Luego de que el 22 de mayo se registrará la explosión de la polvorería El Vaquero en el municipio de Soacha, las autoridades y el Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca atendieron la emergencia en la que perdió la vida Nathaly Niño Núñez, de 39 años.
24 horas después de la explosión, desde la Alcaldía de Soacha informaron que el incendio ha sido controlado en un 98%, siendo algunas zonas calientes lo único que preocupa ante la posibilidad de un nuevo estallido, por lo que desde la empresa confirmarán el nivel de los daños de la sede y las pérdidas monetarias cuando se permita el ingreso.
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De la misma forma, se confirmó que el número final de heridos fue de 41 personas, de las cuales siete permanecen en centros médicos, dos de ellas se encuentran en estado crítico en el Hospital Simón Bolívar.
Sobre las unidades de vivienda que resultaron afectadas tras la explosión, la administración municipal confirmó hasta el momento van 752 revisiones, lo que incluye la inspección de 15 industrias, por lo que la reparación de los daños será pagada con el dinero de las pólizas de la compañía y desde el Fondo de Gestión del Riesgo del municipio, lo que también será utilizado para el proceso de reparación de las personas que fueron damnificadas.
Aún existen varias preguntas que no han sido respondidas por parte de las autoridades, una de ellas es sobre lo que ocasionó la explosión, ya que en primer lugar el capitán del Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca, Álvaro Farfán, había indicado que se trató de un accidente en el que una chispa tocó un galón con voladores, pero el representante de la compañía afirmó que había posibilidades de que se hubiera tratado de un incendio provocado.
“Hay una hipótesis de que pudo ser algo malintencionado, pero pudo haber sido simplemente un accidente. Hasta que no salgan las investigaciones no podemos tener algo claro”, dijo Carlos Carvajal a Infobae Colombia.
Otro tema en el que no se ha registrado claridad es por qué en la emergencia fueron rescatados 19 caninos (en su mayoría cachorros) y 19 gallinas criollas, lo que ha abierto una polémica sobre si al interior de la empresa o una zona aledaña existía algún tipo de criadero ilegal.
Además, Caracol Radio expuso un informe de inspección de 2022 en el que el Ministerio de Trabajo identificó irregularidades de seguridad en la empresa, el cual hacía mención a los incumplimientos de pagos por horas extras de trabajo y otras afectaciones.
Es por ello que Infobae Colombia habló con un trabajador de la empresa que prefirió entregar su testimonio de manera anónima y un residente del barrio Némesis, ubicado frente a la sede de la compañía en la que se registró la emergencia.
“Cuando una persona ingresa a trabajar allá, se le realiza una inducción sobre los cuidados y riesgos con la pólvora, se les indica que pueden y no pueden hacer al tener contacto con la pólvora. Ellos cumplen con los protocolos de seguridad, cuentan con extintores, bombas de agua y eso”, indicó el trabajador sobre las presuntas irregularidades en la seguridad.
Sobre casos similares en el pasado, indicó que “hace aproximadamente cinco años un señor se quemó en una caseta donde se hacía la dinamita y se prendió”, pero indicó que no había sido un caso grave.
Un aspecto negativo que, según el trabajador, se registraba allí, era que a pesar de ser un espacio en el que se manipula la pólvora para elaborar los productos que son vendidos, se permitía el ingreso de personas de a pie para que compraran pocas unidades de estos artículos.
“Cuando son pocas cantidades no se pide ningún requisito, ellos dan un recibo para que las personas puedan transportar la pólvora en los vehículos. Las personas dejan los carros en el parqueadero mientras compran en el almacén. No pueden ingresar menores de edad”.
Esto mismo fue expuesto por el residente al señalar que “Ahí le venden a cualquiera, en diciembre uno va y puede entrar el carro normal”.
Sobre el desconocimiento de emergencias en el pasado que expuso el alcalde de Soacha, el ciudadano afirmó que no es la primera vez que en la polvorería se registraba una explosión o incendio, pero aseguró que en ninguna ocasión había alcanzado la magnitud de lo registrado en la tarde del 22 de mayo.
“Eso a cada rato pasa, se explota, esta vez peor, pero decir que nunca es mentira, pero ya la gente acá estaba como acostumbrada, yo creo que por eso pensamos que no era nada grave”.