris Rojas, antropóloga, le dijo a El Tiempo que “Cada pieza tiene una numeración específica para identificarlas dentro de la colección. En el último pasillo están organizadas las figuras del área arqueológica de Tumaco. Esta cultura desarrolló el manejo figurativo del hombre con el animal”.

La experta también señaló que cada pieza tiene un diseño único, ya que plasman la manera en la que los indígenas se relacionaban y conectaban con la naturaleza. Las figuras muestran máscaras de personas con jaguares, aves, moluscos, caimanes y otro tipo de animales que cubren las pieles del humano. “Son yelmos, una indumentaria de Tumaco; mascarones que representan la transformación entre animal y hombre”, explicó.

El ‘Arboretum’ de Santa Marta

El ‘Arboretum’ es una iniciativa de la  Universidad del Magdalena para fomentar la conciencia frente al cuidado del medio ambiente- crédito Universidad del Magdalena
El ‘Arboretum’ es una iniciativa de la Universidad del Magdalena para fomentar la conciencia frente al cuidado del medio ambiente- crédito Universidad del Magdalena

Otra ciudad que le apuesta a la conservación y a la promoción de la cultura es Santa Marta. Por medio del ‘Arboretum’ de la Universidad del Magdalena, la capital de Magdalena se convirtió en la primera ciudad de Colombia en albergar un museo de árboles.

El proyecto nace como una estrategia de educación ambiental que busca preservar y conservar a través del conocimiento de los árboles que tiene la Universidad de Magdalena mediante la innovación tecnológica como aliada para interactuar con la naturaleza.

Pablo Vera Salazar, rector de la Universidad del Magdalena, inauguró el 2 de mayo de 2024 el proyecto ‘Arboretum Unimagdalena’, un museo vivo que alberga una amplia variedad de árboles al interior de su campus universitario. La iniciativa cuenta con una colección de 690 árboles clasificados en 46 especies y 18 familias.

Durante el recorrido por el sendero ambiental, los visitantes encontrarán en los árboles unos letreros en madera, con el nombre de la especie y un código QR que, al ingresar, permitirá a los visitantes descubrir las características de la planta y datos pertinentes como el nombre científico, historia, usos, dimensiones y metodologías para conservar cada especie.

Guardar