Hace exactamente una semana el país se consternaba al enterarse de la noticia del asesinato del director de la cárcel Modelo de Bogotá, coronel (r) Élmer Fernández, quien fue interceptado por sicarios quienes dispararon en contra del vehículo en el que se movilizaba por las vías de la ciudad. Solo bastó una bala para finalizar con la vida del sujeto que había asumido hace menos de dos meses la dirección del establecimiento penitenciario.
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En medio de la investigación que ha generado diversas hipótesis, se han presentado varias pistas que dan indicios del homicidio, precisamente una de las pruebas que ha salido a la luz sería una imagen de los presuntos sicarios contratados para perpetrar el asesinato. En el registro, producto de una cámara de seguridad, se vería al conductor y parrillero que perpetraron el disparo que segó la vida de Fernández.
Es de destacar que uno de los principales señalados de estar tras el crimen en contra de Fernández es un reo identificado con el alias de Pedro Pluma, quien habría en la semanas al atentado sicarial amenazado al director de la cárcel ante un posible traslado.
En medio de la incertidumbre por el motivo y responsables del homicidio se ha pronunciado el ministro de Justicia Néstor Osuna, quien indicó que precisamente las entidades de seguridad e investigación están tras la pista del crimen.
“El CTI de la Fiscalía y la Dijín han avanzado en varias hipótesis, unas han venido tomado fuerza, creo que pronto habrá esclarecimiento, capturas, y vamos a saber quiénes fueron los determinadores y los autores materiales del execrable delito”.
Otro de los aspecto que mencionó el jefe de la cartera de Justicia fue la posibilidad de una hipótesis que vincula al Inpec en el asesinato, pero por el momento son teorías sin confirmar: “Es una de las hipótesis, una hipótesis puede ir por allí”.
La cronología del trágico homicidio
El jueves 16 de mayo de 2024, la tranquilidad de la tarde bogotana se vio rota de manera abrupta por un acto de violencia que dejó perpleja a toda la ciudad. Era poco después de las 4:00 p.m. cuando el coronel (r) Élmer Fernández, director de la cárcel La Modelo en Bogotá, emprendía su camino fuera del centro penitenciario. Se desplazaba en su vehículo por la concurrida carrera 30 con calle 80, en el occidente de la capital.
Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que, justo antes de pasar el puente de la calle 80, dos sicarios lo interceptaron y, sin mediar palabra, le dispararon, segando su vida de forma instantánea. La escena del crimen se llenó rápidamente de una atmósfera de miedo y consternación, mientras los cuerpos de emergencia y la Policía Nacional se movilizaban para atender la situación.
El asesinato del coronel Fernández desplegó un operativo inmediato y riguroso. Varias patrullas policiales acordonaron la zona, cortando el tráfico en la carrera 30 para facilitar las investigaciones preliminares. Los curiosos se aglomeraron alrededor, atónitos y angustiados por la brutalidad del suceso que había arrancado la vida de un alto mando en plena vía pública.
A pesar de haber sido objeto de amenazas en semanas previas, el coronel Fernández se encontraba sin ningún tipo de escolta al momento del atentado. En redes sociales, comenzaron a circular, casi de inmediato, imágenes de panfletos supuestamente dirigidos a él. En uno de ellos, los criminales advertían que si ordenaba alguna requisa en el penal, toda su familia sería exterminada.
Estos amenazantes documentos, que habrían sido enviados por un delincuente conocido como “Pedro Pluma”, detallaban con frialdad el poder y las intenciones mortales de su autor. “Yo sí tengo poder y si me trasladan le mato a la familia,” rezaba el macabro texto que antecedió a la tragedia.