La comunidad en el municipio de Mutatá (Antioquia) está consternada ante la emergencia que se presentó durante el puente festivo cuando la creciente del río arrastró a cuatro personas que, al sol de hoy, siguen desaparecidas.
Según información de las autoridades, el hecho ocurrió en la tarde del lunes 3 de junio en un balneario Puntiadero, uno de los principales destinos turísticos de la región. Entre los desaparecidos, se identificó a una mujer de 23 años junto a su hijo de cuatro años, quienes estaban de paseo, y las otras dos víctimas que, al parecer, estaban pescando en el afluente.
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Rubén Velásquez Sepúlveda, secretario de Planeación del municipio, informó que el Sistema de Alerta Temprana del departamento (Sama) emitió las alertas correspondientes tras la creciente, permitiendo que las comunidades aguas abajo tomaran las precauciones necesarias.
La emergencia en Puentiadero fue reportada segundos después de ocurrir mediante el chat de emergencias del municipio, lo que activó la respuesta de los organismos de socorro.
El funcionario confirmó que la creciente arrastró a una mujer y a su hijo menor de edad. Testimonios de la comunidad señalaron que otras dos personas, que se encontraban en actividades recreativas, también fueron arrastradas por la corriente.
Así como lo explicó en Caracol Radio, el comandante de bomberos de Mutatá, Jean Carlo Navarro, “una creciente súbita donde desafortunadamente, hasta el momento, eran cuatro personas las que estaban desaparecidas. Eso fue en Punteadero, en el río Mutatá. Eso es un sitio turístico donde las personas llegan a bañar. Dicen que es una señora y un niño que se encuentran desaparecidos. Dicen que también hay unos pescadores”.
Además, el funcionario señaló que las autoridades competentes iniciaron con la búsqueda en los puentes y las zonas estratégicas, y se encuentran a la espera de una motobomba para apoyar la atención de la emergencia.
Unas 30 personas quedaron atrapadas por creciente del río durante un “paseo de olla”: siete menores fueron rescatados
La tarde del lunes festivo del 3 de junio, varias familias se reunieron en el río de Oro, en Piedecuesta, Santander, para el tradicional “paseo de olla”. Sin embargo, una súbita creciente del río dejó a 26 personas atrapadas en una orilla, impidiendo su retorno.
Después de ocho horas de labores de rescate, fueron evacuados 12 hombres, 7 mujeres y 7 menores de edad. Una de las mujeres tuvo que ser trasladada a la Clínica de Piedecuesta al presentar síntomas de hipotermia y descompensación.
Un bañista relató al medio regional Vanguardia que el aumento del caudal fue repentino y arrastró a seis personas, quienes resultaron ilesas. Intentaron cruzar el río, pero la corriente era demasiado fuerte: “Siempre habíamos venido a bañarnos aquí y nunca habíamos visto algo así”, comentó.
Familiares y amigos en la otra orilla alertaron a los organismos de rescate. Juan Carlos Garzón Rojas, de la Defensa Civil de Piedecuesta, informó que 27 rescatistas, incluyendo miembros de la Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios y la Policía, acudieron al lugar tras recibirse la llamada de emergencia.
Paralelamente, intensas lluvias causaron daños en viviendas en Barrancabermeja. Un funcionario de la Alcaldía indicó a Blu Radio que se está realizando un censo en las zonas afectadas: “Llevamos una cuerda y, utilizando una tirolesa, uno de los socorristas inició el rescate. La llamada de emergencia la recibimos a las 3:30 de la tarde y finalizamos cerca de las 11 de la noche”, comentó Garzón Rojas.
Además, las fuertes lluvias también han provocado daños en algunas viviendas en municipios como Barrancabermeja. “Hay viviendas destechadas, así como árboles y redes eléctricas caídas”.