El jueves 30 de mayo fue inaugurado el Museo Subterráneo Monumental 180, situado en el interior de la Catedral de Sal de Zipaquirá, considerada la primera maravilla arquitectónica de Colombia.
Esta nueva atracción se distingue como el primer museo natural bajo tierra del mundo, con once esculturas en mármol y piedra realizadas por artistas internacionales y nacionales.
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El museo, ubicado en las profundidades de la Catedral de Sal de Zipaquirá, busca ofrecer una perspectiva única de la arquitectura a través de murales de alto y bajo relieve. Los visitantes podrán explorar pasajes que albergan esculturas en sal, brindando una experiencia rica en historia y arte arquitectónico.
Según Yenny Páez Sabogal, gerente de la Catedral de Sal, el objetivo es fortalecer y ampliar este atractivo turístico para atraer a visitantes de todo el mundo.
“Seguimos ampliando todo este atractivo turístico que es la Catedral de Sal, por eso fortalecemos cada espacio para atraer a turistas de todo el mundo. Es así que con el Museo Monumental 180, hacemos referencia a la gran riqueza cultural de países como Colombia, Rusia, Nueva Zelanda, Costa Rica, Rumania, Corea del Sur, México, Chile, China, Japón, Ucrania y doce naciones más”
Roberto Carlos Roa Cote, gerente general del museo, explicó al periódico El Tiempo que la idea de crear este espacio surgió de la necesidad de reencontrar a Latinoamérica con la escultura, una expresión cultural que había perdido relevancia en las últimas décadas.
Para ello, se convocaron 22 artistas de diversos países, quienes tuvieron treinta días para completar sus obras bajo el tema “La ancestralidad y símbolo”.
“Había necesidad en Latinoamérica y particularmente en Colombia de reencontrarnos con la escultura, la cual es una de las más hermosas expresiones de la cultura universal. Y en Colombia desde las décadas de los 50 se estaba perdiendo. Este fue una idea con el ánimo de reencontrarnos en Latinoamérica y eso motivó a que invitáramos a 22 artistas de todo el mundo a que recuperemos, a través de este hermoso museo, la exponencial e importante idea de la escultura monumental”, explicó Roa.
Uno de los principales desafíos para los artistas fue trabajar con piedra de sal, material que muchos de los participantes internacionales no habían utilizado anteriormente. Mauricio Duque, director del proyecto, comentó a El Tiempo sobre las dificultades técnicas que enfrentaron y cómo los artistas locales proporcionaron apoyo crucial para superar estos obstáculos.
“La gran mayoría de los artistas internacionales no habían tallado nunca sobre la sal. Nos encontramos con unos problemas y era que el material era muy fuerte de penetrar con las herramientas que se tenía y, por otro lado, eran definitivamente muy débiles. Gracias a Dios los artistas locales ayudaron a los artistas internacionales”, manifestó Duque.
El museo está dividido en dos plataformas que simulan una calle de ciudad. La primera alberga esculturas y murales en sus paredes, mientras que la segunda es más interactiva, con un espacio denominado Teatrini para eventos, además de una cafetería y una tienda de recuerdos.
“Tengo que señalar que en muchos de los murales participaron varios de los artistas locales, para que los extranjeros pudieran entender el material y supieran cómo golpearlo y penetrarlo. Fue estupendo ver a un hombre ruso que no habla español con un local, pero los unía el arte”, finalizó Duque.
Algunas de las obras que se exponen en el museo son: El silencio, Leyenda de la creación del mundo, Aquiles Jiménez - Sin título, entre otras.
Se espera que la apertura del museo incremente el número de visitantes en un 10%, atrayendo a personas tanto del centro del país como de otras regiones y del extranjero. La entrada al museo no tiene costo adicional al de la entrada a la Catedral de Sal.