Galeón San José: zona del naufragio fue declarada como área arqueológica protegida de Colombia

El Ministerio de Cultura anunció que avanza en una nueva fase de investigación científica y cultural sobre el hallazgo del Galeón San José

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La declaratoria demuestra el alto valor científico y patrimonial del área donde están los restos del Galeón San José - crédito Archivo Infobae
La declaratoria demuestra el alto valor científico y patrimonial del área donde están los restos del Galeón San José - crédito Archivo Infobae

Durante el lanzamiento de una nueva investigación científica sobre Galeón San José, el Gobierno declaró ‘Área Arqueológica Protegida de la Nación’ la zona donde se ubica la embarcación española que naufragó en la batalla de Barú en 1708 frente a Cartagena de Indias y que fue hallada en 2015.

La declaratoria es un hito histórico para la gestión del patrimonio cultural sumergido del país, siendo la primera área arqueológica protegida en entornos marítimos y una de las pocas en el mundo en aguas a 600 metros de profundidad.

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“Es la primera vez que se declara un área de patrimonio arqueológico sumergido a tal profundidad, es histórico en América Latina. Ya contamos con el plan especial de manejo arqueológico submarino”, afirmó el ministro de Cultura, Juan David Correa.

Con la declaratoria de esta zona, el ministerio anunció que avanza en una nueva fase de investigación denominada ‘Hacia el corazón del galeón San José’, cuyo objetivo será descubrir más sobre naufragio de dicha embarcación y valorarlo como parte importante de la historia de Colombia.

Vamos a zarpar muy pronto para realizar las primeras investigaciones, recolectar imágenes y estudiar el comportamiento del mar”, explicó el ministro Correa, destacando que se realizarán extracciones mínimas para analizar la conservación de los materiales.

La misión investigativa fue coordinada por varias entidades nacionales, incluyendo el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), la Armada Nacional y la Dirección General Marítima (Dimar).

Alhena Caicedo, directora del ICANH, mencionó la importancia de esta declaratoria para el desarrollo de la arqueología subacuática en Colombia. “Es un campo nuevo y exigente, y estamos empezando a trabajar de manera articulada en diferentes áreas del conocimiento para obtener resultados significativos”.

Durante el lanzamiento del proyecto, estuvieron presentes representantes de la nación indígena Qhara Qhara de Bolivia. Esta comunidad afirma que parte del tesoro hundido proviene de los minerales extraídos del Cerro Rico de Potosí y solicitó que una muestra de material recolectado sea llevada a Bolivia, mientras que el resto sea conservado en un museo para su preservación.

La declaración de área arqueológica protegida se basa en criterios de representatividad, singularidad e integridad, destacando el alto valor científico y patrimonial de este sitio. El Ministerio de Cultura destacó, en particular, la excepcionalidad en la escala nacional e internacional de este yacimiento en aguas profundas.

Las fases de la investigación

La primera fase de la investigación incluirá la generación de imágenes del sitio mediante sensores remotos, lo que permitirá realizar un diagnóstico no intrusivo y construir un inventario de las evidencias arqueológicas en el lecho marino - crédito Woods Hole Oceanographic Institution
La primera fase de la investigación incluirá la generación de imágenes del sitio mediante sensores remotos, lo que permitirá realizar un diagnóstico no intrusivo y construir un inventario de las evidencias arqueológicas en el lecho marino - crédito Woods Hole Oceanographic Institution

Teniendo en cuenta que las investigaciones arqueológicas toman tiempo y son pausadas, se establecieron los primeros pasos que tendrá la fase de caracterización del hallazgo del Galeón San José:

  1. Generación de imágenes del sitio: para hacer un diagnóstico no intrusivo de la zona, se utilizarán sensores remotos.
  2. Registro: las imágenes recolectadas ayudan a construir un inventario de las evidencias arqueológicas que hay en el lecho marino. Esto permitirá una clasificación de los materiales y su procedencia.
  3. Prediagnóstico de conservación: a partir del registro visual y el procesamiento de las imágenes en un sistema de información geográfica, se podrá establecer un punto de partida del nivel de deterioro de los elementos identificados.
  4. Robótica y logística operacional: en medio de la caracterización, también se avanza en la dotación de un buque de investigación submarina con tecnologías de posicionamiento dinámico y posicionamiento acústico submarino, y un vehículo de operación remota, dotado de diversos sensores y herramientas, capaz de descender a la profundidad del yacimiento. A través de este ecosistema se realizará la documentación digital del contexto arqueológico, que incluye registros fílmicos, fotográficos y fotogramétricos georreferenciados.
  5. Divulgación y difusión: incluyen producción científica a través de artículos y la participación en eventos académicos y de investigación, e iniciativas dirigidas a la toda la sociedad para promover la apropiación social del Patrimonio Cultural Sumergido.
  6. Gestión del riesgo: consiste en la identificación, caracterización y evaluación de los riesgos, amenazas y vulnerabilidades, tanto naturales como antrópicas, que puedan afectar el contexto arqueológico.
Las fases posteriores de investigación dependerán de los resultados de esta primera etapa de caracterización - crédito Armada Nacional
Las fases posteriores de investigación dependerán de los resultados de esta primera etapa de caracterización - crédito Armada Nacional

El ICANH aclaró que, a la fecha, la investigación se encuentra en una etapa temprana en la que no se tienen previstas excavaciones arqueológicas y, por lo tanto, aún no se ha estructurado un cronograma sobre actividades que impliquen llevar a la superficie materiales arqueológicos.

Las fases posteriores de investigación dependerán de los resultados de esta primera etapa de caracterización y podrán incluir actividades de recolección de materiales arqueológicos, toma de muestras, actividades de conservación y análisis especializados, entre otras.

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