Gustavo Petro debe mejorar la economía y la seguridad o su “revolución” no pasará del 2026, aseguró Bloomberg

La economía colombiana no muestra señales de mejoría, según indicó Bloomberg, con una inflación superior al 7% y una proyección de crecimiento del PIB de solo 1.5% para este año, tras una expansión de apenas 0.6% en 2023.

Además, el desempleo sigue en aumento en más de dos puntos porcentuales, alcanzando el 11.3% en marzo de este año, en comparación con el 10% del año anterior.

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Felipe Hernández, analista de Bloomberg Economics, comentó que “con este nivel de crecimiento y déficit fiscal, la deuda de Colombia es completamente insostenible”. La situación fiscal del país se torna cada vez más complicada, lo cual representa un riesgo para el gobierno de Gustavo Petro, a medida que los actores políticos se preparan para la carrera presidencial de 2026.

Según Bloomberg, para mantenerse políticamente, Petro deberá mostrar resultados concretos en áreas clave como la economía y la seguridad. Esto es crucial para que un aliado de su movimiento político pueda defender su legado y sucederlo en el poder. De no lograrlo, Petro podría no solo ser el primer presidente de izquierda elegido en Colombia, sino que también podría ser el único en el futuro próximo.

“Para sobrevivir políticamente, Petro deberá dar resultados concretos en los frentes de la economía y la seguridad, para que un aliado de su movimiento político pueda defender su legado y sucederle. Si no lo logra, es probable que Petro no solo sea el primer presidente de izquierda elegido por los colombianos, sino que termine siendo el único en el futuro inmediato”, resaltó Bloomberg.

Gustavo Petro enfrenta desafíos significativos en su intento de implementar su agenda en Colombia debido a un panorama económico desfavorable y a la resistencia en el Congreso, según un informe reciente de Bloomberg. La crisis económica y la falta de apoyo legislativo ponen en duda la capacidad del mandatario para llevar a cabo su prometida revolución antes de las elecciones presidenciales de 2026.

El presidente Petro, quien asumió el cargo el 7 de agosto de 2022 con la promesa de abordar déficit sociales históricos y promover una agenda ambiental, ha encontrado durante su mandato diferentes trabas que a la postre han resultado significativas para los objetivos que tiene planeados.

De acuerdo con Bloomberg, muchas de sus reformas clave han sido bloqueadas o diluidas en el Congreso. Las reformas en pensiones, trabajo y educación enfrentan un futuro incierto en la legislatura, lo que limita su capacidad para efectuar cambios profundos en el país.

“El Congreso ha bloqueado o diluido muchas de sus grandes reformas centradas en dar al Estado un mayor control sobre la economía. Las reformas pensionales, laborales y de educación enfrentan perspectivas legislativas inciertas”, dice uno de los apartados del informe.

A nivel económico, Colombia está lidiando con una actividad moderada, alta inflación y una confianza baja por parte de los inversores, además de una creciente inseguridad en un país con un historial de violencia y crimen organizado. Este escenario ha impactado la popularidad de Petro, cuyo índice de aprobación es del 34%, después de haber alcanzado un mínimo de 26% el pasado diciembre, de acuerdo a la fuente mencionada.

Durante su mandato, Petro ha mostrado frustración y una estrategia percibida como errática. En sus discursos, denunció supuestos golpes en su contra y ha instado a la oposición a colaborar por un “acuerdo nacional”. Además, ha planteado modificar la Constitución, criticado al Banco de la República por las altas tasas de interés, y rompió relaciones diplomáticas con Israel debido al conflicto en Gaza.

“Como resultado, se ve a un líder cada vez más impaciente y frustrado, cuya estrategia parece errática ya veces contradictoria. Petro, que denuncia golpes imaginarios en su contra, también pide a la oposición que trabaje unida para alcanzar un gran “acuerdo nacional”, afirma el medio económico.

Recientemente, el presidente amenazó con un “cese de pagos” si el Congreso no aprobaba un aumento en el techo de la deuda nacional, generando incertidumbre sobre los compromisos fiscales de Colombia y afectando temporalmente la moneda y los bonos del país.