El relato de las azafatas que estuvieron en el secuestro del vuelo 601: “La encuentran ya o las mato”

Edilma Pérez y María Eugenia Gallo fueron parte de la tripulación de la aeronave que fue retenida por dos futbolistas paraguayos

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La producción está basada en hechos reales que se registraron en 1973 - crédito Netflix
La producción está basada en hechos reales que se registraron en 1973 - crédito Netflix

En los últimos años, las producciones audiovisuales basadas en hechos reales han sido recibidas de manera positiva por parte de los consumidores de plataformas de streaming, un ejemplo de ello es la película La sociedad de la nieve, basada en la supervivencia de un equipo de rugby que protagonizo un accidente aéreo en el glaciar Valle de las Lágrimas ubicado en la Cordillera de Los Andes.

Siguiendo con este tipo de hechos, Miracol Media y Netflix estrenaron el 10 de abril Secuestro del vuelo 601, una serie de seis capítulos en la que se cuenta la historia de dos futbolistas paraguayos que decidieron tomarse un avión colombiano que tenía como destino llegar a Cali.

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Por fuera de la historia de los deportistas, otro aspecto que llamó la atención de los espectadores fue la importancia que tuvieron las azafatas Edilma Pérez y María Eugenia Gallo, que a pesar de que varias situaciones de la producción fueron creadas para aumentar el drama de la serie, sí hicieron parte de uno de los secuestros aéreos más extensos de la historia.

Luego de 51 años, Pérez y Gallo expusieron su versión de los hechos a Los informantes, revelando secretos que no habían sido revelados del secuestro.

El 30 de mayo comenzó el secuestro del vuelo de la aerolínea colombiana Sociedad Aeronáutica de Medellín - crédito Netflix
El 30 de mayo comenzó el secuestro del vuelo de la aerolínea colombiana Sociedad Aeronáutica de Medellín - crédito Netflix

En la actualidad Edilma Pérez tiene 82 años, mientras que María Eugenia Gallo 74 y aunque han pasado más de 50 años desde el hecho que marcó sus vidas, siguen siendo grandes amigas.

“Me casé de 14 años y medio, yo empecé de azafata por necesidad porque yo ya estaba separada y como en realidad yo no había estudiado sino hasta el segundo bachillerato me ofrecieron el puesto de azafata”, indicó Pérez sobre su llegada a la aerolínea Sociedad Aeronáutica de Medellín, en la que conoció a Gallo.

En un aspecto que fue respetado en la producción, las azafatas ingresaron al vuelo horas después de que comenzara el secuestro, esto ante la petición de que fuera cambiada la tripulación para atender a los rehenes; sobre esto, María Eugenia Galló recordó que llegaron a un “avión totalmente apagado, oscuras, todos los hombres sudorosos”.

Sobre ese momento, Edilma indicó que lo único que hicieron los secuestradores fue revisar que ninguna de las dos llevara consigo un arma o algún elemento con el que pudieran intentar generar un motín.

“Llegamos al aeropuerto, al rato llegaron con la plata porque la traían de un banco de Aruba, entonces ya empezaron a organizar el cambio de relevo, los secuestradores dijeron que tenía que subir un piloto y bajar otro hasta que abordamos todos los tripulantes, nos encontramos que ellos nos requisan para que no lleváramos ninguna arma”, recordó Edilma Pérez en Los Informantes.

Mónica Lopera y Ángela Cano fueron las encargadas de interpretar a las azafatas del vuelo - crédito Netflix
Mónica Lopera y Ángela Cano fueron las encargadas de interpretar a las azafatas del vuelo - crédito Netflix

En algo que estuvieron de acuerdo las dos mujeres es que los secuestradores paraguayos fueron violentos en todo momento, comportamiento con el que buscaban mantener la fachada de que eran integrantes del ELN, pero hubo una situación en la que perdieron el control.

Con nosotros fueron muy bruscos porque hubo momentos demasiado difíciles en los que nos apuntaban con una pistola en la cabeza. Empezamos a volar, a dar vueltas… Se les perdió una pistola, entonces ellos creyeron que nosotras las auxiliares teníamos la pistola””, indicó Edilma.

De la misma forma, Gallo aseguró que ese fue el momento en el que más sintió miedo de morir, ya que la ansiedad de los paraguayos hizo que las amenazaran en repetidas ocasiones.

“Estaban en un estado en nervios, que estos hombres estaban que explotaban ya y se les pierde un revólver, seguramente por la ansiedad, por todo lo que estaban manejando, se les pierde, entonces dicen ‘la encuentran ya o las mato’”.

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