El personero Distrital de Barranquilla, Miguel Ángel Alzate, emitió una alerta sobre el hacinamiento en las cárceles y centros de detención transitoria de la capital del Atlántico. El Ministerio Público también señaló posibles violaciones en el acceso a la atención médica dentro del sistema penitenciario y carcelario para los detenidos en la jurisdicción.
Alzate afirmó que: “Es de mucha preocupación para nosotros la difícil situación que viven estas personas privadas de la libertad que habitan en los centros carcelarios y carecen de control y tratamiento de enfermedades como VIH, cáncer, tuberculosis, diabetes y la presunta existencia de la varicela o viruela del mono detectada en la estación de policía del barrio El Bosque, que se sigue investigando”, sostuvo.
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La Personería Distrital de Barranquilla, en su rol de garante de derechos humanos, instó a las entidades nacionales y distritales a que “adopten medidas urgentes para el control de las enfermedades y el hacinamiento, que en algunos casos supera el 500 por ciento”.
El nuevo pabellón aún no se usa
Han transcurrido dos años desde la inauguración del pabellón en la Penitenciaría El Bosque de Barranquilla, sin que este haya sido utilizado. Esta situación es especialmente crítica dado que los más de 500 cupos que ofrece podrían aliviar significativamente el hacinamiento en las cárceles y estaciones de Policía, donde la sobrepoblación alcanza el 51% y el 400%, respectivamente.
La construcción del pabellón, gestionada por la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec) a un costo cercano a los 21.000 millones de pesos, se ha visto obstaculizada por la falta de obras menores y problemas logísticos, incluyendo la escasez de personal de guardia. Estos factores impiden la operatividad del pabellón, a pesar de los repetidos llamamientos de los organismos de control.
Mientras tanto, el hacinamiento lleva a situaciones preocupantes. En la cárcel Distrital El Bosque, una riña ocurrida el domingo 19 de mayo dejó dos reclusos heridos. Además, se detectó un brote cutáneo entre los detenidos en las celdas de la Estación de Policía del mismo barrio, y se está a la espera de resultados de laboratorio para determinar si se trata de varicela o viruela símica.
“El pabellón sigue sin utilizarse, no se abrió ni total ni parcialmente y creo que es parte definitivamente de una desidia de la administración, de este tipo de establecimientos como son el Inpec y la Uspec. Es una desidia tener este nivel de hacinamiento y una infraestructura tan costosa sin que la pongan en funcionamiento”, denunció el personero Miguel Alzate.
Milton Aníbal, presidente del sindicato de trabajadores del Inpec en Barranquilla, indicó que el instituto penitenciario no pudo habilitar los 500 cupos del nuevo pabellón debido a la falta de planificación en la ampliación del personal de guardia requerido.
Según Aníbal, a este problema se suman fallas estructurales de seguridad que la Uspec no ha solucionado. “Las estructuras nuevas no se pueden cuidar como las viejas. En las antiguas, un solo guardián cuida como tres pabellones, cada uno como con 300 personas, pero estas estructuras nuevas están hechas para tener un custodio en una reja, otro custodio encargado de un patio y otro en los pasillos, porque exigen varios servicios”, explicó Aníbal.
El líder sindical también criticó la falta de previsión: “No pensaron en nada de eso, pensaron que los 500 cupos se iban a recibir con la misma falta de guardia que hay, con las mismas 20 unidades que siempre ha habido”.
Además, Aníbal señaló que están buscando establecer convenios con la administración distrital para obtener herramientas como cámaras, detectores de metales, bloqueadores de señal, útiles de aseo y otros elementos necesarios para mejorar la vigilancia y el cuidado de los detenidos mientras se habilitan los nuevos cupos.