El Aguardiente Amarillo de Manzanares, producto insignia de la Industria Licorera de Caldas (ILC), se vio envuelto en una intensa batalla legal que resultó en la ausencia de esta popular bebida en Cundinamarca, dejando a los consumidores locales sin acceso a ella. Pues, la Gobernación de Cundinamarca dictó una resolución que prohíbe la comercialización de este producto en el departamento.
La medida tomada tenía como objetivo proteger el Aguardiente Néctar, elaborado por la Empresa de Licores de Cundinamarca, frente a la creciente popularidad del Aguardiente Amarillo. A pesar de esto, la Industria Licorera de Caldas (ILC) apeló la prohibición y consiguió un permiso temporal para vender su producto en Cundinamarca, aunque esta autorización fue revocada posteriormente.
Teniendo lo anterior en cuenta, recientemente el concejal de Bogotá, Juan David Quintero hizo una publicación en su cuenta de X haciendo referencia a la prohibición de Aguardiente Amarrillo en el departamento de Cundinamarca y en la ciudad de Bogotá. Y dio a entender que pronto informaría sobre cómo lograría que dicho producto volviera a la capital colombiana.
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“¡Bogotá libre y soberana! ¡Dónde se toma el aguardiente que se quiera y no dónde monopolios absurdos reinan! Pronto les cuento cómo lo lograremos!”, comentó el concejal en su cuenta de X.
Las palabras antes citadas, fueron respondidas en la mañana del 2 de junio por la representante a la Cámara del Pacto Histórico, María Fernanda Carrascal le respondió al concejal capitalino cuestionando si acaso también tenía dentro de sus planes que el aguardiente Néctar sea vendido en el departamento de Antioquia. Además, calificó dicha publicación por parte de Quintero como algo “populista y vacío”.
“¿También vas a lograr que Néctar se venda en Antioquía o cómo es la cosa?¿por qué no le explicas a la gente que los recursos de las licoreras departamentales van a educación y deportes de sus territorios? Esto sí que es populista y vacío. Quiero ver cómo vas a lograr algo e esta materia desde el Concejo de Bogotá”, contestó la representante a la Cámara del Pacto Histórico.
A lo que un usuario de X le respondió a la congresista que: “Pues que las licoreras repartan esos recursos en los departamentos donde vendan, que estupidez amarrarlo a un tema regionalista, que prime el libre mercado”.
Y Carrascal contestó de regreso que: “A ver, ese no es el punto. Juan David es un concejal, no puede hacer nada en este asunto”.
En cuanto a la Industria Licorera de Caldas, recientemente, la empresa registró ventas anuales de aproximadamente 3,5 millones de dólares en el mercado internacional, según datos de La República. No obstante, la licorera aspira a ir más allá de estos resultados y tiene en marcha planes de expansión más ambiciosos para los años venideros.
Fuentes consultadas por el medio antes mencionado señalaron que la comercialización en los actuales países ya no es suficiente, por lo que la empresa está en proceso de expandirse a nuevos mercados europeos y americanos. Los planes apuntan a casi cuadruplicar los ingresos por exportación, aumentando las ventas de 3,5 millones a 15 millones de dólares anuales y logrando distribuir un total de 5 millones de botellas a nivel internacional.
Para dicho objetivo, la Industria Licorera de Caldas planea expandirse a más de 18 países en los próximos cuatro años. Entre los territorios en estudio se encuentran Alemania, Bélgica, Inglaterra, los Países Nórdicos y Venezuela, donde ya se están llevando a cabo análisis de mercado para evaluar su viabilidad.
El crecimiento del Aguardiente Amarillo no solo constituye un éxito comercial para la Licorera de Caldas, sino que también busca estrechar lazos con los colombianos en el extranjero. Ya que estos podrán tener a su disposición productos tradicionales como el ron Viejo de Caldas, el aguardiente Cristal y, por supuesto, el Aguardiente Amarillo de Manzanares, ahora más accesibles en sus lugares de residencia.