Estos son los cinco platos colombianos incluidos entre los 100 desayunos más deliciosos del mundo

En Colombia el desayuno no es únicamente un café y algún amasijo, o un postre. Es tan diverso como regiones hay en el país y, por lo general, bien “trancao”, como decimos para referirnos a las buenas porciones y a la variedad de preparaciones que se unen para servirse en la mesa, mientras el sol se levanta.

Aunque depende de la región, y como si se tratara de un full English Breakfast —un típico desayuno completo inglés, que es anundante, incluye fritos, granos, carnes frías, pan, tomates asados y huevos— en Colombia es costumbre contar con masas fritas u horneadas como pan, arepa, pandebono y hojaldres; también con huevos, y en muchas ocasiones caldos, preparaciones con carnes, bebidas caliente y lácteos.

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Por eso, varios de los alimentos más reconocidos del país en el mundo tienen que ver con la primera comida del día en el territorio nacional. Cinco de estos son parte de los desayunos colombianos, y han sido destacados en la lista de los 100 más apetecidos del mundo, de acuerdo con las mediciones divulgadas por el portal TasteAtlas, una enciclopedia mundial de sabores.

Un listado que publicó la revista Diners, orientada en los rankings del portal gastronómico, indicó que las delicias colombianas que han logrado este reconocimiento se encuentran la arepa, su variante arepa de huevo, el pandebono, el pan de yuca y el calentado colombiano.

Destacado en esta lista, el pandeyuca se posicionó en el décimo puesto del centenar, y es un acompañamiento habitual en el desayuno de muchos colombianos, aunque principalmente en Bogotá es común verlo como el desayuno preferido en medio de jornadas laborales agitadas.

De la misma manera, un poco más allá, en la decimatercera posición figura el calentado, una combinación de arroz del día anterior (que puede ser de fideos fritos en cebolla y ajo), granos, huevo, y a veces porciones cortadas de alguna carne con un huevo frito. Este platillo es considerado una variación omnipresente en Latinoamérica, pero en Colombia adquiere una connotación especial, según Diners.

Y aunque TasteAtlas reconoció que la arepa provenía de Venezuela, como favorita en la posición 44, en Colombia en todas las regiones hay variaciones autóctonas de la circunferencia aplanada asada o frita. Por lo tanto, se comparte la preparación con el país vecino.

En ese sentido, la arepa es un elemento fundamental en la cultura gastronómica de los colombianos también, y suele ser parte integral de las mañanas del citadino y del campesino. Así, la versión famosa de las tropicales y fantásticas zonas costeras del Caribe, la emblemática arepa de huevo, también está entre los mejores cien platos del mundo, con el puesto 23.

Otra inclusión en la lista es el pan de queso colombiano, conocido como pandebono en Cali, o “pan del bueno” como se le denominaba en el pasado, que entre otras cosas, resultó ser el mejor pan del mundo en el mismo portal culinario.

Según la enciclopedia gastronómica, “el pan de bono es un pan tradicional colombiano elaborado con almidón de yuca, harina de maíz, queso fresco, huevos y azúcar. Se le da forma de rosquillas o bolas ligeramente más grandes que las de golf. El pan de bono es similar a otros panes de queso sudamericanos, como el pan de queso, con la diferencia de que se le añade harina de yuca o de maíz, y un toque de dulzor debido a la adición de azúcar (...)”.

Y al ser parte de los desayunos de los colombianos, “suele servirse caliente con una taza de chocolate. Algunos afirman que el nombre de pan de bono se debe a un panadero italiano de Cali que solía gritar pane del buono (pan del bueno), mientras que otros dicen que debe su nombre a un lugar llamado Hacienda El Bono, donde se elaboró por primera vez”, expresó el medio internacional.

Estos alimentos suelen tomar parte de la dieta matutina del país, aunque cada vez las tradiciones se opacan para dar lugar a las novedades alimenticias que vienen de la mano de la globalización. Como especificó la Revista Española de Nutrición Comunitaria, en uno de sus artículos inevstigativos sobre el desayuno típicamente colombiano, “los tiempos de preparación han disminuido y empiezan a preferirse alimentos de rápida cocción”.

No obstante, “las zonas rurales aún mantienen preparaciones tradicionales, que en contextos urbanos resultan en una práctica fuera de casa. Se evidencian matices regionales en los ingredientes y preferencias alimentarias. Los niños pequeños y los adultos mayores son quienes más desayunan. Jóvenes y adultos evidencian cambios fuertes en horarios, alimentos preferidos y omisión de esta comida”.