Paseo familiar a Aruba terminó en tragedia para familia bogotana de Suba

En medio de la celebración del cumpleaños de su hermana, un bogotano halló la muerte de forma inesperada en medio de este paradisíaco destino ubicado en el mar Caribe

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El hombre de 50 años residía en la localidad de Suba, al noroccidente de Bogotá - crédito Google Maps
El hombre de 50 años residía en la localidad de Suba, al noroccidente de Bogotá - crédito Google Maps

En medio del duelo y el dolor por la partida inesperada de uno de sus miembros, una familia en Bogotá se encuentra adelantando las tareas necesarias repatriar el cuerpo de uno de sus integrantes, que perdió la vida en medio de un paseo familiar que realizaban en la isla de Aruba.

La desgracia sucedió apenas en el segundo día de estadía de la familia, momento en el que un ataque fulminante terminó con la vida de Luis Alejandro Jiménez Acosta, por lo que los planes que tenían para celebrar el cumpleaños de la hermana de Luis quedaron a un lado y ahora en medio de la pena que transitan solo esperan que el procedimiento de entrega del cuerpo avance para así poderle dar el último adiós en su tierra natal.

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Uno de los primos de Luis comentó algunos detalles de los momentos previos al fallecimiento del hombre de 50 años, quien residía en el barrio Granada Norte, en la localidad de Suba y se dedicaba a trabajar en su negocio de arreglos locativos para viviendas.

“Mi primo salió solo con la mamá y la hermana a ese viaje. El sábado (18 de mayo de 2024) ellos llegaron allá, estuvieron en la playa celebrando muy sano, porque mi primo no tomaba”, le indicó Nelson Jiménez, primo de Juan Alejandro, a Q’HUBO Bogotá. Seguido a esto el familiar indicó que “estuvieron como hasta la 1:00 a. m. del domingo (18 de mayo de 2024), y ya cuando llegaron al hotel él le dijo a la hermana que se sentía muy mal”.

Luis Alejandro trabajaba como independiente en su negocio de arreglos locativos para viviendas - crédito Google Maps
Luis Alejandro trabajaba como independiente en su negocio de arreglos locativos para viviendas - crédito Google Maps

“Cuando mi primo le dijo a la hermana que le faltaba el aire, no duró mucho tiempo cuando le dio un ataque fulminante que le arrebató la vida. Juan cayó en los brazos de su hermanita y falleció mientras la mamá también lo estaba viendo”, le indicó Nelson al mismo medio, y añadió que los familiares de Juan que se encontraban allí con él hicieron lo que estuvo a su alcance para salvarle la vida, pero no fue posible. “Mi prima hizo hasta lo imposible por salvarlo, pero cuando llegó la ambulancia, 15 minutos después, ya no tenía signos vitales”, agregó el primo de Luis.

Tanto a la hermana y la mamá de Jiménez Acosta les tocó viajar de regreso a Colombia y se encuentran en estos momentos junto a los demás miembros del seno familiar realizando las acciones necesarias para que el cuerpo pueda estar pronto en Bogotá y así despedir a Luis, quien en palabras de su primo “era un hombre muy trabajador y responsable”.

Otro joven bogotano también murió en Aruba

Sergio Nicolás Castillo Hernández, ciudadano colombiano, murió ahogado en Aruba durante unas vacaciones en la isla. El incidente ocurrió el sábado 9 de marzo de 2024 por la noche. Familiares y amigos buscan apoyo económico para cubrir los gastos funerarios y la repatriación del cuerpo, los cuales son considerablemente altos.

Castillo Hernández estaba disfrutando de un viaje junto a su pareja en Aruba. Sin embargo, la tragedia ocurrió el sábado alrededor de las 7 de la noche cuando sufrió un accidente por inmersión. A pesar de los esfuerzos para salvarlo, fue declarado muerto el domingo alrededor de las 4 de la tarde.

El joven era un ingeniero de 28 años que vivía en el barrio El Libertador de la localidad de Rafael Uribe Uribe - crédito Ecolecuá/Facebook
El joven era un ingeniero de 28 años que vivía en el barrio El Libertador de la localidad de Rafael Uribe Uribe - crédito Ecolecuá/Facebook

La familia enfrenta la difícil tarea de cubrir los gastos de repatriación y funerarios. La factura asciende a 20.000 dólares (aproximadamente 80 millones de pesos colombianos), una suma que supera sus capacidades económicas. Además, los costos de repatriación del cuerpo se estiman entre 2.500 y 4.000 dólares adicionales.

Frente a esta situación, la familia había planeado un viaje a Aruba para resolver los trámites, pero no han recibido respuesta de la Embajada, en pro de darle cristiana sepultura al joven, quien había llegado a disfrutar de unas vacaciones junto a su pareja sentimental.

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