Las quejas de los docentes del país por el nuevo modelo de salud del magisterio implementado por el Gobierno del presidente Gustavo Petro ya surtieron las primeras consecuencias. En la Cámara de Representantes, congresistas radicaron una moción de censura contra el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, por las fallas que se han evidenciado en la atención de los usuarios del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag). Buscan que sea expulsado de su cargo.
“Los recientes hechos que hemos visto y que tienen en jaque la salud de los maestros en Colombia son realmente inaceptables”, indicó la representante a la Cámara, Catherine Juvinao, que, junto con los congresistas Jennifer Pedraza, Julia Miranda, Daniel Carvalho, Alejandro García, Cristian Avendaño, Carolina Giraldo y Juan Sebastián Gómez, radicaron la moción de censura.
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Desde la perspectiva de Julia Miranda, el jefe de la cartera ha actuado con falta de respeto y agresividad contra la ciudadanía, los funcionarios y los congresistas. Aseguró que ese tipo de actitudes no corresponden a un servidor público, añadiendo, también, que ha trabajado desde la “improvisación”. “Lo que estamos viendo con la salud de los maestros es exactamente lo mismo que va a pasar con la salud de todos los colombianos, porque están haciendo la reforma por la puerta atrás, vía decreto, con malos resultados”, señalaron Carvalho y García.
Gómez, por su lado, cuestionó al ministro por presuntamente mentir para lograr el avance de sus propuestas. “Por mucho menos han salido otros ministros de su cargo; nadie entiende como este ministro se sostiene”, aseveró la congresista Carolina Giraldo.
El nuevo modelo, que es materia de debate, ha evidenciado falencias en la atención de los docentes, que han manifestado su angustia e inconformismo por barreras que han enfrentado para acceder a los servicios que deberían tener garantizados y por la imposibilidad de continuar con sus tratamientos. Los pacientes que se han visto más afectados son aquellos con enfermedades crónicas, cuyos procesos para tratarlas no pueden ser suspendidos.
Pacientes con enfermedades raras: entre los más afectados
Diego Gil, director ejecutivo de la Federación Colombiana de Enfermedades Raras (Fecoer), criticó el sistema de salud implementado, que está a cargo de la Fiduprevisora, indicando que son más de 800.000 afiliados al Fomag los que están sufriendo las consecuencias de una mala atención.
“Las recientes actuaciones del Ministerio de Salud y Protección Social y de la Fiduprevisora, que es la entidad encargada de administrar los recursos del Fomag, han evidenciado que hay un desorden administrativo total, donde nadie asume responsabilidades y donde lo que menos importa es el bienestar de los afiliados. Todo esto es una improvisación que ha venido materializándose en más de 14.000 reclamaciones entre enero y abril de 2024, de acuerdo con cifras de la Supersalud”, afirmó Gil.
Así como alertaron los representantes a la Cámara, este modelo sería una especie de anticipo de lo que podría pasar con el sistema de salud de todos los ciudadanos. Aseguró que sería un “desastre” 60 veces peor que el que actualmente viven los docentes.
Por otro lado, la Asociación Colombiana de Pacientes con Enfermedades de Depósito Lisosomal (Acopel) indicó en un comunicado que el régimen especial de salud cuenta con 13 pacientes con enfermedades raras que son “potencialmente mortales”, por lo que la vida de estas personas depende, prácticamente, del estricto cumplimiento de sus tratamientos.
“La transición al nuevo modelo de salud para los docentes ha impactado negativamente su atención y tratamiento oportuno, particularmente a los pacientes con enfermedades crónicas, que han presentado interrupción y retrasos en la entrega de medicamentos, barreras para el agendamiento de citas y aplazamientos de procedimientos médicos”, detalló Acopel.