La conducta violenta del médico cirujano Antonio Figueredo, especialmente contra cinco de sus colegas, con algunas de las cuales tuvo relaciones afectivas, parece haberse convertido en un presunto patrón de comportamiento.
Uno de los casos más conocidos es el de María Paula Pizarro, quien, además de ser su compañera de trabajo, también era su pareja sentimental. Entre agosto y noviembre de 2021, Pizarro fue víctima de diversos tipos de maltrato verbal, físico, psicológico y sexual por parte de Figueredo.
En una de las agresiones, Figueredo le propinó múltiples golpes en el rostro y el cuerpo, causándole una incapacidad de 30 días, según informó en su momento la Fiscalía General de la Nación.
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Por estos hechos, en febrero de 2024, Figueredo fue condenado a 16 años y cinco meses de prisión por los delitos de violencia intrafamiliar, lesiones personales y acceso carnal violento contra Pizarro; sentencia que apeló y que se está a la espera de emitirse una nueva decisión.
Mientras la justicia se pronuncia en segunda instancia, El Tiempo conoció que el sujeto está detenido por medio de prisión domiciliaria, no obstante, el condenado cambió su lugar de vivienda en Santander y, además, le fue concedido un permiso de trabajo, por lo que desempeñará funciones de gerente médico y científico en una clínica en Valledupar (Cesar).
De acuerdo con el medio citado, el médico ahora pagará prisión domiciliaria en la Clínica de Alta Complejidad del Caribe, lo que ha generado una ola de indignación, especialmente, por parte de por lo menos seis víctimas del sujeto.
Según El Tiempo, el juzgado 11 penal del circuito de Bucaramanga autorizó el cambio de domicilio del médico cirujano Antonio Figueredo y estableció que trabajará de lunes a viernes de 7:00 a. m. a 5:45 p. m. y los sábados de 8:00 a. m. a 12:00.
Jaime Lombana, abogado de Pizarro, criticó la condescendencia de la justicia con el sujeto señalado de maltrato: “Me parece permisiva la justicia con el señor Figueredo, sabiendo este proceso de peligrosidad y ese comportamiento con las mujeres. Ojalá no repita la conducta, hay un riesgo”.
Cabe recordar que la víctima, que decidió denunciar a pesar de las manipulaciones del hombre que le prometía que no lo iba a volver a hacer, se encuentra fuera del país, pues, debido a la presunta influencia y prestigio que tendría el agresor, la mujer ha sido blanco de amenazas e intimidaciones que la llevaron a radicarse en otro país.
La denuncia
La seccional de la Fiscalía en Santander detalló que los episodios de violencia consistían en doblegar la voluntad de la víctima mediante el uso de la fuerza física y psicológica, además de controlar su vestimenta, con quién se veía, sus publicaciones en redes sociales y su comportamiento en público, incluyendo manipulaciones en la temática sexual, como obligarla a realizar un trío con otra mujer.
En este última situación, la víctima había accedido, a modo de broma, a la propuesta de índole sexual de su pareja, pero con la condición de realizarse con un hombre. Ante esta afirmación de Pizarro el agresor se puso iracundo. “Él se puso histérico, se salió de control y ahí fue cuando él, encima mío, me pegó un puño en el brazo izquierdo. Él me empezó a pegar puños en el estómago y me escupió en la cara. Él empezó a decirme ‘perra, zorra’, porque le había propuesto un trío con otro hombre, cuando en realidad no lo quería”, dijo la fiscal citando el testimonio de la víctima.
El médico Antonio Figueredo, tras maltratar a María Paula, la amenazó con publicar fotos desnudas y despedir a su padre y a ella de la clínica donde trabajaban si revelaba su relación y lo sucedido el 29 de agosto de 2021, según la fiscal.
La investigación comprobó la “existencia de una relación sentimental extramatrimonial entre el señor Antonio Figueredo y María Paula, que se caracterizó por una clara e inequívoca vocación de estabilidad reflejado en los planes, proyectos y promesas a futuro”.