Gustavo Petro insistió en la petición de hacer una ronda de negociaciones con el ELN en el Vaticano: “Está enredado”

El presidente Gustavo Petro parece que está reconociendo que las hiladas de las conversaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) no estarían cumpliendo con su cometido, y más cuando se reporta “un congelamiento” en las negociaciones, y las actuaciones de ambos actores parecen apuntar a varios reveses en los compromisos derivados de las mesas de diálogos.

En recientes declaraciones, el primer dignatario colombiano ha reafirmado su iniciativa de realizar una ronda de diálogos de paz entre su gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el Vaticano. Según informó, la propuesta fue transmitida personalmente al Papa Francisco durante un previo encuentro.

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En sus afirmaciones, Petro explicó que la elección del lugar no es casual, sino que responde a la “fuente cristiana” atribuida al ELN desde su fundación, en especial debido a la influencia del sacerdote Camilo Torres Restrepo. Torres fue una figura clave en la formación del grupo guerrillero y es también conocido por su vinculación con la teología de la liberación, un movimiento que aún tiene presencia en diversas comunidades de Latinoamérica.

“En ese lugar hablamos de una posibilidad que le transmitía al papa Francisco, que es poder realizar—está enredado poderlo hacer— pero una ronda de paz, de conversaciones, de diálogos sobre la paz con el ELN, que siempre se ha atribuido una una fuente cristiana en su fundación que proviene del sacerdote Camilo Torres Restrepo y que fundó, con otros la que se ha denominado la teología de la liberación, que aún vive en nuestros pueblos”, dijo el jefe de Estado.

“Entonces me pareció que eso podría juntar el deseo de paz de tanta gentes en las regiones de Colombia martirizadas, y que un buen lugar podría ser allá, bajo el cobijo diplomático del Estado Vaticano. Es una idea que hay que ver si se puede realizar”, detalló.

En ese sentido, el presidente afirmó que continúa buscando vías para disipar las tensiones y lograr acuerdos sostenibles que pongan fin al conflicto armado de décadas. Destacó que priorizaría el diálogo como una herramienta clave en su agenda política, a través de figuras mediadoras como el líder religioso, para avanzar en las negociaciones.

Lo que manifestó Gustavo Petro resulta relevante, toda vez que las comunicaciones que la delegación del ELN ha venido emitiendo a través de las redes sociales han contado con numerosas atribuciones al Gobierno. De hecho, una de las críticas más constantes es que las instituciones no han obrado en conformidad con los acuerdos pactados en cada uno de los ciclos por los que ha pasado la mesa de diálogos.

Días atrás, el 30 de mayo de 2024, el ELN afirmó —con respecto a la firma del Primer Acuerdo que sucedió el 6 de mayo—que “en la medida que el Gobierno pase a darle cumplimiento a todos los Acuerdos, será mejor el indicativo para dejar atrás el congelamiento en que se encuentra la Mesa. El #ELN ratifica su rectitud con los Acuerdos cuando dice y cumple su máxima: firmar para cumplir”.

A mediados de enero, se conoció que Gustavo Petro había propuesto la Ciudad del Vaticano como sede para una próxima ronda de diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), según lo anunciado por el propio presidente de Colombia tras una reunión privada con el papa Francisco en la Santa Sede.

En una declaración ante periodistas en la Plaza de San Pedro en ese mes, el presidente colombiano manifestó su interés en llevar las negociaciones de paz al Vaticano, y destacó que “es posible que hagamos una ronda acá, ya se hablará con el ELN”, afirmó Petro.

La Iglesia Católica ha jugado un papel significativo en los esfuerzos de paz en Colombia. Petro recordó y agradeció este apoyo, y puso en relieve que el papa Francisco respalda pasos más profundos en los acuerdos de paz.

De hecho, en varias de las afirmaciones del máximo sacerdote de la Iglesia de Roma, Francisco ha centrado su atención en la situación colombiana, pidiendo la liberación inmediata de todos los secuestrados, por ejemplo. Esta solicitud se sumó a reuniones previas con la vicepresidenta Francia Márquez y la primera dama Verónica Alcocer para discutir temas de paz en el país.