Habitante de calle fue atacado por la espalda mientras comía un trozo de pan: motociclista le dio dos tiros

Un brutal hecho de intolerancia se registró la jornada del jueves 23 de mayo en contra de una persona sin hogar que comía un pedazo de pan en las afueras de una tienda en el sector de El Bolsillo, Avenida del Río, en Santa Marta.

Según las autoridades, la víctima fue identificada como Brayan Coronado, quien, desde hace años recibe con el mote de Mr. Bean, por parte de miembros de la comunidad, que ya se encontraban acostumbrados a su parecencia inofensiva en la zona.

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En los videos de las cámaras de seguridad instaladas en el sector se ve, claramente cómo un sujeto con camiseta amarilla que se desplaza en moto llegó hasta el local y fingió que iba a entrar a la tienda, para despistar a Mr. Bean, y luego dispararle por la espalda.

En total, Coronado recibió dos impactos de bala que, de no ser por los miembros de la comunidad de El Bolsillo, no habrían sido tratada a tiempo. Pero tan pronto como ocurrió el ataque las autoridades fueron notificadas y Mr. Bean trasladado a un centro médico cercano en el que se recupera.

Sin embargo, el miedo prevalece. La Policía Metropolitana de Santa Marta aún no logra dar con su agresor y, al no contar con un hogar en el que resguardarse, Coronado podría enfrentarse nuevamente a un ataque sicarial y no correr con la misma suerte.

La madrugada del 29 de enero, Fernando Blando Jaramillo, conocido como “El Mister”, fue asesinado a pedradas mientras dormía cerca de la sede del municipio de Turbo (Antioquia) de la Registraduría. El crimen, perpetrado por otro habitante de calle, tuvo como motivación el robo de las pertenencias de la víctima.

Según el coronel Álex Suárez Cruz, comandante encargado de la Policía en Urabá, “el departamento de Policía de Urabá se permite informar los hechos ocurridos el día de hoy, 29 de enero, en zona urbana del municipio de Turbo, donde fue hallado sin vida un habitante en condición de calle, el cual respondía al nombre de Luis Fernando Blando Jaramillo y era conocido por la comunidad como ‘El Mister’”. Un incidente que resalta la problemática de violencia entre las personas en situación de calle en la región.

Suárez Cruz ofreció detalles sobre el presunto atacante, señalando que “mientras él dormía, fue atacado por un elemento contundente tipo piedra que utilizó otro habitante en condición de calle. Al parecer, esta persona, que es el atacante, es de nacionalidad venezolana y después de cometer este hecho se desplazó a zona rural del municipio”.

Horas después, otro cuerpo sin vida fue encontrado en un segundo hecho que las autoridades anexaron a la investigación, para determinar si hay alguna conexión con el violento ataque a Blando Jaramillo, quien era apreciado por la comunidad a pesar de su condición de calle.

El coronel hizo un llamado a la comunidad para que colocaran en manos de las autoridades cualquier situación que ponga en riesgo sus vidas o la de las personas indefensas como “El Mister”, haciendo uso de las líneas de emergencia 123 y la línea contra el crimen 314 358 72 12. “Incitamos a toda la ciudadanía a denunciar cualquier tipo de hecho delictivo… Cualquier acto o persona que atente contra su integridad o contra la tranquilidad debe ser puesta a disposición de la autoridad competente”, destacó.

La comunidad de Turbo reaccionó con tristeza al asesinato de Fernando Blando Jaramillo, una figura conocida y apreciada en el área, exiguiendo la captura del agresor, quien presuntamente es de origen venezolano, convirtiéndose así en una prioridad de las autoridades locales.

En la localidad de Turbo, este incidente encendió las alarmas sobre la situación de inseguridad y la necesidad de adoptar medidas más efectivas para proteger a las personas más vulnerables. Con la confirmación del hallazgo del atacante en zona rural del municipio, se espera que las autoridades completen el proceso judicial para dejar caer todo el peso de la Ley sobre él.

Y es que este hecho motivó a organizaciones locales a aumentar sus esfuerzos para brindar apoyo a las personas en situación de calle y trabajar en la prevención de futuros incidentes violentos. A pesar de no tener un hogar, El Mister gozaba del aprecio y respeto de la comunidad local, que no parecía tolerar la idea de que su trágica muerte quedara impune.