Camuflados entre empanadas y arepas de huevo vendían drogas a menores: así cayeron ‘Los Descendientes’ en Barranquilla

Según las autoridades, los capturados le rendían órdenes a alias Junior, integrante de Los Pepes, una de las bandas que se disputa el control del microtráfico en la capital del Atlántico

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Las capturas se realizaron en tres barrios del suroriente de Barranquilla (Atlántico) por miembros de la Mebar - crédito Mebar

La inventiva de los delincuentes pareciera que no tiene fin en el país. En un nuevo golpe dado por la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) a las redes de microtráfico dejó en evidencia cómo la red criminal conocida como Los Descendientes, tenía una fachada con la cual pasaban inadvertidos frente a las autoridades, pero una denuncia hecha por la misma comunidad provocó el operativo que dio con la detención de doce personas.

Lo que más llamó la atención de las autoridades tras adelantar las diligencias de captura mediante orden judicial, fue que la banda tenía una fachada de venta de fritos (empanadas, carimañolas, arepas de huevo, entre otros) en la cual las personas que iban por su pedido recibían a cambio dosis de estupefacientes (marihuana y cocaína).

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El detalle que provocó que la misma ciudadanía pusiera en conocimiento de las autoridades lo que estaba ocurriendo era que el puesto de fritos se ubicada cerca a un colegio, situación que aprovechaban los delincuentes para inducir a los menores de edad al vicio.

De acuerdo con lo que indicó el brigadier general Wharlinton Gualdrón, comandante Región de Policía No. 8 de la Mebar, los operativos para dar con estas 12 personas se efectuaron por el sector de Las Tablitas, entre los barrios San Roque y Rebolo.

Los capturados serían presuntos integrantes de Los Descendientes, una organización que estaría al servicio de Los Pepes - crédito Mebar
Los capturados serían presuntos integrantes de Los Descendientes, una organización que estaría al servicio de Los Pepes - crédito Mebar

A los oficiales les tocó irse de encubiertos

Las llamadas de los vecinos de estos barrios se habrían conocido desde enero de 2024, según indicó el general Gualdrón, motivo por el cual se desplegaron unidades de la Seccional de Investigación Criminal en articularon con la Seccional de Inteligencia y la Fiscalía General de la Nación, quienes comenzaron a recolectar las pistas para seguirle los pasos a la banda.

Sin embargo, los ‘campaneros’ (como se conoce a las personas encargadas de vigilar la posible presencia de uniformados) que trabajaban para esta empresa criminal impedían que los agentes siguieran con su labor investigativa, dado que al ubicarse en las bocacalles o esquinas, con pitos o silbidos los ‘campaneros’ alertaban a los ‘jíbaros’ sobre la presencia policial, lo cual les daba tiempo para esconder los narcóticos que llevaban consigo.

En consecuencia algunos de los investigadores tuvieron que cambiar el uniforme por ropa de diario para irse a vivir en las zonas y simular que eran residentes de estos barrios y “poco a poco fueron ganándose la confianza de los expendedores, en su mayoría, mujeres, quienes vendían los estupefacientes en un puesto de fritos que usaban como fachada”, explicó el coronel Gualdrón.

Producto de su renta criminal, Los Descendientes tenían ganancias diarias de $750.000, y de $22'500.000 mensuales - crédito Mebar
Producto de su renta criminal, Los Descendientes tenían ganancias diarias de $750.000, y de $22'500.000 mensuales - crédito Mebar

En total fueron 56 minutos de grabaciones que alcanzaron a tomar los agentes encubiertos, quienes portaban cámaras espía de la más alta calidad, imperceptibles a simple vista, las cuales dejaron a la vista todo el modus operandi de la organización, además de la identificación de todos los miembros que participaban del ilícito.

“Vendían las dosis de base de coca en aproximadamente tres mil pesos, mientras que las de bazuco y marihuana no superaban los dos mil pesos”, destacaron las autoridades, y esto hacía más fácil el acceso para los menores de edad debido al bajo costo. Además de esto, usaban escondites como techos, huecos en paredes y pisos y hasta debajo de las piedras para esconder las dosis de base de coca, marihuana, bazuco y otras sustancias.

Con todas estas pruebas recolectadas fue que se emitieron las nueve ordenes de captura por los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico de estupefacientes y las 10 órdenes de allanamiento y registro que dejaron como resultado la incautación de 200 dosis de base de coca, 95 dosis de bazuco, dosis de marihuana y dos celulares, 16 cartuchos calibre nueve milímetros y un proveedor que era para uso de una pistola (Glock) que llamó la atención de los investigadores, dado que fue personalizada con un selector de fuego, es decir, tiene la función de disparar en ráfaga, volviéndola más letal.

Declaraciones del brigadier general Wharlinton Gualdrón, comandante Región de Policía No. 8 de la Mebar - crédito Mebar

En total, 12 personas fueron capturadas, nueve mediante orden judicial (seis mujeres) y tres en flagrancia (dos mujeres). Entre las aprehendidas se encuentran alias Betty, Elena y Laura, quienes serían las principales dinamizadoras y le rendirían cuentas a alias Junior, quien a su vez sería dirigido por la banda delincuencial Los Pepes.

Por último, agregó el coronel Gualdrón, “los capturados suman 20 anotaciones judiciales por hurto, amenazas, porte ilegal de armas de fuego y tráfico de estupefacientes”, y por este motivo fueron presentados ante la Fiscalía.

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