Jaime Andrés Beltrán, alcalde de Bucaramanga, se refirió en La FM a las declaraciones que dio el gobernador de La Guajira, quien lo señaló de “nazi” por su manejo de la situación con extranjeros que delinquen en la ciudad. Beltrán destacó la necesidad de una política más firme y efectiva en la expulsión de extranjeros que infringen la ley.
“Yo he sido muy enfático, el problema no es con el gobernador de La Guajira ni el problema del gobernador es conmigo. El problema es con los migrantes que vienen a cometer delitos y se radican en el territorio,” afirmó Beltrán. Además, dijo que la responsabilidad de expulsar a los migrantes es de Migración Colombia y no de los alcaldes locales.
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Durante la entrevista, Beltrán explicó la situación actual que vive Bucaramanga, Santander, donde hay más de 100 personas de nacionalidad venezolana identificadas con múltiples crímenes. “Hace tres meses estoy solicitando a Migración Colombia y al Gobierno nacional que nos permitan la expulsión porque los alcaldes por sí solos no podemos expulsar. Es Migración Colombia la que hace las expulsiones, pero la respuesta es que máximo podemos expulsar cinco personas por mes”, mencionó.
Igualmente, reveló que varios de los delincuentes tienen órdenes de captura por delitos de alta gravedad, como porte de armas, estupefacientes, riñas e irrespeto a la autoridad, entre otros. El mandatario local también expresó su inconformidad con la eficiencia operativa, ya que muchos de los deportados vuelven al país a través de rutas ilegales.
“Este año llevamos nueve expulsados de la ciudad a través de la frontera con Cúcuta, pero coloquialmente, más se demora el bus en regresar que ellos en estar nuevamente en la ciudad”. Además, señaló la necesidad de reformar las normativas actual para realizar más expulsiones, pues en la actualidad solo se pueden hacer cinco por mes. “Nosotros estamos pidiendo que sean cinco por semana”, agregó.
Ante los señalamientos que lo catalogan como una persona xenófoba, aseguró que su postura no pretende discriminar a nadie, sino responder al contexto actual de Bucaramanga. “Aproximadamente el 15% de los delitos han sido cometidos por estas personas y cuando uno va a hablar del tema, pues es tildado de xenófobo. Los bumangueses estamos cansados de ver cómo los casos de sicariato y robo son perpetrados por personas migrantes,” resaltó.
Diferencias con las posturas gubernamentales
Con relación a las indicaciones dadas por el Gobierno nacional sobre la gestión de los migrantes en Bucaramanga, el alcalde de la ciudad la rechazó de forma vehemente. Beltrán hizo hincapié en la normativa vigente e insistió en que a otras ciudades les permiten realizar expulsiones masivas, mientras que la capital de Santander se enfrenta a todo tipo de “trabas”. Pese a las restricciones, aseguró que las autoridades locales seguirán con la orden de expulsar a cualquier ciudadano venezolano que cometa delitos en la ciudad.
En su cuenta de X, el funcionario denunció una supuesta “represión de extranjeros capturados” y consideró que esta situación representa una barrera en su lucha contra la delincuencia. “Así es imposible poder generar un avance significativo cuando se atraviesa esta tramitología, que a los únicos que afectan son a los ciudadanos”, agregó.
Las declaraciones del alcalde de Bucaramanga generaron el rechazo de varios sectores de la sociedad. Para Juan Carlos Mantilla, director del Departamento Socio-humanístico de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab), es de gran valía respetar los derechos y libertades fundamentales sin estigmatizar a ninguna población.
El experto destacó en medios locales la importancia de tratar la delincuencia de manera integral, no solo enfocándose en los venezolanos. Según las estadísticas de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, el 13% de los capturados por delitos como microtráfico de drogas, hurto y porte ilegal de armas, que suman un total de 742 individuos, son extranjeros.