Una menor indígena de 11 años fue brutalmente atacada con un machete en la vereda Miraflores, ubicada al occidente del departamento de Risaralda.

El incidente ocurrió cuando la niña se encontraba sola en su residencia, y un desconocido irrumpió en su hogar, infligiéndole una herida en el brazo.

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El comandante de la Policía de Risaralda, el coronel Héctor Daniel García Acevedo, confirmó en una entrevista con Caracol Radio que la menor fue trasladada de inmediato a un centro asistencial de la zona.

Posteriormente, debido a la gravedad de sus heridas, fue remitida al Hospital San Jorge de Pereira para recibir atención especializada.

El padre de la niña se enteró del ataque momentos después de que esta fuera llevada al centro asistencial. La menor fue remitida al centro médico en una motocicleta desde el resguardo indígena en el municipio de Mistrató.

Las autoridades locales, junto con la Gobernación de Risaralda, han ofrecido una recompensa de tres millones de pesos a quien proporcione información precisa sobre la identidad y paradero del agresor. El coronel García Acevedo hizo un llamado a la ciudadanía para colaborar con cualquier información que pueda conducir a la captura del responsable.

Este acto de violencia ha generado una profunda indignación en la comunidad, que exige justicia y protección para los menores en los pueblos indígenas de la región. La guardia indígena del resguardo también está colaborando en las investigaciones de la situación para apoyar las labores de la Policía.

Según información del medio local Q’hubo Pereira, la situación ocurrió el domingo 19 de mayo sobre las 2:00 p. m. El reporte conocido por ese medio indica que la menor habría presentado dos cortes en mano derecha, uno de ellos en su palma y otro le generó una fractura en uno de sus dedos.

Además, el relato indica que el ataque se habría dado luego de que la niña intentara irse contra el sujeto que intentaba robar. El hombre buscaba dinero al interior de la vivienda y como la menor opuso resistencia, entonces él decidió atacarla.

De acuerdo con el informe de la Policía, la víctima como única testigo del hecho identificó a un sujeto conocido bajo el alias de Germán como el responsable del ataque. Germán, aparentemente, también es miembro de una comunidad indígena.

Los pueblos indígenas gozan de especial protección constitucional, así mismo ocurre con los niños, niñas y adolescentes. Por ello, las menores indígenas no solo hacen parte de una población de mayor vulnerabilidad, sino que sus derechos deben ser especialmente respetados debido a su doble carácter protección.

A pesar de lo anterior, siguen siendo evidentes los casos aberrantes que atentan contra esta población. No solo las afectan amenazas a su vida y a su autonomía, sino también presentan vulneraciones sobre su integridad sexual. La Corte Constitucional ha enfatizado la necesidad de armonizar los derechos sexuales y reproductivos con las prácticas culturales, alentando a las autoridades indígenas a dialogar sobre estos temas cruciales.

Entonces, vale la pena recordar el caso de Iris, una menor de 12 años de la comunidad indígena Embera Chamí que se vio obligada a continuar con su embarazo, posiblemente resultado de una violación, tras las decisiones tomadas por las autoridades de su resguardo.

El caso escaló hasta la Corte Constitucional de Colombia debido a los desafíos que plantea para la autonomía de las mujeres y la autodeterminación de los pueblos indígenas. La negativa del resguardo indígena a autorizar un aborto terapéutico solicitado por Ana, madre de Iris, se fundamentó en el argumento de que la interrupción del embarazo no está permitido para esa comunidad. Esta decisión, sin embargo, desconoció las implicaciones psicológicas y físicas que traía para la menor continuar con el embarazo, incluso después de que se había intentado suicidar.