El ataque brutal de un motociclista contra su acompañante quedó registrado la madrugada del martes 28 de mayo en el barrio La Castellana, en el nororiente de Bogotá, cuando un motociclista obligó a su acompañante al bajar del vehículo en el que se desplazaban para luego golpearla en medio de la lluvia.
Sin más personas a su alrededor, el sujeto derribó a la mujer de un puño y, ya en el asfalto, se fue lanza en ristre contra ella, propinándole varias patadas, de las que tuvo que recuperarse antes de poder ponerse en pie.
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Durante algunos instantes, la víctima parecía estar muerta o inconsciente. De ahí que su agresor se acercara en al menos dos oportunidades para ver su rostro a través del casco.
Pero tan pronto como logró reincorporarse, se dirigió a ella, sin importarle que otro motociclista pasaba por el frente, y la obligó, a punta de amenazas, a abordar nuevamente la moto para seguir su camino.
“Es la cuota inicial de un feminicidio. Inaceptable”, “Poco hombres los que se creen con el derecho sobre otras personas”, “Por favor, atención a este caso”, “Mujeres, no permitan que un hombre les levante la mano y si llegara a pasar, aléjense”, “Me da tanta rabia e impotencia ver este tipo de situaciones”, “Si así fue en plena calle, no me quiero ni imaginar qué pasará cuando lleguen a la casa”, se lee en algunas de las reacciones en redes sociales.
Mujer víctima de violencia murió de un infarto tras discutir con su pareja
En la madrugada del jueves 30 de mayo (2024), una mujer identificada como Yojanna Yaneth Quevedo, de 44 años, falleció en circunstancias extrañas en Valledupar. Quevedo fue trasladada de urgencia al Hospital Rosario Pumarejo de López desde su residencia en el barrio Villa del Rosario tras presentar una herida en la pierna. No obstante, lo que inició como un caso médico aparentemente sencillo se complicó drásticamente, arrojando dudas sobre las causas verdaderas de su deceso.
Informaciones preliminares apuntaban a que la herida en la pierna de Quevedo había motivado su traslado hacia el hospital. Sin embargo, mientras recibía atención médica, la situación tomó un giro inesperado. Quevedo falleció durante el proceso médico, no debido a la herida en la pierna, sino por un paro cardiorrespiratorio relacionado con una presunta sobredosis de sustancias alucinógenas.
“Este desenlace fue totalmente inesperado,” comentó un representante del hospital, aunque se esperan los reportes toxicológicos y forenses para confirmar las causas exactas de su muerte.
Sin embargo, el deceso de Quevedo se vio rodeada por más situaciones misteriosas cuando se reveló que antes de ser llevada al hospital había tenido una acalorada discusión con su pareja, Stiven Galbán, un ciudadano venezolano de 46 años.
Según testimonios de sus vecinos, una fuerte discusión se escuchó en la residencia de la pareja, lo cual ha generado más especulaciones sobre qué údo haber conducido a su muerte. Galbán, por su parte, sostiene que Quevedo se autoinfligió la herida en la pierna. “Ella misma se hizo esa lesión”, aunque esta afirmación ha sido recibida con escepticismo por parte de algunos sectores de la comunidad.
El suceso ha inquietado a la población de Valledupar, que exige claridad y justicia en torno a lo sucedido. Las autoridades locales ya han comenzado una investigación exhaustiva para arrojar luz sobre los hechos. “Estamos investigando todas las posibles causas y versiones de lo ocurrido,” afirmó una fuente policial.
La comunidad sigue de cerca el desarrollo de las investigaciones, demandando respuestas claras. Mientras tanto, se espera que los resultados de los informes postmortem puedan aclarar las circunstancias de la muerte de Quevedo y disipar las especulaciones que la rodean.