La Cámara de Representantes de Colombia votó a favor de prohibir las corridas de toros, una decisión que ha generado una fuerte reacción entre los seguidores y profesionales de la tauromaquia.
El proyecto de ley de prohibición fue aprobado en medio de acusaciones de irregularidades y presiones legislativas, según informaron medios locales.
Congresistas animalistas, con el apoyo del Ministro del Interior, impulsaron la aprobación del proyecto, pese a que las propuestas de adición presentadas por la representante Ana Rogelia Monsalve no fueron debidamente tramitadas, según colectivos taurinos y novilleros.
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Esta situación motivó a que los novilleros y defensores de la tauromaquia se organizaran para protestar en la Plaza de Toros La Santamaría de Bogotá, donde han solicitado la solidaridad de todos los estamentos taurinos, según el medio Tendido 7.
En un comunicado, los novilleros enfatizaron la importancia de la protesta pacífica y la defensa de su profesión, reconocida por el Ministerio del Trabajo. Declararon que “necesitamos contar con la presencia de todo aquel que se sienta identificado con esta lucha”, además, se prevé una gran concentración el 1 de junio en protesta contra la prohibición, convocando a aficionados, ganaderos y toreros de toda Colombia.
La representante Ana Rogelia Monsalve visitó la carpa instalada por los novilleros en la Plaza de Santamaría para expresar su apoyo. Los manifestantes han denunciado amenazas provenientes de grupos antitaurinos y han solicitado protección de las autoridades locales y la Policía Nacional.
Los profesionales y aficionados al toreo han expresado su preocupación por lo que consideran una decisión arbitraria del Congreso que afecta una tradición arraigada en la cultura colombiana. La lucha por revocar esta prohibición continúa, mientras los novilleros mantienen su plantón en la Plaza de Santamaría.
Prohibición de corridas de toros en Colombia impactará economía y empleo, según defensores de la tauromaquia
Los defensores de la tauromaquia alertaron que la reciente prohibición de las corridas de toros en Colombia afectará significativamente la economía y el empleo en el país. Estos sectores afirman que forma parte de la cultura nacional y niegan que sea un “espectáculo de muerte”.
La decisión fue tomada por el Congreso colombiano, que aprobara el martes una ley que prohibirá las corridas de toros, las corralejas, las tientas y las becerradas, con un período de transición de tres años. La ley, que excluye las peleas de gallos, deberá pasar por conciliación debido a diferencias entre los textos aprobados en el Senado y la Cámara, y posteriormente será sancionada por el presidente.
César Rincón, reconocido torero colombiano, expresó su preocupación por el destino de los toros de lidia que serán sacrificados. “No hay derecho a que coarten los sueños de muchos niños que quieren ser toreros”, afirmó Rincón en declaraciones a Caracol Radio. Rincón, retirado de los ruedos en 2007 y dueño de la ganadería Las Ventas del Espíritu Santo, criticó la decisión como un “atropello a la libertad y al derecho al trabajo”.
Manizales, conocida como el epicentro de la fiesta brava en Colombia, tendrá un impacto significativo en su economía local. La Asociación Hotelera y Turística de Colombia, Cotelco, informó que la temporada taurina representa hasta el 35 % de la ocupación de hoteles en la ciudad. “La Monumental Plaza de Toros de Manizales, con capacidad para 13.000 personas, es uno de los principales atractivos de la feria anual”, señaló Cotelco en su comunicado.
Andrea Muñoz, administradora del hotel Yaripa en Manizales, expresó que la medida deja a un 50 % del personal sin empleo. Simón Hoyos, novillero, también manifestó sentirse “muy vulnerado” en sus derechos, señalando que “aunque estamos en la capital taurina de Latinoamérica parece que estoy en otra parte del mundo”.
En Bogotá, un grupo de novilleros, vendedores informales y otros trabajadores relacionados con la tauromaquia, protestaron frente a la plaza de toros La Santamaría. José Luis Vega, novillero y vendedor informal, insistió en que no abandonarán el lugar hasta que la Corte Constitucional revise la ley, asegurando que la prohibición no se ajusta a la Carta Magna.
Mientras tanto, Miguel Yusti, presidente de la plaza de toros de Cali, declaró que emprenderán acciones legales para evitar la ejecución de la ley, argumentando que la tauromaquia es una expresión cultural y una fuente de empleo significativa.