Les entregaron el cadáver que no era: familia de Bogotá descubrió que el cuerpo en la funeraria no era el correcto

De no ser por una fotografía que compartieron con el centro de velación, ambos cuerpos habrían sido enterrados por desconocidos

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El hospital se disculpó por
El hospital se disculpó por lo ocurrido, pero aún no es claro cómo confundieron los cuerpos - crédito Rich Legg

Consternados se encuentran los amigos y familiares de José Antonio Páez, de 67 años, luego de que el Hospital de Engativá confundiera su cuerpo con el de otro difunto y estuvieran a punto de velarlo, de no ser por una foto entregada a la funeraria.

Así lo habría denunciado una de sus hijas en entrevista para el Ojo de la noche, luego de que el laboratorio del lugar en el que iba a ser velado notara que era una persona distinta: “Cuando llegan a la funeraria, en el laboratorio de la funeraria, por gracia divina entregamos una foto y nos dicen que ese no es mi papá”.

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Por suerte, las familia Páez
Por suerte, las familia Páez supo del error antes del entierro - crédito Freepik

Entonces, desde Centro Suba, a unas horas de iniciar las honras fúnebres, regresaron al hospital, que ya había sido notificado, en busca de una explicación a semejante error que acrecentó el dolor de la familia.

Definitivamente esto no era una mercancía de ir y venir”, insistió la denunciante, aún tratando de asimilar que un infarto la puso a ella y al resto de su familia en semejante situación.

Y continuó: “El llamado también hoy es para saber y para que el centro médico se haga responsable y también le hable a esa familia, le cuente porque ese cuerpo también merece respeto, así como el de mi papá que pudo lograr llegar a nuestras manos”, junto con la esperanza de que las autoridades inicien una investigación a fondo y casos como el suyo no vuelvan a repetirse.

Bebé casi fue enterrado vivo en el Atlántico por un error médico

Un bebé que había sido declarado muerto por personal médico de la clínica La Misericordia en el corregimiento de La Peña, Sabanalarga, mostró signos de vida justo antes de ser enterrado. Este acontecimiento, que tuvo lugar a unos 40 kilómetros de Barranquilla, ha sido catalogado por los expertos como un caso de negligencia médica sin precedentes cercanos.

El incidente ocurrió luego de que el martes 19 de septiembre (del 2023), la madre, de 22 años, acudiera a un control prenatal en un centro médico de Barranquilla. Durante la consulta, el médico notó que el feto no tenía signos vitales y decidió inducir el parto para evitar complicaciones en la salud de ambos. Sin embargo, después de administrarle una inyección para llevar a cabo el procedimiento, el personal médico optó por realizar una cesárea, según narró el padre del bebé.

El médico del pueblo da
El médico del pueblo da fe de haber encontrado al bebé aún con vid, cuando la familia lo vio moviendo sus manos - crédito freepik

Después del procedimiento, el personal de la clínica no permitió que ningún familiar tuviera contacto con el recién nacido y lo enviaron a la morgue, proponiendo, incluso, contratar un servicio funerario con una empresa cuyos costos eran impagables para la familia. No fue sino hasta el día siguiente, 20 de septiembre, cuando la abuela del menor notó durante el velorio que este movía las manos.

Alexis Díaz, médico local, fue llamado al lugar y relató a la Emisora Atlántico: “Atiendo el llamado de la comunidad y me acerco a la casa. Puedo constatar que el bebé estaba muy flácido, tenía sangrado activo por el cordón umbilical y comprobé que el ritmo cardíaco estaba extremadamente disminuido. El niño tenía movimientos mínimos de las manos y se le salieron las lágrimas”. Además, Díaz agregó que, por la falta de equipo adecuado, no pudieron realizarle una resucitación cardiopulmonar: “La idea era trasladarlo al hospital de Sabanalarga, pero era inútil porque prácticamente ya estaba sin vida”.

El bebé llegó a mover
El bebé llegó a mover sus extremidades durante las honras fúnebres - crédito Pngtree

Los secretarios de Salud del departamento del Atlántico y del distrito de Barranquilla, Alma Solano Sánchez y Humberto Mendoza Charris, respectivamente, no tardaron en pronunciarse y demostrar su rechazo y sorpresa ante los hecho. Solano afirmó en diálogo con El Universal: “Solicitaremos a la Secretaría Distrital de Salud que nos ayude verificando la historia clínica para saber qué ocurrió exactamente y en qué condiciones nació el bebé. Procederemos a hacer la investigación del caso en Sabanalarga. Es insólita esta situación y merece una investigación exhaustiva”.

Mientras, Mendoza sostuvo que: “Se ha activado la Unidad de Respuesta Inmediata en Salud (Urisa) que se trasladó ahora en la mañana a la institución prestadora de salud y en el marco de nuestras competencias revisaremos el caso”.

Las autoridades sanitarias se cuestionan cómo, a pesar de ser visto por varios miembros del personal médico, se pasaran por alto las señales de vida del bebé. “Debió verlo el ginecólogo y revisarlo el pediatra o el perinatólogo al momento de la extracción del bebé para constatar si estaba muerto o no”, expresó Mendoza. Las circunstancias exactas y las razones por las cuales el bebé fue declarado muerto no son claras. De ahí la controversia generada por el caso y las críticas incesantes contra la clínica de La Misericordia.

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