Desde el pasado 3 de mayo, el volcán Puracé, ubicado en la cadena volcánica Los Coconucos, en el departamento del Cauca, se encuentra en estado de alerta naranja. Esta medida indica un incremento en su actividad interna, lo que aumenta la probabilidad de una erupción en los próximos días o semanas.
El pasado domingo 26 de mayo, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) actualizó la información sobre el estado actual del volcán, indicando que la actividad sísmica asociada al movimiento de fluidos en su interior mostró un descenso.
No obstante, señalaron que la actividad sísmica vinculada al proceso de fractura presentó un leve aumento y por este motivo decidieron mantener la alerta naranja.
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En este contexto, el SGC aclaró que, aunque es posible que los niveles de actividad sísmica y desgasificación disminuyan o fluctúen, alternando entre aumentos y descensos en diversos días, esto no significa que el volcán haya vuelto a sus niveles normales de actividad.
Las señales sísmicas, según lo informado por la entidad, podrían estar relacionadas con emisiones de gases que contienen ceniza, aunque hasta el momento no han podido ser confirmadas debido a las malas condiciones climáticas.
Es por ese motivo que el Servicio Geológico Colombiano (SGC) reafirma que el volcán Puracé sigue en alerta naranja. De igual manera informaron que si bien es posible que los niveles de actividad sísmica y desgasificación disminuyan o fluctúen, alternando entre aumentos y descensos en diferentes días, esto no significa que el volcán haya vuelto a sus niveles normales de actividad, según un comunicado del SGC sobre la situación.
Además, de acuerdo con el Servicio Geológico, los sismos relacionados con fracturas de roca y movimientos de fluidos se produjeron en el cráter del volcán Puracé, a una profundidad inferior a los 3 kilómetros. Imágenes captadas el 25 de mayo revelaron que los gases emitidos tanto por el cráter como por la fumarola lateral no alcanzaron una altura significativa sobre la cima del volcán.
Por otro lado, la deformación del suelo y las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) y dióxido de azufre (SO2) permanecen elevadas, superando los niveles habituales para este volcán.
Frente a dicha situación el director técnico de Geoamenazas, John Makario Londoño del SGC explicó lo siguiente: “este cambio está dentro de todo lo que enmarca un estado de alerta naranja, son cambios importantes dentro de la actividad del volcán que implican la probabilidad mayor de una erupción importante y, por lo tanto, estas variaciones son propias de este estado que es inestable”.
Explicaron de igual manera que para regresar al estado de alerta amarilla, se necesitaría una tendencia de disminución en su actividad que se mantenga durante varios días. Sin embargo, esto no garantiza que el volcán vaya a hacer erupción. Si se detecta una erupción inminente, el SGC cambiará el estado a alerta roja. Mientras tanto, la entidad aconseja a las personas mantenerse atentas a la información oficial y seguir las indicaciones de los organismos de gestión del riesgo de desastres.
Asimismo, señalan que, en un estado de “alerta naranja”, un volcán puede emitir ceniza con frecuencia, aunque su volumen no afecta significativamente la vida cotidiana. También pueden ocurrir explosiones o incandescencias, anomalías térmicas, ruidos, sismos y olores fuertes e irritantes en las áreas cercanas al volcán. Además, podría haber emisiones de gases magmáticos que pueden causar la muerte de pequeños animales que se encuentren en las proximidades del volcán.
Según esta información, el Servicio Geológico Colombiano insta a la comunidad a mantener la calma y a seguir todas las indicaciones de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y las autoridades locales. Entretanto, la alerta naranja continuará para monitorear de cerca la actividad del volcán y descartar posibles erupciones que puedan afectar a la población en las inmediaciones del Puracé.