Cúcuta vive un panorama oscuro en términos de seguridad desde hace semanas. Múltiples estructuras criminales han sembrado el terror en la ciudad, llevando a cabo atentados y asesinatos, lo que ha generado incertidumbre entre la ciudadanía.
Y es que, luego del asesinato de José Luis Pabón Ojeda, que murió en un ataque sicarial el pasado jueves 16 de mayo de 2024, la situación se ha salido de control, lo que ha obligado a las autoridades a hacer mayor presencia en ciertas zonas de la capital nortesantandereana.
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El crimen habría sido cometido por hombres al mando de Ever Carreño Corredor, alias Porras, así como también integrantes de la estructura criminal Los AK47, grupo que se hizo viral en los últimos días luego de que se conoció un video en el que amenazaban a dueños de cambios de divisas en la ciudad.
“Al que consigamos pagándole a Pepino va para homicidio. Ya vieron como le agarramos al papá y se lo levantamos, de ahora en adelante el que no le copie a Los AK47 y Los del Norte, va para esa”, decía uno de los criminales en aquel video.
Precisamente, Pepino, a quien nombran los miembros de Los AK47, sería uno de los hijos del asesinado José Luis Pabón Ojeda y también sería uno de los cabecillas de la estructura criminal Los Manzaneros, grupo que lideraría junto con algunos de sus hermanos.
Así las cosas, el crimen de Pabón Ojeda sería una especie de “ajuste de cuentas” entre Pepino y Los AK47 junto con Porras, quienes operarían de la mano. Incluso, según indicaron desde el diario La Opinión, aquellas estructuras criminales le habrían hecho saber a Los Manzaneros que en caso de que no abandonen la capital nortesantandereana, sus miembros serían asesinados.
Muestra de aquellas amenazas fue uno de los hallazgos que concretaron las autoridades en medio del funeral de Pabón Ojeda el pasado sábado 18 de mayo, que, según indicaron testigos al mismo medio, recreó el escenario típico de los sepelios de los narcotraficantes mexicanos.
“Esto parecía como si viviéramos en Sinaloa, México, donde los narcos son despedidos echando la bala, con rancheras y licor. Eso nos dio mucho miedo y lo mejor fue encerrarnos en las casas”, explicó un testigo.
Y es que, a las afueras del cementerio Los Patios, donde se llevaba a cabo el sepelio, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta interceptaron a un hombre, identificado como José del Carmen Contreras Gutiérrez, que grababa con su celular a todas las personas que ingresaban al recinto y que además llevaba una granada consigo.
Según explicaron las autoridades, este individuo estaba bajo órdenes de Porras y Los AK47 y, presuntamente, tenía la orden de lanzar el explosivo cuando salieron los hijos de Pabón Ojeda, miembros de Los Manzanares, para asesinarlos.
Lo curioso de este caso es que estas estructuras criminales han operado en la capital nortesantandereana desde hace varios años. Sin embargo, habría sido a raíz de una decisión de Pepino que Los AK47 y Porras le habrían declarado la guerra desde hace semanas.
Cuál sería el motivo de los enfrentamientos
Tal como indicó La Opinión, Pepino habría tenido que darle dinero a las demás estructuras criminales para delinquir en la ciudad, pero, luego de varios meses, este habría decidido no seguir pagando.
“Lo que nos han dicho es que Pepino se les abrió a ellos y quiso seguir solo, por eso es que dieron la orden de matarlo. Esas bandas criminales delinquen de esa forma, quien no esté con ellos está en contra, entonces le hacen la guerra”, comentaron al medio.
Por tal motivo, una vez Pepino hizo saber su decisión a las demás estructuras criminales, sus jefes, Ever Carreño y Jhoswar Saúl Hernández Sanabria, habrían dado la orden de acabar con sus familiares, así como los miembros de la estructura criminal que él encabeza.