Caleña denuncia que un conductor de aplicación le “pidió pagar en especie” antes de recogerla

En pánico se encuentran las usuarias de plataformas de transporte en Cali, capital del Valle del Cauca, luego de que la joven Camila Ibez denunciara a través de su cuenta en X que al solicitar un servicio de arrendamiento por la aplicación Didi, el conductor le pidiera que, a cambio de la carrera, le pagara masturbándolo.

“Esta semana pedí un Didi moto y antes de llegar el servicio, el tipo me escribe pidiendo pago en especie a lo que yo le pregunto y me dice masturbas. El caso es que yo cancelé e hice reporte, pero hoy un amigo me mandó el TikTok de ese enfermo”, precisó, con desagrado.

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Y es que el conductor que, presuntamente, habría solicitado servicios sexuales a cambio de llevarla de un punto a otro de la ciudad, divide su tiempo entre las aplicaciones de transporte y la creación de contenido en TikTok.

Identificado como el davinchi 2.0, su cuenta ya no se está disponible, pero, aun así, lograron confrontarlo, a lo que él, desvió el tema por completo, haciendo pasar el problema por un tema de cancelación del servicio:

“Eso se usa para que el cliente cancele y no afecte la tasa de finalización por qué dejas bajar mucho la tasa de finalización no te van a llegar pedidos igualmente pues ofrezco disculpas y no soy el único que lo hace porque si no, no te llegan carreras, si aceptas y cancelas servicios por eso no siempre busca que el cliente cancele y es un tema que uno no puede estar divulgando en cualquier lado sobre lo de la finalización por qué si se dan cuanta las app que le hacemos esa trampa van a buscar otra forma de que hagamos si o si los servicios ya después de aceptados. Igualmente me disculpo”.

Su temor, ahora, consiste en que el davinchi siga realizando solicitudes indebidas a sus clientes, pero, sin dar previo aviso. Poniendo a las mujeres que aborden su vehículo entre la espada y la pared:

“La verdad me da mucho miedo y estuve de buenas porque el asqueroso este me avisó antes de llegar a donde yo estaba y pude cancelar y hacer el debido reporte, pero ahora que veo que este imbécil cochino y degenerado usa sus redes como si nada inspirando “confianza” veo la necesidad de subir su foto aquí y mostrar que es un enfermo”, lamentó Camila, en un llamado claro a las autoridades a apropiarse del tema.

El estremecedor testimonio de una joven víctima de abuso sexual ha dejado en vilo a la población de Chía, a unos minutos de Bogotá. La denuncia de la joven da cuenta de la vulnerabilidad de las mujeres que regresan solas a sus hogares después de una noche de fiesta y sugiere que un taxista podría estar involucrado de manera recurrente en el delito de abuso.

La joven relató que los hechos ocurrieron el pasado 3 de mayo, cuando decidió salir con una amiga a la discoteca Cafeta en Chía. “Unos chicos se nos acercaron, nos dieron tragos, después de eso yo me empecé a sentir muy mal”, contó la víctima en una entrevista con el matutino Arriba Bogotá. Según su testimonio, tras salir de la discoteca, estos hombres le hicieron el “favor” de subirla a un taxi que la llevaría a su casa.

Pero, lo que parecía ser un gesto de amabilidad, se convirtió, rápidamente, en una pesadilla. “Antes de llegar a mi casa, a unas tres cuadras, yo sentí un peso encima. Él se aprovechó de mí y cuando me desperté estaba encima mío, abrochándose los pantalones”, recordó con impotencia.

Al llegar a su residencia, intentó hacer varias llamadas sin éxito. De ahí que manifestara su desconcierto ante la falta de acción por parte de las autoridades. Denunció que ha sido “revictimizada” por el sistema judicial en múltiples ocasiones. “Me asusté. Obviamente intenté hacer muchas llamadas al llegar a mi casa, pero no me contestaron. Las autoridades me han revictimizado. Han enviado mi caso a yo no sé cuántas entidades”, insistió.

Y es que, además del trato injusto por parte de la policía, la joven se quejó también del personal del hospital San Antonio de Chía, donde no fue atendida pese a presentarse inmediatamente después del ataque. “Las autoridades no se mostraron interesadas en mi caso, a pesar de que podrían haber recabado pruebas”, añadió con indignación.

El llamado de la víctima es claro: “que se haga justicia”. Destacó que frente a la discoteca Cafeta, hay cámaras de seguridad de la estación de policía que podrían haber registrado el incidente, pero éstas no han sido revisadas. “Al frente de la discoteca Cafeta, mirando al costado en el que estaba esperando el taxi, ahí hay una cámara y es de la estación de Policía, pero no la han querido revisar. Una persona, como el señor de ese taxi, no puede seguir trabajando”, sostuvo.