Con la llegada del fenómeno de La Niña, las preocupaciones intensas sobre la sequía en los embalses que suministran el agua de Bogotá han disminuido un poco, aunque las autoridades piden no bajar la guardia, en especial, en cuanto al consumo. Duchas cortas, evitar lavar carros, y tener un vigilante cuidado a la hora de abrir la llave siguen siendo las consignas de los mensajes del Distrito. Y los turnos de racionamiento continúan su sexto ciclo, hasta nueva orden.
Las medidas comenzaron a implementarse, inicialmente, el 11 de abril cuando la baja de los niveles de los cuerpos de agua llegó a puntos preocupantes. Mientras tanto, diversas estrategias de ahorro persiguen que se llegue a un objetivo del 75% en los niveles de agua del sistema Chingaza.
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Así, la Alcaldía de Bogotá señaló que los ciudadanos han logrado ahorrar el equivalente a 2.400 piscinas olímpicas, lo que significa una evasión del consumo descuidado de 5.998.752 m³ de agua, según cifras oficiales.
Sin embargo, no es suficiente, y el alcalde Carlos Fernando Galán ha enfatizado en que el consumo debe seguir bajo estricta vigilancia, en especial en establecimientos como los hoteles, ya que de acuerdo con un artículo que publicó El Tiempo, actualmente, existen 298 puntos de suministro en los hoteles de Bogotá, cifra que excluye otros tipos de alojamientos como apartamentos de rentas cortas y apartahoteles.
En esa medida, el consumo suele aumentar, con la perspectiva de que la mayoría de los hoteles de la capital (el 80%) se encuentran las localidades de Chapinero, con 1′785.952 de litros y Usaquén 1′692.476 litros, respectivamente, que a su vez reflejaron la mayor cantidad de consumo durante el racionamiento.
Esto es lo que consumen los hoteles en Bogotá
En línea con lo que publicó el medio, durante los seis meses previos al racionamiento, los hoteles consumían un promedio diario de 6,8 millones de litros de agua, que representan el 1,77% del consumo total de la ciudad.
Al respecto, Cotelco Capítulo Bogotá informó que por la crisis hídrica los directivos de los hoteles asumieron responsabilidades y aumentaron las estrategias de sensibilización en torno al uso correcto del agua. Entre las medidas implementadas optimizaron la salida del líquido en cocinas y baños, duchas cortas. Buscaron evitar el lavado diario de toallas y lencería, y ubicaron material pedagógico en habitaciones para educar a los huéspedes.
Dijo el alcalde, el 15 de mayo, que “la idea es que los hoteles operen sin restricción. Aunque tienen sus tanques de reserva, es necesario nos ayuden a tomar medidas; ya identificamos que han cambiado, por ejemplo, los aparatos para lavar la loza, ha servido para reducir significativamente el consumo de agua. También han instalado ahorradores en las duchas que les permiten ahorrar entre un 30 % y un 40 % del agua que se consume por la ducha que -ustedes saben- es donde se presenta el mayor consumo”, dijo.
Es por tanto que se hace necesaria la activación de planes en favor de un turismo más amigable con los recursos del planeta se intensifique en Bogotá. En el artículo del medio, se citó a Daniela Thiel Ellul, directora del Departamento de Turismo de la Universidad de Nebrija en España, que destacó que sí es fundamental adoptar prácticas sostenibles para amortiguar la crisis del agua. Incluso, con la óptica de que Bogotá es la única ciudad en el planeta que más cerca está de ecosistemas muy ricos en agua como el páramo más grande del mundo.
Turismo sostenible
En ese sentido, la académica enfatizó que los destinos turísticos deben ser claros sobre la necesidad de cuidar los recursos. “El turismo demanda agua, al igual que otras actividades, y hay que considerar el perfil del turista. Los destinos tienen que ser claros, porque hay muchos turistas que hoy en día tienen un comportamiento más proambiental”.
Así, también se refirió a las innovaciones tecnológicas también juegan un papel importante. Algunas de estas tecnologías incluyen el uso de agua regenerada y métodos para evitar el derroche. Pero pese a estas medidas, algunos turistas podrían evitar destinos con restricciones. “Hay diferentes perfiles de turista. Algunos, si ven restricciones, elegirán otro destino. Pero hay otros que, si se les informa adecuadamente, llegarán al destino y contribuirán a mejorar la situación”, enfatizó la experta.
Por eso en Bogotá la idea puede ser tomarse con más ahínco y con vistas a soluciones prácticas que se hagan con prontitud. Según la Organización Mundial del Turismo, el consumo puede llegar a 2.000 litros por día en zonas tropicales, y en el sector hotelero puede alcanzar los 3.423 litros diarios. En 2023, llegaron a Bogotá 10,9 millones de turistas nacionales y 12,3 millones de turistas internacionales, lo que subraya la importancia del turismo sostenible, como publicó el portal informativo.