El 18 de abril de 2024 en la ciudad de Medellín ocurrió un hecho que llenó de asombro y horror a la comunidad antioqueña. En el consultorio 902 de la Clínica Colombia Jhon Ferney Cano, de 34 años, asesinó al urólogo Juan Guillermo Aristizábal, para luego prenderle fuego al recinto y suicidarse en uno de los baños del consultorio.
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Este macabro hecho habría sido producto de una extrema y desesperada medida de represión de Cano en contra de Aristizábal por un proceso quirúrgico incorrecto que habría arruinado sus genitales.
En la reciente emisión del programa de Caracol Televisión Los informantes uno de los hermanos de Cano dio nuevos detalles del dolor que afrontó su hermano y la desesperación que lo condujo a cometer el crimen ese jueves de abril en la capital antioqueña.
“Me dijo: ‘Tengo mi pene destruido. Estoy prácticamente sin miembro’ y comenzó a llorar. Se tomó unas fotos donde se veía que fue como un corte exagerado. Los dolores con las pastillas no se solucionaban. La infección estuvo durante varios días. Fue bastante duro para él, la verdad”, comentó respecto a la circuncisión errada a la que fue sometido su hermano.
Detalles del dolor que motivó el sangriento crimen
Entre la información revelada se conoció un apartado de los escritos titulado Memorias de un loco sensible en las que Cano documentó los problemas que se desataron desde el 21 de octubre de 2021, fecha de la circuncisión, hasta cuando se motivó para cometer el homicidio del urólogo.
En uno de los párrafos revelados en Los informantes se aprecia el sentimiento de odio que tenía Cano en contra de Aristizábal y su plena intención de cometer un homicidio: “Para mí, es un traidor, un estafador, un mediocre, un aprovechado, un torturador y un mutilador que representa la figura de mi verdugo. Es un monstruo, un animal que debe ser cazado, un demonio que debe ser ajusticiado sin piedad”.
Las motivaciones a una venganza sin piedad
Cano no solo acabó con la vida del urólogo, sino que también agredió brutalmente a otra persona presente en el consultorio antes de encerrarse en un baño y terminar con su propia vida utilizando la misma arma de fuego.
Según las investigaciones, este perturbador incidente tiene su raíz en la insatisfacción de Cano con un procedimiento médico realizado por el doctor Aristizábal. El urólogo había llevado a cabo una circuncisión que dejó a Cano profundamente descontento, lo que le llevó a confrontar al médico en repetidas ocasiones tanto en persona como a través de mensajes en Whatsapp.
Las revelaciones de Álex Cano, del hermano del atacante, revelan un oscuro trasfondo de premeditación y desesperación. “Él fue y confrontó al doctor, me comentó en su momento que le dijo: ‘Esto no se va a quedar así’. El doctor le contestó: ‘Venga cuando quiera’”. Álex Cano asegura que esta interacción muestra que no solo hubo amenazas unilaterales, sino un intercambio tenso que escaló hasta el fatal desenlace.
El enfrentamiento verbal entre Cano y el urólogo alcanzó su punto de ebullición justo antes de la tragedia. En una entrevista para Caracol, Álex reveló que su hermano no actuó por mera impulsividad, defendiendo que “no es que fuera una persona con problemas mentales; lo que lo quebró fue ver el estado en que quedó tras el procedimiento y la falta de respuesta del doctor. En su libro, lo nombró como su torturador y mutilador”.
La situación se tornó aún más dramática cuando el doctor Aristizábal, en un intento de protegerse, interpuso una orden de caución contra Cano. Sin embargo, esto no evitó el macabro desenlace.