En las últimas horas, un video ha causado indignación en Cali. Un individuo fue sorprendido manoseándose dentro de su automóvil, estacionado cerca de un parque frecuentado por niños y mujeres.
El impactante suceso, registrado y difundido a través de redes sociales, ha desencadenado una ola de repudio y solicitudes urgentes de justicia por parte de la comunidad.
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El incidente tuvo lugar en la zona conocida como Ciudad Guabinas. Según el video grabado por una residente desde su vivienda, se puede observar un vehículo estacionado junto al parque. La grabación revela a un hombre en el interior del carro tocándose sus genitales de manera obscena.
En uno de los momentos más escalofriantes del video, la mujer que está filmando enfoca al sujeto, quien se percata de la situación y detiene sus movimientos. La valiente residente, indignada, lo increpa con vehemencia, a lo cual el hombre responde subiendo el vidrio del automóvil y huyendo del lugar.
Tras la difusión de la grabación en redes sociales, la comunidad califica el acto como inaceptable y exige acciones inmediatas. Multitud de usuarios han expresado su repudio, pidiendo que el presunto pervertido sea identificado y llevado a la justicia. Los comentarios van desde llamados de alerta para proteger a los niños y mujeres de la zona, hasta emplazamientos vehementes a las autoridades locales para que investiguen a fondo el incidente.
Este triste episodio pone de manifiesto la continua necesidad de proteger espacios públicos y garantizar la seguridad de los más vulnerables. Ciudad Guabinas, así como toda Cali, se mantiene vigilante y espera respuestas de las autoridades. La comunidad demanda un entorno libre de peligros y una justicia que no tarde en llegar.
En términos de legislación, realizar comportamientos obscenos en espacios públicos puede constituir una contravención al Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016), específicamente en el artículo 33, numeral 1, que sanciona comportamientos que afectan la tranquilidad y las relaciones respetuosas de las personas. Además, dependiendo de la gravedad y el contexto, podría llegar a tipificarse como un delito bajo el Código Penal Colombiano, particularmente en lo que respecta a actos sexuales abusivos (artículos 208 a 210 del Código Penal).
Revelan espantosa red sexual en Cartagena: Detienen a El Bebé
En un hecho que ha conmocionado a toda Cartagena, el fiscal del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) logró que un juez de control de garantías impusiera medida de aseguramiento contra Amaury Enrique Cantillo Gutiérrez, conocido como alias El Bebé. El hombre es acusado de retener bajo la fuerza a un grupo de mujeres para explotarlas sexualmente.
El horror quedó al descubierto la madrugada del pasado 21 de mayo, cuando una joven extranjera de 20 años, visiblemente afectada, se acercó a un grupo de personas reunidas en el conjunto residencial del barrio Daniel Lemaitre solicitando ayuda. Esta valiente acción destapó una trama siniestra de abusos y torturas que ha dejado a todos atónitos.
La investigación reveló que otras dos mujeres, también originarias del país vecino, estaban siendo mantenidas en condiciones infrahumanas en una vivienda del sector. Estas mujeres fueron llevadas mediante engaños a Cartagena en febrero de este año con la falsa promesa de oportunidades, pero en realidad fueron forzadas a prostituirse.
Las víctimas no solo eran mantenidas bajo encierro, sino que también eran sistemáticamente drogadas, golpeadas, y amenazadas. En algunos episodios de crueldad extrema, sus captores les quemaban la piel con cigarrillos si no accedían a sus demandas. Peor aún, estos criminales se quedaban con el dinero que las mujeres recaudaban, argumentando que debían saldar una deuda de 12 mil dólares para recuperar su libertad.
Alias ‘El Bebé’, de 30 años, fue capturado en flagrancia por la Policía Nacional. La Fiscalía le imputó los delitos de trata de personas y tortura, cargos que el acusado no aceptó, desencadenando el proceso judicial en curso. La audiencia preliminar concluyó con la orden de reclusión en la Cárcel San Sebastián Ternera de Cartagena.