En la ciudad de Valledupar una mujer de nombre Yojanna Yaneth Quevedo, de 44 años, falleció en forma extraña. Todo comenzó en el barrio Villa del Rosario, cuando Quevedo fue trasladada de urgencia al Hospital Rosario Pumarejo de López debido a una herida en su pierna. Sin embargo, la historia dio un giro macabro cuando la causa de su muerte resultó ser mucho más sombría de lo esperado.
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Quevedo arribó al hospital en la madrugada, y aunque inicialmente se creyó que su herida en la pierna era la razón de su ingreso, los hechos tomaron un rumbo diferente. La mujer falleció en pleno proceso de atención médica, no por la herida en su pierna, sino aparentemente por un paro cardiorrespiratorio relacionado con una sobredosis de sustancias alucinógenas.
Si bien se espera el reporte toxicológico y forense para confirmar las causas exactas, las sospechas y especulaciones no cesan en la capital del Cesar.
El misterio se intensificó más cuando se reveló que momentos antes de ser trasladada al hospital se escuchó una acalorada discusión en la residencia de Quevedo con su pareja Stiven Galbán, un venezolano de 46 años.
Las incógnitas alrededor de la lesión de Quevedo
Aunque en un primer momento se pensó que las heridas de Quevedo podrían haber sido consecuencia de una confrontación con Galbán, este ha asegurado que la mujer se autoinfligió la lesión, declaración que algunos sectores de la comunidad reciben con escepticismo.
La inquietud y el desconcierto se ha apoderado de Valledupar mientras las autoridades intensifican sus investigaciones para descubrir la verdad detrás de la muerte de Quevedo. La posibilidad de que haya sido un accidente autoinfligido o un oscuro crimen encubierto tiene en vilo a la población, que clama por respuestas claras y justicia.
Violenta riña con arma blanca en el Centro de Valledupar
La tranquilidad de Valledupar se vio opacada por un acto de brutalidad y descontrol en el sector de Las Galerías. Dos hombres, envueltos en presuntos líos amorosos, protagonizaron una violenta pelea con cuchillos en mano, que fue rápidamente bautizada por los medios locales como la danza de la daga.
El enfrentamiento, capturado desde múltiples ángulos por los atónitos testigos, mostró a los contendientes en una coreografía mortal, con movimientos circulares y casi coordinados que dejaron a muchos con la boca abierta. “Ahí fue, ahí fue. Les está tirando”, gritaban los presentes, que lejos de intervenir, se agolparon alrededor de los duelistas para grabar y caldear los ánimos. La tensión alcanzó su punto máximo cuando, con la primera puñalada, los gritos se tornaron en un fervoroso: “¡Ahora sí!”.
La intervención de las autoridades
Afortunadamente, un agente de Policía apareció en la escena y logró detener la pelea antes de que esta se convirtiera en un baño de sangre. El agresor, que había logrado herir a su oponente en el brazo, intentó justificarse alegando que lo había sorprendido robando minutos antes: “Siga robando esa monda, pa’ ver, siga robando. El vale robando allá en esa monda”, exclamó uno de los agresores con frenesí.
No obstante, el herido, mientras se vendaba el brazo, se defendió vehementemente asegurando: “Me pegó una cachetada el vale, intento de homicidio. Vas preso, marica, vas preso”. Además fue trasladado inmediatamente a un centro médico cercano para recibir atención por los cortes recibidos.
El incidente, que pudo haber terminado en tragedia, ha desatado un intenso debate sobre la creciente violencia y la falta de intervención tanto de la comunidad como de las autoridades uniformadas. La comunidad de Valledupar clama por el fin de estos actos violentos y exige sanciones ejemplares para los responsables que protagonizaron el bochornoso hecho que se ha viralizado en las redes sociales.