La implementación del Acuerdo de Paz firmado con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) ha sido cuestión de debate por los avances que ha tenido en casi ocho años. Según el mismo presidente de la República, Gustavo Petro, lo pactado en 2016 no se ha cumplido como debería.
De acuerdo con lo informado por la representante a la Cámara por el Partido Cambio Radical Carolina Arbeláez en noviembre de 2023, de $1,2 billones destinados a la paz para ese año, no se ejecutó un solo peso. Por otro lado, según verificó la Unidad de Datos de El Tiempo en abril de 2024, solo se ha utilizado el 0,3 % de $470.497 millones dirigidos a la fiducia mercantil del Fondo Colombia en Paz (FCP) en lo corrido del presente año.
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Pero, las críticas a la implementación van más allá de la ejecución presupuestal. En redes sociales se ha generado una tendencia en la que se hacen señalamientos de lo que se pactó con la extinta guerrilla y lo que hasta el momento se ha incumplido. La periodista Darcy Quinn, de La FM, se unió a la tendencia haciendo referencia a los excombatientes. “#ElAcuerdoFue que no iban a volver al Monte….y volvieron”, escribió en X (antes Twitter).
La publicación de la comunicadora social generó malestar en los exguerrilleros que firmaron la paz y que han buscado reincorporarse a la vida civil y política en los últimos años. El partido político Comunes, compuesto por excombatientes, se pronunció al respecto, resaltando la violencia que se ha ejercido en contra de ellos luego de la firma del Acuerdo de Paz.
“Más de 400 firmantes de paz asesinados no les bastan, esto se llama ESTIGMATIZACIÓN y sirve para señalar y que otros aprieten el gatillo”, aseveró la colectividad en la red social. De igual manera, explicó que por lo menos el 90% de los 13.000 exguerrilleros ha mantenido su compromiso con lo pactado.
Luego, arremetió contra los medios de comunicación por tildar de “disidentes” a quienes se acogieron al Acuerdo de Paz y ahora son asesinados. “Construye paz a pesar de que para la prensa centralista, a la que no le preocupa la vida de quienes no habitan las grandes urbes, salga a señalar de disidentes a quienes sufren de violencia y persecución en las regiones”, añadió el partido Comunes.
Un usuario de la red social indicó que las Farc-EP todavía se mantienen operando en Colombia, por lo que la colectividad explicó que no es cierto que la organización guerrillera siga existiendo, porque fue desarmada en septiembre de 2016, cuando se llevó a cabo la última “conferencia guerrillera”.
“Solo unos cuantos guerrilleros no se acogieron a la decisión y desertaron del proyecto y, quienes tras la firma volvieron a las armas, nada tienen que ver con el proyecto político de Manuel Marulanda Vélez y Jacobo Arenas. No importa cuántos esfuerzos haga la derecha por revivirlas”, precisó.
Por su parte, el senador de la colectividad Omar Restrepo señaló de irresponsable a la periodista por lanzar comentarios que estigmatizan a los firmantes de paz. Resaltó que la gran mayoría de los excombatientes sigue en pie, trabajando en proyectos productivos, políticos, escolares y agrícolas. Esto, pese a que el Estado Colombiano no ha implementado lo acordado como debería.
¿Qué ha pasado con la implementación del Acuerdo de Paz?
Según la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz, a corte del 9 de noviembre de 2023 se gestionaron 603.711 hectáreas de tierra, de las cuales más de 44.000 fueron comprados y 450.000 fueron formalizadas para víctimas del conflicto armado, campesinos, indígenas y población negra.
Asimismo, se invirtieron $1,73 billones para poner en marcha 472 Planes de Acción para la Transformación Regional (Patr), y otros 3,2 billones fueron destinados al Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (Penis) para cumplir con los acuerdos establecidos con familias campesinas. En total, 9.555.446 personas han sido reconocidas como víctimas y casi el 80% está recibiendo atención.
Con respecto a los firmantes de paz, se brindaron condiciones para que participen en política, lo que permitió la creación del partido Comunes y otras expresiones y movimientos sociales integrados por excombatientes de las extintas Farc.